RESULTADOS DE LA INVESTIGACIÓN

Las configuraciones del rol del tutor
El enfoque metodológico En esta investigación, se ha adoptado un enfoque cualitativo, por su pertinencia en relación con la temática y los objetivos propuestos. De acuerdo a la caracterización de Cook y Reichardt (1996), en la perspectiva cualitativa, el interés reside centralmente en la descripción. Se trata de interpretar y comprender al objeto de estudio en contextos situacionales, desde la perspectiva de los mismos sujetos implicados en prácticas y sentidos; abordando aspectos dinámicos, no generalizables. Para el logro de los objetivos de la investigación desde la perspectiva señalada, se ha optado por un diseño exploratorio; considerando que los estudios sobre el tema son incipientes y requieren de un abordaje inicial capaz de abarcar e integrar diversas dimensiones y aspectos. Por otra parte, el diseño es de carácter empírico, a fin de captar el punto de vista de los actores sobre significados y prácticas del rol del tutor, en el marco de las particularidades de cada contexto institucional; identificando perfiles, manifestaciones y situaciones, en los distintos sistemas de actividad.

El estudio incorpora además una perspectiva descriptiva en el análisis de los datos obtenidos, utilizando categorías que permiten comprender y/o explicar las principales dimensiones que abarca el tema de estudio. La indagación empírica produjo un trabajo de campo con relación a un conjunto de universidades argentinas, a través de la aplicación de distinto tipo de instrumentos de recolección de datos. Por un lado, se administraron cuestionarios y se realizaron entrevistas con tutores y coordinadores de proyectos de tutorías; por el otro lado, se utilizaron fuentes documentales, a través de la recopilación de reglamentaciones y textos institucionales de carácter público, accesibles vía Web o proporcionados por los actores participantes. La información obtenida fue elaborada a través del análisis de contenido. Los datos recogidos a través de los cuestionarios y entrevistas y a través de la documentación institucional, fueron organizados en matrices de contenido, utilizando las categorías de análisis fundadas en el marco conceptual: dimensiones e indicadores construidos en función de los “tres planos de la actividad sociocultural” de Bárbara Rogoff. El análisis cumple la función de describir en forma comprensiva la información obtenida (Fernández Ballesteros, 1996). Se adhiere a la formulación de Cook y Reichardt (1996), en cuanto a las posibilidades de conciliar análisis cualitativos y cuantitativos.
Procesamientos
Fueron incluidos procesamientos cuantitativos, de modo de resaltar la dimensión de los análisis cualitativos, favoreciendo la comprensión y explicación de la complejidad y multidimensionalidad de los problemas en estudio. El análisis de la información documental contempla los aportes metodológicos de Rosa Rivero, Huertas y Blanco Trejo (1996), sobre análisis de contenido y carácter del documento. Particularmente, en cuanto a la interpretación de las funciones que cumple la normativa institucional en el ámbito del conocimiento a que hace referencia, los significados que define en su ámbito y las transformaciones que puede desencadenar su aplicación.

En síntesis, el marco teórico elaborado ha permitido fundamentar la investigación en los enfoques socioculturales, de modo de orientar la elaboración de instrumentos y la construcción de categorías de análisis. A su vez, el trabajo empírico –recolección de datos y análisis posterior– ha implicado una revisión y ampliación del marco teórico; así como también la reelaboración de las categorías de análisis establecidas inicialmente. Ha sido posible además, un proceso de construcción teórica, que condujo a la formulación de las “configuraciones del rol del tutor”, identificadas a partir de la aplicación de las categorías al análisis de los datos.
El rol de un tutor puede variar según el contexto específico, pero generalmente implica varias responsabilidades clave:
- Apoyo académico: Ayudar al estudiante a comprender conceptos, resolver problemas y mejorar sus habilidades en áreas específicas, ya sea matemáticas, ciencias, idiomas u otras materias.
- Guiar el aprendizaje: Facilitar el proceso de aprendizaje, proporcionando recursos, actividades y orientación para que el estudiante pueda adquirir conocimientos de manera efectiva.
- Mentoría: Ofrecer orientación personalizada, motivación y apoyo emocional para el crecimiento integral del estudiante, tanto académico como personal.
- Establecer metas y seguimiento: Ayudar al estudiante a fijar metas realistas, crear planes de estudio y realizar un seguimiento del progreso para asegurarse de que se esté avanzando adecuadamente.
- Comunicación: Mantener una comunicación efectiva con el estudiante y, en algunos casos, con los padres o tutores legales para informar sobre el progreso académico y discutir estrategias para mejorar.
- Adaptabilidad y flexibilidad: Ser capaz de ajustar el enfoque de enseñanza según las necesidades individuales del estudiante, adaptándose a su estilo de aprendizaje y ritmo.
- Resolver dudas y preguntas: Estar disponible para responder preguntas, aclarar conceptos y ayudar a superar obstáculos que el estudiante pueda encontrar en su proceso de aprendizaje.
- Promover la autonomía: Fomentar la independencia y el pensamiento crítico del estudiante para que pueda aprender a aprender por sí mismo.
- Evaluar el progreso: Realizar evaluaciones periódicas para medir el avance del estudiante y ajustar las estrategias de enseñanza según sea necesario.
- Ser un modelo a seguir: Inspirar al estudiante a través del ejemplo, demostrando habilidades de aprendizaje, resolución de problemas y actitudes positivas hacia el estudio.
Estos roles pueden variar dependiendo de si el tutor trabaja de forma independiente, en una institución educativa formal o como parte de un programa específico de tutoría.
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1. Configuración Tradicional del Tutor:
En este modelo, el tutor tiene un rol centralizado y de autoridad. El tutor es quien organiza, supervisa y guía el proceso de aprendizaje de los estudiantes, basándose principalmente en actividades académicas y la orientación profesional. En esta configuración, se destaca una fuerte relación de tutoría centrada en la acumulación de conocimientos y la supervisión directa del rendimiento académico.
Características:
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Intervención directa en el proceso académico.
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Enfoque en el desarrollo académico y la resolución de problemas estrictamente académicos.
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Poca interacción con otros actores educativos (familias, otros docentes, etc.).
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Evaluación continua del rendimiento académico y actitudes de los estudiantes.
Ventajas:
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Claridad en la función y objetivos.
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Alta especialización en temas académicos.
Desventajas:
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Enfoque limitado a lo académico, descuidando necesidades emocionales y sociales de los estudiantes.
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Posible distanciamiento entre el tutor y los estudiantes, especialmente en contextos con grandes grupos.
2. Tutor como Mediador Social y Emocional:
Este modelo expande el rol del tutor más allá de lo académico, situando al tutor como un mediador emocional y social. El tutor se convierte en un facilitador que ayuda a los estudiantes a superar barreras emocionales, sociales y psicológicas que puedan interferir en su aprendizaje.
Características:
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Acompañamiento emocional y apoyo psicosocial.
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Prevención y resolución de conflictos interpersonales o familiares.
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Intervención en la mejora del bienestar del estudiante, creando un ambiente de confianza y apoyo.
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Establecimiento de relaciones cercanas y de confianza con los estudiantes.
Ventajas:
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Promoción del bienestar emocional de los estudiantes.
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Mejora en la motivación y en la conexión entre el estudiante y el proceso educativo.
Desventajas:
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Requiere formación y habilidades adicionales en psicología y habilidades interpersonales.
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Posible dilución de la función académica si no se equilibra correctamente con el apoyo académico.
3. Tutor como Coordinador de Red de Apoyo:
En esta configuración, el tutor no solo trabaja de manera individual con los estudiantes, sino que asume el papel de coordinador de una red de apoyo que incluye a otros docentes, familias, psicólogos y otros profesionales. El objetivo es ofrecer un acompañamiento integral a los estudiantes, teniendo en cuenta sus diversas necesidades.
Características:
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Colaboración estrecha con otros docentes y profesionales (psicólogos, orientadores).
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Tareas de coordinación entre los diferentes miembros de la comunidad educativa.
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Incorporación activa de las familias en el proceso educativo del estudiante.
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Adaptación flexible de los métodos de intervención según las necesidades particulares de cada estudiante.
Ventajas:
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Enfoque integral en el apoyo al estudiante.
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Mejora en la comunicación y colaboración entre docentes, familias y otros profesionales.
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Respuesta más efectiva a estudiantes con necesidades complejas.
Desventajas:
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Puede ser difícil de implementar si no hay un apoyo institucional adecuado.
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Requiere un esfuerzo extra en términos de coordinación y comunicación.
4. Tutor como Facilitador de Aprendizajes Autónomos:
Aquí, el tutor asume el rol de facilitador del aprendizaje autónomo. En lugar de enfocarse en la transmisión de conocimiento, el tutor se centra en ayudar a los estudiantes a desarrollar habilidades de autoaprendizaje, gestión del tiempo y toma de decisiones.
Características:
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Fomento de la autonomía y la autogestión del aprendizaje.
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Orientación sobre herramientas de aprendizaje autónomo (tecnologías, recursos educativos, etc.).
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Desarrollo de habilidades metacognitivas en los estudiantes para que puedan autorregularse en su aprendizaje.
Ventajas:
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Promoción de la independencia y responsabilidad en el aprendizaje.
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Adaptabilidad a diferentes ritmos y estilos de aprendizaje.
Desventajas:
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Requiere que los estudiantes tengan cierta madurez y motivación para gestionar su propio aprendizaje.
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Puede ser un reto para los estudiantes que no están acostumbrados a un enfoque autónomo.
5. Tutor como Facilitador de Competencias Profesionales:
En el contexto de la formación profesional, el tutor también puede asumir el rol de facilitador de competencias profesionales, acompañando a los estudiantes en su desarrollo de habilidades prácticas y conocimientos técnicos relacionados con su futuro laboral.
Características:
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Orientación profesional y asesoramiento sobre las oportunidades en el mercado laboral.
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Desarrollo de competencias prácticas a través de actividades simuladas y prácticas reales.
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Vinculación de los contenidos académicos con las demandas del mundo laboral.
Ventajas:
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Los estudiantes se sienten más preparados para su futura carrera profesional.
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Mayor conexión entre la formación teórica y la práctica profesional.
Desventajas:
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Requiere una actualización constante de los conocimientos sobre el mercado laboral.
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El enfoque puede ser demasiado específico, lo que limita la flexibilidad del proceso de aprendizaje.