Medicinas que no curan

Medicinas que no curan

Naturaleza 

L’art de la médecine consiste à distraire le malade pendant que la nature le guérit.

El arte de la medicina consiste en distraer al enfermo mientras la naturaleza lo cura. VOLTAIRE

Los médicos deben tener la precaución de evitar los diagnósticos incorrectos, porque uno de los errores más frecuentes en medicina es administrar el medicamento correcto para la enfermedad equivocada.

Los errores más frecuentes de diagnóstico, o mejor las circunstancias que pueden hacer que un remedio no solo no funcione, sino que, además, sea lesivo, incluso mortal para el enfermo, son las siguientes:

  • Diagnóstico tardío.
  • Fallos en la administración o interpretación de las pruebas diagnósticas.
  • Inexistencia, pérdida o falta de revisión de la historia clínica del paciente.
  • Enfermedades relacionadas, o existencia de una enfermedad subyacente que no ha sido detectada.
  • Medicamentos a los que el enfermo es hipersensible o alérgico.
  • Medicamentos con efectos secundarios o con interacción cruzada con otros fármacos.

Llegado a este punto, usted se preguntará si no se ha equivocado de libro, porque usted creía que íbamos a hablar de formación continuada.

Verá; la cosa funciona así: pensemos en la empresa como en el cuerpo humano. Si usted sigue la teoría de los sistemas, que es organicista, no le será difícil establecer este paralelismo.20

Si comparamos la empresa con un cuerpo humano, podemos comparar las disfunciones de la misma (baja productividad, alta conflictividad laboral, exceso de piezas fabricadas defectuosas, quejas de los clientes, etc.) con las enfermedades.

Y siguiendo con el símil, el médico que intenta curar las disfunciones de un enfermo sería el equivalente al consultor interno o externo que trata de solucionar los problemas financieros, de marketing, de formación… de la empresa.

Establecido ya el paralelismo, supongamos que le encargan a usted que establezca una serie de acciones de formación tendentes a solucionar un problema empresarial.

A usted, tanto si es formador interno como externo, lo que le gusta es dar cursos, del mismo modo que a un cirujano lo que le gusta es operar. Pero si a un cirujano al que le pidieran que realizara una operación quirúrgica para solucionar una enfermedad que tiene como mejor prescripción la administración de un medicamento, determinados ejercicios físicos y un cambio de alimentación, este cirujano –si es un profesional ético– rechazará la intervención quirúrgica por arriesgada y menos eficaz que otro tratamiento diferente, incluso más sencillo.

Pues bien: eso tiene que hacer usted si le proponen que dé uno o varios cursos de formación para solucionar problemas que requieren otro tipo de tratamientos.

Identifiquemos primero los tipos de enfermedad que se presentan comúnmente en las empresas:

  1. Problemas en relación con el ciclo económico o vital. Los taxistas en nuestro país se encuentran en la actualidad ante uno de estos problemas: han surgido empresas de coches con conductor, o sin él, que proporcionan servicios equivalentes a los del taxi a mejores precios y con otras ventajas añadidas. ¿Qué podría hacer un curso de formación destinado a los taxistas para solucionar este problema?21 Por otra parte, los taxistas también desplazaron a los cocheros hace unos ochenta años.
  2. Problemas organizativos. Una empresa de propiedad familiar que conocí en una ocasión tenía un problema de ineficiencia de gestión generalizada. El problema principal era que la tal empresa había cometido algunos de los errores comunes en las empresas familiares: la alta dirección estaba en manos de los miembros de la familia valieran o no para el puesto que desempeñaban; los hijos de los fundadores se incorporaban a la empresa en puestos directivos pasando por encima de empleados no miembros de la familia más capacitados; el poder estaba muy centralizado… Si le piden a usted que dé unos cursos de motivación para empleados, porque parece que la motivación anda un poco por los suelos, lo más seguro es que el curso no sirva para nada, o que incluso dé a los formandos un motivo más para vislumbrar lo que podría ser y no es… (L)
  3. Problemas de motivación. Si los empleados se sienten mal pagados; si parece que obtener un incremento salarial depende más de la docilidad y afección a los jefes que al desempeño profesional, si las promociones no siempre se dan a los más aptos; si la comunicación interna es inexistente o incluso tóxica, es lógico que los colaboradores se encuentran desmotivados. De poco serviría el mejor curso del mundo de motivación laboral para cambiar la situación.

Entonces, ¿cuáles son los problemas para los que sí está indicada la formación? La respuesta es: los problemas relacionados con el saber, el saber hacer y, hasta cierto punto, el saber estar. Esto es, la adquisición o modificación de los conocimientos, la adquisición o modificación de destrezas, tanto manuales como de interacción personal, los relacionados con las actitudes.

En todos los demás casos, si está usted muy apurado, entiendo que acepte el curso, pero sea consciente de que no va a modificar el statu quo. Y si no está muy necesitado de trabajar, explíquele a su cliente que su problema no se va a curar con su curso de formación ni con cualquier otro curso que exista. Antes bien, puede que los participantes aprovechen los conocimientos, destrezas y actitudes adquiridos para irse a otro sitio donde caliente más el sol. Ya sé que este consejo le puede hacer perder ingresos, pero recuerde que, en esta vida, lo que pierde el cuerpo lo gana el alma.

 

Existen ciertas medicinas que, si bien pueden aliviar síntomas o controlar enfermedades, no tienen la capacidad de curar por completo algunas condiciones:

Tratamientos Sintomáticos:

  • Analgésicos y Antiinflamatorios: Alivian el dolor y reducen la inflamación, pero no tratan la causa subyacente de la afección.
  • Antihistamínicos: Controlan los síntomas alérgicos, como picazón o estornudos, pero no eliminan la alergia en sí.

Terapias de Mantenimiento o Control:

  • Medicamentos para el Control de Enfermedades Crónicas: Pueden controlar síntomas y retrasar la progresión de enfermedades como la diabetes o la hipertensión, pero no las curan definitivamente.
  • Tratamientos para Enfermedades Autoinmunes: Modulan la respuesta inmunitaria y reducen la inflamación, pero no curan la condición subyacente.

Tratamientos Paliativos:

  • Cuidados Paliativos o Tratamientos para Aliviar el Dolor: Alivian el malestar en pacientes con enfermedades terminales, pero no pueden revertir el curso de la enfermedad.

 

Editorial Luis Bonilla. Expertos en enseñanza, formación a distancia, tutores cualificados y con variedad de cursos online.

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