Potencia aplicada

Potencia aplicada

Resultados 

 

Desde los liderazgos se pueden sostener procesos y también medir resultados. Pero sostener un proceso no necesariamente genera impacto. Lo que garantiza impacto transformador y aprendizaje, más allá del resultado, es la capacidad que tengan los líderes de generar potencia, incluso –y podríamos decir que sobre todo– cumpliendo roles de seguidores. Porque sin potencia puede encararse un proceso pero difícilmente se alcance impacto. Dos de las principales potencias a aplicar son: la potencia del liderazgo lúcido, y la potencia difusa que produce el líder cuando se deja liderar. Veamos.

Potencia aplicada

Potencia del liderazgo lúcido: se centra en la capacidad que tiene el líder de aplicar potencia a los procesos sociales para definir su rumbo. Refleja la aptitud en definir estrategias para disputar poder y la actitud con la que administre el poder en la medida que lo vaya obteniendo. Un liderazgo lúcido no es el que interpela el poder ajeno, sino las propias capacidades. Un liderazgo lúcido no es el que trata de imponer su propia lógica, sino el que interpreta la lógica de aquellos que operan el modelo que se aspira a transformar. Sólo siendo concientes de las propias capacidades y conocedores de los paradigmas ajenos, estaremos en condiciones de generar la potencia necesaria para la disputa de poder.

 

Líder

Potencia del líder liderado: la otra potencia que genera el líder, paradójicamente, no se crea cuando lidera, sino cuando pasa a ser liderado. Es lo que podemos denominar “potencia difusa”. Pero difusa no desde el sentido de dispersa, diluida o liviana, sino desde la revalorización de la densidad intangible, de la potencia invisible y del poder virtual. El liderazgo es útil socialmente cuando se construye en pos de un objetivo común. Ese objetivo, muchas veces para ser alcanzado, requiere que el liderazgo alterne y sean otros líderes o el fluir de la realidad –el otro gran flujo, además del liderazgo– quienes marquen el rumbo. En esos casos, el líder lúcido sabe que su liderazgo también es ejercido cuando da un paso al costado. Hay cientos de ejemplos de líderes que, incluso, han perdido para ganar.

Potencia aplicada

El líder lúcido sabe cuándo ejercer liderazgo visible y cuándo dejar que sea el contexto el que lidere activamente. El líder lúcido conoce perfectamente la diferencia entre ostentar liderazgo y detentar poder. Ser el líder de un resultado no es ejercer el liderazgo de un proceso. Muchas veces el líder necesita ser liderado para recuperar la perspectiva sobre sus propias estrategias. El líder, al ser liderado, recobra perspectiva, y eso implica optimizar la potencia de su visión. El líder lúcido debe confundirse entre sus seguidores –y también entre aquellos que desea transformar– para evitar confundirse entre sus estrategias. El secreto de un líder transformador es que no lo vean llegar, porque lo visible se neutraliza, en cambio, lo difuso es invisible a la lógica del modelo imperante, que necesariamente, está preparado tan sólo para operar desde y sobre lo que comprende, lo que le es tangible y puede materializar en una decisión.

 

La potencia aplicada se refiere a la cantidad de energía o fuerza que se ejerce para llevar a cabo una tarea o alcanzar un objetivo específico. En el contexto de la realización de tareas o la consecución de metas, la potencia aplicada puede influir en los resultados de diversas maneras:

  1. Eficiencia en el trabajo: Una mayor potencia aplicada, en términos de esfuerzo y recursos, puede conducir a resultados más eficientes. Si se dedica más energía y recursos a una tarea, es probable que se complete más rápido y con menos obstáculos.
  2. Calidad de los resultados: La potencia aplicada puede influir en la calidad de los resultados. Si se aplica una potencia suficiente y se presta atención a los detalles, es más probable que se obtengan resultados de alta calidad. Esto es especialmente importante en tareas que requieren precisión y atención.
  3. Compleción de tareas: La potencia aplicada puede determinar si una tarea se completa o no. Si la potencia aplicada es insuficiente o se abandona antes de terminar, es poco probable que se logren los resultados deseados.
  4. Cumplimiento de objetivos: La potencia aplicada está directamente relacionada con el logro de objetivos. Si se aplica la potencia necesaria y se mantiene el enfoque en los objetivos, es más probable que se alcancen.
  5. Resistencia y superación de obstáculos: Una potencia aplicada adecuada puede ayudar a superar obstáculos y desafíos. Cuando se enfrentan dificultades, una mayor potencia aplicada puede ser necesaria para vencerlas.
  6. Sostenibilidad y resistencia a largo plazo: La potencia aplicada no se trata solo de esfuerzo momentáneo, sino de mantener un esfuerzo constante a lo largo del tiempo. La sostenibilidad de la potencia aplicada es importante para lograr resultados sostenibles a largo plazo.
  7. Alineación con estrategias y planificación: La potencia aplicada debe estar alineada con una estrategia y un plan efectivos. Es importante aplicar la potencia en la dirección correcta y de acuerdo con una planificación adecuada.
  8. Aprendizaje y mejora: La potencia aplicada también puede influir en el proceso de aprendizaje y mejora. Al dedicar esfuerzo y energía a tareas desafiantes, es posible aprender y desarrollar nuevas habilidades que mejoren los resultados en el futuro.
  9. Optimización de recursos: La potencia aplicada puede ayudar a optimizar la utilización de recursos. Cuando se aplica la potencia adecuada, se pueden utilizar recursos de manera más eficiente, lo que puede afectar positivamente los resultados económicos y ambientales.

 

Editorial Luis Bonilla. Expertos en enseñanza, formación a distancia, tutores cualificados y con variedad de cursos online.

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