Ser o no ser líder
Autor
Un autor del que se me perdió el rastro dijo alguna vez que “el que busca la vida encuentra la forma, y el que busca la forma encuentra la muerte”. En ese sentido, diría que el asunto no es ser o no líder de acuerdo con una forma estereotipada, sino resonar o no con lo que uno es, con la vida que se despliega en el camino del propio entusiasmo.
Lo demás, vendrá por añadidura. Por eso los que adoptan actitudes estereotipadas de liderazgo (la mera forma), estudian mucho al respecto, aprenden exageradamente técnicas de manejo de personas… ¡uf! se esfuerzan demasiado y lo que logran, a mi gusto, es un rudimento de lo que es manipular o, en todo caso, saciar la voluntad de que el mundo se convierta en extensión de la propia mente. Dominan la realidad, no la aceptan como algo que no es un objeto como para, a partir de allí, hacer lo que corresponda. En realidad, temen mucho, de allí el afán de dominar buscando formas, ajenos a lo vital.
Pensamiento
Pienso en los que leen este libro. ¿Lo leerán porque piensan que ser líder es mejor que no serlo? ¡Error!, lo que importa es encontrar el propio lugar. Vale tanto o más Sancho Panza que el Quijote. Admiro al sargento Cabral tanto o más que al general San Martín. Me conmueve la figura del apóstol Pedro, torpe y genuino en su fe, tanto como la de Jesús. Cada uno ocupaba su lugar en el mundo. Es eso lo que, a mi juicio, merece la dedicación de nuestros afanes: encontrar nuestro lugar, sin confundirnos, porque el propio lugar es el mejor de los lugares. De hecho, es siempre mejor lo que es que lo que debiera (o pudiera) haber sido.
La decisión de ser o no ser líder depende de tus objetivos personales, habilidades y circunstancias individuales:
Ser Líder:
- Influencia Positiva: Ser líder te brinda la oportunidad de influir positivamente en la vida de los demás. Puedes guiar y motivar a un grupo o equipo hacia metas compartidas.
- Oportunidades de Desarrollo: El liderazgo puede proporcionar oportunidades para el desarrollo personal y profesional. A menudo, asumir roles de liderazgo implica desafíos que fomentan el crecimiento y el aprendizaje.
- Impacto en la Comunidad o la Organización: Si eres líder, puedes contribuir de manera significativa a tu comunidad, organización o equipo al tomar decisiones y liderar iniciativas.
- Empoderamiento: El liderazgo puede brindarte un sentido de empoderamiento y la capacidad de marcar la diferencia en el mundo.
No Ser Líder:
- Enfoque en Otros Roles: No todos están interesados en ser líderes, y eso está bien. Puedes optar por enfocarte en otros roles, como ser un colaborador eficaz, especialista en tu campo o apoyo a líderes existentes.
- Menos Presión y Responsabilidad: El liderazgo a menudo conlleva una mayor presión y responsabilidad. No ser líder puede significar menos estrés y una carga de trabajo más ligera.
- Enfoque en el Autodescubrimiento: A veces, no asumir un rol de liderazgo te permite centrarte en tu propio autodescubrimiento y desarrollo personal sin las distracciones del liderazgo.
- Tiempo para Intereses Personales: No ser líder puede darte más tiempo para enfocarte en tus intereses personales y pasatiempos.
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¿Qué es ser líder?
Ser líder no es sinónimo de estar al mando. Ser líder es influir con propósito, inspirar con el ejemplo, y movilizar a otros hacia una meta común. El liderazgo verdadero no impone, propone. No ordena, motiva. No divide, integra.
Un líder es alguien que entiende que el poder más grande que puede ejercer es el de la escucha, la empatía y la coherencia entre lo que dice y lo que hace.
El dilema: ¿Ser o no ser?
No todos quieren liderar, y no todos tienen que hacerlo. Existe una gran sabiduría en saber cuándo liderar y cuándo acompañar. La falsa creencia de que todos debemos “ser líderes” ignora la riqueza del trabajo colectivo y la importancia de quienes empujan desde otras posiciones.
Decidir no ser líder no significa ser menos. Significa entender tu lugar, tus talentos, tu forma de contribuir. En muchos casos, el mejor liderazgo es el que no se ve, el que no lleva nombre propio, pero deja huella.
El liderazgo como responsabilidad
Asumir el liderazgo es también aceptar una carga: la responsabilidad de cuidar a los demás. Es ser faro y espejo, guía y red de contención. No es fácil, ni debe idealizarse. Pero cuando nace del compromiso y la vocación, puede ser una fuerza transformadora.