Viajeros espaciales en una galaxia muy grave

Viajeros espaciales en una galaxia muy grave

Urgencias 

 

Aquellos diez minutos que pasé en un rincón del box de urgencias esperando la respuesta del médico me parecieron horas. Todas mis elucubraciones, pensamientos y demás rumiaciones teóricas quedaron automáticamente aparcadas. Días después, cuando las cosas volvieron a su ser y entré en la trastienda, me di cuenta de que todo estaba exactamente en el mismo punto que una semana atrás, los últimos apuntes a lápiz y garabatos, la taza de café, la pila de libros. Pareciera que el tiempo se hubiera detenido una semana atrás. Normalmente las personas nos manejamos en tres dimensiones (alto, ancho y largo). Los físicos, que no dejan de ser personas, suelen agregar una más: el tiempo.

Viajeros espaciales en una galaxia muy grave

Para Newton estas dimensiones estaban gobernadas por las leyes gravitacionales, a excepción del tiempo, que para él, era una variable fija. Diez minutos eran diez minutos en cualquier rincón del Universo. Sin embargo no era así para Einstein que concebía el tiempo como si de un río se tratara, que avanzaba desviándose para salvar los obstáculos que encontraba a su paso. Esos obstáculos en el Universo son la gravedad. Por tanto si mis diez minutos transcurrieran cerca de un planeta muy pesado, con mucha gravedad —por ejemplo el planeta «Urgencias»— el tiempo transcurriría muy lentamente. Más allá de mis diez minutos, siempre me había llamado la atención lo lento que parece pasar el tiempo cuando uno está atrapado en un episodio dramático.

 

Monótonos 

Los relatos de los días son monótonos y parecen repetirse. Me atrevería a decir que hay una relación inversamente proporcional entre la velocidad y la gravedad con la que se percibe lo sucedido. Justo así ocurre en el Universo. A menudo ocurre que un mismo suceso sacude a dos personas o a una familia o incluso a toda una comunidad. Durante un tiempo todos están atrapados en el planeta «Próblemon» —un planeta muy pesado y por tanto de enorme gravedad— pero al poco, hay quien hace las maletas. Por contra hay quien no puede o sabe dejar atrás el planeta.

Viajeros espaciales en una galaxia muy grave

Cuando al tiempo vuelvan a encontrarse, para el que emigró habrá pasado mucho tiempo, muchas experiencias, emociones, etcétera. Mientras para aquél que se quedó, el tiempo habrá pasado tan lentamente que ya pocas cosas podrán o querrán compartir. Una vez más cuando el viajero espacial vuelve a la Tierra, ya no hay nadie. ¿Casualidad o sincronicidad?, en la radio sonaba Coming back to life de Pink Floyd: «Supe que el momento había llegado para matar al pasado y volver a la vida, tomé un paseo celestial a través de nuestro silencio supe que la espera había comenzado y me dirigí directo al Sol brillante.»

 

Editorial Luis Bonilla. Expertos en enseñanza, formación a distancia, tutores cualificados y con variedad de cursos online.

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