Valor estético
Totalidad
Como es sabido, la Biblia fue compuesta casi en su totalidad, con excepción de algunos textos proféticos y ciertos himnos, durante los periodos del exilio y el judaísmo postexílico. No obstante, la historia de las tradiciones se remonta al asentamiento de los hebreos en el desierto del Negev o en la montañas de Judá y Samaria, cuyo origen como esclavos huidos de los imperios y tribus nómadas que no se sometían a las ciudades-estado de Canaán es históricamente plausible. Aunque el yahvismo fuera introducido por alguno de esos grupos, la formulación específica del monoteísmo no se produjo hasta tiempos más recientes, antes del primer destierro sufrido por Israel en manos de Asiria. Los profetas Oseas, Amós e Isaías son sus primeros testigos, en conflicto con la monarquía y con las élites de ambos reinos, Israel y Judá.
El código de santidad en el Levítico, editado en el postexilio por el grupo sacerdotal (s. V a.C.), además de regular los sacrificios conforme a una lógica 149 de la violencia ritualizada, se hace cargo de un proceso mucho más profundo de la fe yahvista, y más extendido en el conjunto de la sociedad. Un pueblo cuya memoria estaba simbolizada por la figura del Siervo sufriente, el esclavo de los imperios, la víctima de las ambiciones de poder en propios y extraños, como se hace patente en el meollo del DeuteroIsaías (Is 53), descubre por su relación con la divinidad alternativas prácticas para detener el ciclo de la violencia y poner coto a la economía esclavista. La escritura de los letrados que editan una y otra vez las historias sagradas manifiesta contenidos y formas que no encajan en la forma de la mera legalidad, ni en la abstracción metafísica.
Expresiones
Las entrañas misericordiosas de YHWH, el amor al prójimo, se expresan con todos los recursos poéticos de la oralidad162, tanto en el discurso profético del exilio y el postexilio, en algunas narraciones y salmos, como en el lenguaje declamativo de Lev 25: paralelismos, isotopías muy marcadas por un imaginario recurrente (misericordia y clemencia, entrañas, santidad, tu hermano), emotividad, 162 Vid. los estudios de LUIS ALONSO SCHÖKEL sobre la estética del lenguaje en los textos bíblicos, en La palabra inspirada, Madrid, Guadarrama, 1966, y Hermenéutica de la Palabra, I, cit. Cf. A. GARCÍA BERRIO, “Lingüística, literaridad/poeticidad: Gramática, Pragmática, Texto”, 1616, 2 (1979), 125-168, quien sitúa en el nivel pragmático la intención de construir un texto literario y la capacidad de distinguirlo en los lectores/as, aunque se hace necesario reconocer unos determinados rasgos en el texto. “Afrontados cada uno de los rasgos lingüísticos más conspicuamente caracterizadores de lo poético, sucede que no se puede afirmar la frontera explícita a propósito de ninguno de ellos, entre lo específicamente literario/poético y la dimensión concisa, general y sistemática de lo “estándar” lingüístico.
Pero resulta evidente, también, que en términos de densidad intencional, todos y cada uno de los referidos recursos [ritmo, distorsión sintáctica, selección léxica] peculiarizan fuertemente un tipo de discurso general, que concebimos y denominamos discurso poético”. Tal densidad es “contraria, por lo menos, a la comunicación práctica” ibid. 133. Obliga, pues, al lector a que se centre en el texto dentro del hecho comunicativo para captar todas sus posibilidades de sentido, como viene a definir JAKOBSON la “función poética”. Habría que insistir en que la poeticidad no está restringida a la “letra”/literaridad, sino que es percibida claramente por autores, actuantes y audiencia en la comunicación oral, por un medio muy sencillo: la atención que reclama la audición, unida al placer estético. 150 intensidad, orientación pragmática hacia el auditorio163, a las que el texto bíblico añade un acentuado suspense, el cual continúa de una imagen a otra imagen, de una escena a otra, de un libro a otros, en la secuencia histórica de las promesas. Walter Ong y Albert Lord coinciden en que la obra de arte oral es aditiva, con una disposición paralelística, parataxis y aposiciones, mientras que el lenguaje escrito/literario sería subordinante164; un pensamiento “agregative rather than analytic”, en el que encajan los “formulismos” y las metáforas de la vida cotidiana165; caracterizado por la redundancia, más que por la superfluidad (spareness), es decir, por paralelismos semánticos que la semiótica ha designado como isotopías y redes isotópicas, las cuales nos desvelan la construcción artística del sentido, más o menos lograda.
El hecho de que ciertos personajes se repitan a lo largo del texto ya es redundante; si no hay evolución ni extrañamiento en sus rasgos semánticos, resultarían insoportables incluso a la audiencia más contentadiza166. En consecuencia, la cuarta característica de la oralidad artística, su “conservadurismo” o “tradicionalismo” puede ser matizada, como hace Lord, tomando en consideración las obras orales/oralizadas que destacan sobre el fondo de la tradición
El «valor estético» se refiere a la apreciación y valoración de la belleza, la armonía y el atractivo de una obra de arte o cualquier objeto, experiencia o expresión que despierte una respuesta estética en una persona. Este concepto es fundamental en la estética, una rama de la filosofía que se dedica al estudio de la belleza, la percepción estética y la valoración de las obras de arte y la experiencia artística en general.
Algunos aspectos clave del valor estético incluyen:
- Belleza: El valor estético a menudo se asocia con la belleza, pero la belleza puede ser subjetiva y variar de persona a persona. Lo que una persona encuentra hermoso, otra puede no compartir esa misma apreciación.
- Emoción y Respuesta Emocional: Las obras de arte y las experiencias estéticas a menudo evocan respuestas emocionales en las personas. Pueden provocar alegría, asombro, melancolía, nostalgia u otras emociones. La capacidad de una obra para generar una respuesta emocional es un aspecto importante de su valor estético.
- Originalidad y Creatividad: La originalidad y la creatividad en la creación artística a menudo se consideran aspectos valiosos desde una perspectiva estética. Las obras que rompen con las convenciones o presentan nuevas ideas y enfoques suelen ser apreciadas por su innovación.
- Composición y Armonía: En la pintura, la música, la arquitectura y otras formas de arte visual y auditivo, la composición y la armonía desempeñan un papel crucial en la percepción estética. La disposición de elementos, el equilibrio, el ritmo y la relación entre partes individuales son aspectos que pueden contribuir al valor estético.
- Contexto Cultural: El valor estético de una obra a menudo se ve influenciado por el contexto cultural en el que se crea y se interpreta. Lo que se considera hermoso o valioso en una cultura puede diferir de lo que se valora en otra.
- Interpretación Personal: La experiencia estética es altamente personal y subjetiva. Cada individuo puede tener su propia interpretación y apreciación de una obra de arte o una experiencia estética en función de su historia personal, sus experiencias previas y sus gustos individuales.
- Historia del Arte: La historia del arte y la crítica artística han influido en cómo se valora el arte a lo largo del tiempo. Las obras de arte a menudo se consideran valiosas en función de su contribución al desarrollo del arte en una época o movimiento particular.
El valor estético es una parte fundamental de la experiencia humana y juega un papel importante en la apreciación y el análisis del arte y la cultura. Los artistas y creadores buscan a menudo crear obras que sean estéticamente valiosas, capaces de conmover y resonar con el público. Sin embargo, es importante recordar que la valoración estética es subjetiva y que lo que una persona encuentra valioso o hermoso puede no serlo necesariamente para otra.
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