¿QUÉ ABARCA EL ACOSO ESCOLAR?

¿QUÉ ABARCA EL ACOSO ESCOLAR?

FENÓMENO

 

El fenómeno de la violencia escolar está recibiendo en los últimos tiempos una gran atención, ya que con bastante frecuencia aparecen en los medios de comunicación noticias de hechos violentos protagonizados por escolares que causan alarma por su crueldad y persistencia, si bien no deja de ser la parte visible de un fenómeno más amplio y profundo que forma parte de la cotidianeidad en la que viven muchos escolares. Ya de entrada el problema tiene dificultades en cuanto a su definición, pues no hay acuerdo en las conductas a incluir, si bien la violencia es considerada como una más de esa variedad de conductas que se dan. A nivel general, el acoso escolar engloba toda conducta que repercute en el desarrollo normal de la vida en la escuela, dificultando la convivencia e interfiriendo en el aprendizaje del individuo (Díaz Aguado, 2000). Pero los verdaderos problemas estriban a la hora de marcar los límites entre lo considerado adecuado e inadecuado; intentar aclarar esa frontera requiere considerar la génesis y evolución de esos comportamientos en la historia individual de cada sujeto situándolos dentro de su contexto.

¿QUÉ ABARCA EL ACOSO ESCOLAR?

Donde las cosas parecen más claras es en la manifestación más extrema de esos comportamientos inadecuados, como es la violencia; dicha agresión implica el uso deliberado de la fuerza física o del poder, ya sea en grado de amenaza o efectivo, con el ánimo de causar daño físico o psicológico. En el otro extremo las cosas se tornan más confusas e indeterminadas, pues resulta difícil precisar la intencionalidad del agresor hacia la víctima. En el cuadro que sigue recogemos distintos tipos de agresión en el medio escolar y que la investigación suele considerar. En general, cuando se habla de conductas de indisciplina en el medio escolar suelen centrarse en un abanico amplio de manifestaciones que van desde altercados simples, causados al mobiliario, por ejemplo, hasta episodios más violentos contra compañeros y, a veces, contra el propio profesorado. Bien es verdad que las manifestaciones violentas más graves, sobre todo las dirigidas contra las personas, suelen producir alarmismo y conllevan medidas de carácter sancionador, sin embargo la mayoría de episodios de hostigamiento que acontecen en los centros educativos suelen ser de poca intensidad y muchos no salen a la luz. Precisamente por ello el problema debe ser detectado a tiempo, ya que cuando emerge, suele ser una pequeña manifestación del mismo y detrás hay toda una historia de sufrimiento.

 

Escolar 

Esta característica hace que el acoso entre escolares esté asociado a cierta pasividad, a veces se minimiza por desconocimiento o por ausencia de acusaciones; con frecuencia, las víctimas del acoso sufren la presión directa e indirecta de compañeros que, con amenazas, consiguen inhibir iniciativas de acusación ante los profesores. Los hostigadores conviven con sus víctimas y otro sector del alumnado observa la situación como espectadores pasivos, satisfechos o temerosos por no ser ellos objetivo de tal violencia. Así se han acuñado los términos de «testigos pasivos» o de «círculo del silencio» que neutraliza la difusión de señales de aviso, prolongando el sufrimiento de las víctimas (Oñate y Piñuel, 2005). El fenómeno resulta un tanto paradójico, ya que si bien suele ser ampliamente rechazado por los escolares, la intervención real de los escolares para neutralizarlo es baja: solo el 10% admite la posibilidad de hacer algo para ayudar a un compañero víctima de acoso (Cowie y Jiménez, 2004).

¿QUÉ ABARCA EL ACOSO ESCOLAR?

Otra característica del acoso escolar es que va variando a lo largo del ciclo evolutivo, siendo más persistente en edades tempranas, concretamente en Primaria y en niños menores de 11 años, donde se expresa en formas de agresión física fácil de apreciar, pero se va sofisticando a medida que los individuos crecen, adquiriendo más tarde un cariz sutil bajo formas de insultos, menosprecio o difamación. Con frecuencia, los preadolescentes acosadores generan bulos falsos sobre sus víctimas, les hacen el vacío, les «roban» los amigos o los enemistan con ellos usando chantajes o tergiversando las cosas. Incluso fuera de la escuela la víctima no puede sentirse segura, ya que continúa siendo objeto de burlas, acusaciones e insultos a través de las redes sociales, sin que en muchos casos la víctima esté al tanto del nivel de crueldad virtual desplegado en torno a su persona.

 

Redes sociales 

Para los escolares las redes sociales gozan de ciertas ventajas: no es presencial y la libertad de expresión, tal como la entienden ellos, les da alas para manifestar lo que opinan de otros y machacar a sus víctimas. Todo ello bajo un halo de anonimato favorecido por ordenadores personales, claves de acceso, los login y los alias. El foco de propagación puede ser el hogar familiar sin que los padres sean conscientes de lo que de allí sale al exterior.

 

El acoso escolar, también conocido como «bullying», abarca una amplia gama de comportamientos agresivos y perjudiciales que ocurren en el entorno escolar. Estos comportamientos pueden ser tanto físicos como verbales, y a menudo tienen como objetivo intimidar, humillar o dañar a otros estudiantes. El acoso escolar puede manifestarse de diversas maneras, y a menudo implica una desigualdad de poder entre el agresor o agresores y la víctima. A continuación, se detallan algunos de los aspectos que abarca el acoso escolar:

  1. Acoso Verbal: Incluye insultos, burlas, amenazas, chismes y comentarios ofensivos dirigidos a la víctima.
  2. Acoso Físico: Implica agresiones físicas, como golpes, empujones, pellizcos, robo de pertenencias y cualquier forma de contacto físico no deseado.
  3. Acoso Relacional o Social: Se refiere a la exclusión social, la difamación y la manipulación para aislar a la víctima de sus compañeros o para dañar su reputación.
  4. Acoso Cibernético o Ciberacoso: Se lleva a cabo a través de medios digitales, como mensajes de texto, correos electrónicos, redes sociales y aplicaciones de mensajería. Incluye amenazas, difamación, difusión de rumores y acoso en línea.
  5. Acoso Sexual: Implica comportamientos no deseados de naturaleza sexual, como comentarios inapropiados, insinuaciones, solicitudes sexuales no deseadas y, en algunos casos, abuso sexual.
  6. Acoso por Prejuicio: El acoso basado en prejuicios incluye comportamientos discriminatorios relacionados con la raza, la religión, la orientación sexual, la identidad de género u otras características personales.
  7. Acoso Homofóbico y Transfóbico: Se dirige a estudiantes LGBT+ y puede incluir insultos, exclusión, comentarios ofensivos y amenazas relacionadas con la orientación sexual o la identidad de género.
  8. Acoso por Discapacidad: Involucra hostigamiento y discriminación hacia estudiantes con discapacidades, lo que puede incluir insultos, exclusión social y negación de derechos.
  9. Acoso Racial o Étnico: Se centra en la discriminación y el hostigamiento basados en la raza, la etnia o la nacionalidad de la víctima.

 

Editorial Luis Bonilla. Expertos en enseñanza, formación a distancia, tutores cualificados y con variedad de cursos online.

 

 

1. Tipos de acoso escolar

📌 Acoso físico

  • Golpes, empujones, patadas.

  • Robo o destrucción de pertenencias.

  • Bloqueo del paso o encierro en espacios reducidos.

📌 Acoso verbal

  • Insultos y apodos ofensivos.

  • Burlas sobre la apariencia, habilidades o condiciones personales.

  • Amenazas y comentarios hirientes.

📌 Acoso psicológico

  • Manipulación emocional.

  • Chantaje y amenazas veladas.

  • Exclusión social o aislamiento forzado.

📌 Ciberacoso (Cyberbullying)

  • Difusión de rumores o información privada en redes sociales.

  • Mensajes ofensivos o amenazas en línea.

  • Creación de perfiles falsos para hostigar a la víctima.


2. Actores involucrados en el acoso escolar

  • El agresor: Puede actuar solo o en grupo, ejerciendo su poder sobre la víctima.

  • La víctima: Persona que recibe el acoso y sufre sus consecuencias.

  • Los espectadores: Pueden ser testigos pasivos o cómplices al no intervenir para detener el acoso.

  • Los adultos responsables: Docentes, directivos y familias que tienen el deber de prevenir y abordar el problema.


3. Consecuencias del acoso escolar

🔴 En la víctima:

  • Ansiedad, depresión y baja autoestima.

  • Bajo rendimiento académico.

  • Aislamiento social y desmotivación.

🔴 En el agresor:

  • Normalización de la violencia.

  • Riesgo de conductas delictivas en el futuro.

🔴 En la comunidad escolar:

  • Ambiente de miedo y tensión.

  • Pérdida de confianza en la institución educativa.


4. ¿Cómo prevenir y abordar el acoso escolar?

Desde la escuela:

  • Implementar programas de sensibilización y convivencia.

  • Fomentar el respeto y la empatía entre estudiantes.

  • Establecer protocolos claros de actuación ante casos de acoso.

Desde la familia:

  • Fomentar el diálogo y la confianza con los hijos.

  • Estar atentos a señales de cambios emocionales o de comportamiento.

  • Enseñar el respeto y la resolución pacífica de conflictos.

Desde la sociedad:

  • Sensibilizar sobre la importancia de erradicar el acoso.

  • Promover espacios seguros y de apoyo para los jóvenes.

Facebook
Twitter
LinkedIn

Compártelo en redes

Utilizamos cookies para asegurar que damos la mejor experiencia al usuario en nuestra web. Si sigues utilizando este sitio asumimos que estás de acuerdo. VER