Los instrumentos de mediación
La interacción social
Además, las interacciones interpersonales son en sí mismas mediadas por medios auxiliares…”el medio social y los instrumentos de mediación, a través de los procesos de interiorización, poseen un carácter formativo sobre los PPS”. (Baquero, 1996: 48). Vigotsky (1988) diferencia en los instrumentos de mediación a las herramientas físicas, que se orientan a objetos externos para la modificación del mundo, de las herramientas psicológicas –o signos– que se orientan al mundo social para la modificación del otro y de sí mismo. Los signos son medios que implican significado y sentido y tienen un carácter social. Se los usa para comunicarse con otros –para mediar en el mundo social– y también para mediar en las interacciones con el propio yo. Es a través del dominio y apropiación de estos instrumentos o tecnologías de representación y comunicación, que se adquieren los mismos PPS (Moll, 1993). El pensamiento resulta ser entonces la característica de un sujeto en actividad social con otros. El lenguaje es un ejemplo claro de este sistema de signos, que si bien tiene una función comunicativa orientada a los demás, también tiene efecto en el desarrollo cognitivo, en cuanto se orienta hacia el mismo sujeto. “Todo signo … es un medio de comunicación … y un medio de conexión de ciertas funciones psíquicas de carácter social.
Trasladado a uno mismo, es el propio medio de unión de las funciones en uno mismo, y … sin este signo el cerebro y sus conexiones iniciales no podrían convertirse en las complejas relaciones en que lo hacen gracias al lenguaje” (Moll, 1993: 54). Un concepto central en la teoría sociocultural es que los instrumentos de mediación, como el lenguaje, no son externos a nuestra mente sino que son parte de la misma. La constitución del sujeto cultural implica un dominio creciente de los instrumentos de mediación, en un proceso que parte de un uso externo y que culmina en la interiorización de los mismos, con un mayor control y regulación de las operaciones psicológicas. Wertsch (1998), a través del enfoque sociocultural de la acción mediada, ha desarrollado el tema de los instrumentos de mediación, explicando las maneras en que los procesos mentales están inherentemente unidos a escenarios culturales, históricos e institucionales. Define la mediación como el proceso por el que las herramientas y los signos se incorporan a la acción humana y le dan forma en modos que resultan fundamentales. Un supuesto central es que los medios o herramientas psicológicas no son sólo facilitadores de las formas de acción, sino que moldean las acciones humanas, alterando el flujo y la estructura de los PPS; reorganizando las funciones de modo radical (Baquero, 1996). Wertsch (1998) analiza el uso de los instrumentos de mediación en ámbitos educativos, señalando que los mismos contribuyen a perfilar prácticas institucionales específicas, conformando y direccionando las funciones interpsicológicas e intrapsicológicas y constituyendo identidades específicas.
Sistemas de clasificación
Pueden citarse como ejemplo los sistemas de clasificación y de etiquetado de alumnos, como categorías institucionalmente situadas y generadoras de modelos de pensamiento específicos. No suele advertirse, por lo general, el poder configurador de las prácticas que tienen estos instrumentos como herramientas culturales; produciéndose entonces la “naturalización” de las categorías o sistemas de representación empleados en la clasificación o derivación de alumnos en el dispositivo escolar. Lacasa (1997) también menciona la importancia de los instrumentos de mediación en las prácticas educativas. Es necesario insistir en que la construcción del conocimiento, científico o cotidiano, se apoya en instrumentos materiales o simbólicos que se inscriben en el conjunto de prácticas que lleva a cabo una comunidad. Esos instrumentos mediatizan las relaciones sociales y dirigen la actividad de los individuos. En el ámbito educativo, los instrumentos simbólicos fundamentales están vinculados a los sistemas de numeración y cálculo, a la escritura o el discurso. Pero también existen instrumentos concretos –simbólicos y materiales– que median en la construcción de los conocimientos; tales como los textos, ordenadores, guías, o modelos de enseñanza. A los fines de esta investigación, cabe preguntar por los particulares instrumentos de mediación seleccionados y utilizados por los tutores. Y en cuanto al mismo “dispositivo de intervención tutorial”, qué tipo de práctica institucional específica configura y qué procesos y acciones direcciona como instrumento de mediación. También resulta relevante saber si existen instrumentos construidos específicamente en el marco del desempeño del rol, y cuáles son los discursos de los tutores respecto de sus características y potencialidades de utilización.
Con relación a los distintos tipos de instrumentos mediacionales, algunos autores enfatizan la centralidad de los intercambios discursivos en clase, analizados como funcionamiento psicológico intersubjetivo. Pueden señalarse los desarrollos teóricos de Edwards y Mercer (1988) y Cazden (1991), que atribuyen un importante efecto cognitivo a los formatos discursivos utilizados por los profesores en las clases. Estas formas de comunicación son dispositivos de andamiaje particulares que han sido investigados en distintos niveles educativos. Wertsch y Bivens (1992), identifican dos tipos de formatos de los procesos de andamiaje, con sus respectivas herramientas, que constituyen categorías posibles para el análisis de los instrumentos de mediación privilegiados en los dispositivos tutoriales. Según el énfasis y la perspectiva seleccionada, las visiones sobre los procesos interpsicológicos pueden referir al “modelado” o a “la mediación discursiva”; siendo relevante considerar las tensiones que las mismas pueden implicar en sus usos, así como los aportes que pueden brindar en el ámbito instruccional. En la interpretación de modelado, el funcionamiento interpsicológico se entiende como la manera de brindar modelos para los procesos intrapsicológicos. Los tutores desempeñan un rol regulador que gradualmente es apropiado e internalizado por los tutelados. Wertsch y Bivens (1992), señalan que generalmente se describe este proceso como transición de la ‘regulación por el otro’ a la ‘autorregulación’. Los autores advierten sobre los usos y significaciones actuales del modelado, muchos de los cuáles podrían no ser tan consistentes con el planteo original de Vigotsky.
Interpretaciones restringidas
Existen interpretaciones restringidas, que trazan un paralelismo directo entre el funcionamiento interpsicológico y el intrapsicológico, al considerarlo una mera copia de un modelo externo en uno interno. En estos casos, el rol del tutor consiste en modelar las formas apropiadas de regulación, para que el tutelado se las apropie. En cambio, las interpretaciones postvigotskianas sobre los orígenes sociales del funcionamiento psicológico individual vinculadas a la noción de modelado, han generado investigaciones muy productivas en distintos sentidos. Si bien es poco lo que se sabe sobre las dinámicas implicadas en esta transición de la “regulación por el otro” a la “autorregulación”, un rasgo común en las mismas es que durante el funcionamiento interpsicológico, los alumnos organizan sus procesos mentales a partir de preguntas y directivas usadas estratégicamente por el tutor. Están involucrados complejos procesos, que han sido identificados en algunos aspectos. Pueden mencionarse los aportes de Wertsch (1988) que argumenta en relación con el habla egocéntrica, y de Rogoff (1993) con sus investigaciones sobre “participación guiada”con adultos y niños en el marco de la resolución de problemas. También pueden citarse los trabajos sobre “enseñanza reciproca”de Palinscar y Brown (1984) con tareas de diálogo, resúmenes y lecturas, en experiencias con grupos que, por sus características especiales, necesitan mayor asistencia para realizar la transición hacia el plano interpsicológico. En todos estos casos, la evolución entre los planos intersujetos a intrasujetos se produce a través de un proceso de apropiación a partir de intervenciones organizadas por el tutor. Otro aspecto a considerar, que es clave en el proceso, es que en la mayoría de estas experiencias, el modelado integra la participación en interacciones dialógicas. Cazden (1991) aplica las reconceptualizaciones sobre el término de andamiaje al ámbito de la enseñanza y del discurso en el aula.
Enfoca la estructura básica de los ambientes de aprendizaje, la enseñanza recíproca y la metáfora del discurso como reconceptualización y recontextualización. Uno de los programas señalados por la autora, es el programa tutorial RR –Reading Recovery Program para alumnos con dificultades; que admite una lectura desde la teoría de Vigotsky. En este caso, todo el programa funciona como un andamiaje; siendo la tutoría un dispositivo a través del cual se posibilitan cambios en las formas de mediación y el desarrollo de una progresiva toma de conciencia sobre los propios procesos intelectuales. Los ejemplos señalados, destacan la importancia de la visibilidad de los procesos y del papel activo de los alumnos, siendo la agencialidad del sujeto una propiedad fundamental a tener en cuenta. Puede citarse también a Gallimore y Tharp (1990), que amplían a través de su propuesta el espectro de formatos en la mediación, con una teoría de “la enseñanza como desempeño con ayuda en contextos educativos”, teniendo en cuenta características contextuales más amplias. Incorporan perspectivas teóricas muy diversas, e identifican seis formas de ayudar al desempeño: modelo, manejo de la contingencia, realimentación, instrucción, interrogación y estructuración cognitiva (p. 213). Las formas de ayuda son consideradas además en función de los distintos contextos, ya que hay entornos –como los urbanos e industrializados en la sociedad occidental– en que los medios de ayuda dominantes parecen ser los lingüísticos.
Sociedades
En cambio, el modelado y la realimentación se utilizan en todas las sociedades. También se identifican experiencias centradas en directivas de entrenamiento y modelado, con mayor independencia de situaciones de interacción dialógica. Se aproximan a ejercitaciones sobre la base de instrucciones que deben ser imitadas, con mayor énfasis en lo intrapsicológico e individual. En estas miradas que enfatizan el proceso de interiorización como copia de lo externo a lo interno, está implicada una visión de los tutelados como sujetos pasivos. Las interpretaciones de “modelado” en los procesos de tutoría a partir de la teoría vigotskiana, no resultan fértiles para prescribir modelos más o menos adecuados de intervención, pero sí para comprender qué formas de funcionamiento interpsicológico pueden dar origen a procesos psicológicos individuales en ambientes educativos, identificando luego implicaciones prácticas. La segunda interpretación que señalan Wertsch y Bivens (1992) que puede hacerse sobre las ideas de Vigotsky, es la “visión de mediación discursiva”, cuyo supuesto es que la transición de los procesos interpsicológicos a los intrapsicológicos está formateada por el lenguaje como instrumento de mediación fundamental. Esta visión se sustenta en los desarrollos de Lotman sobre las dos funciones de los discursos.
Su argumentación sobre el dualismo funcional tiene implicaciones diferentes según predomine en las interpretaciones una función unívoca o dialógica del discurso, en lo que respecta a la comunicación que se utiliza en el funcionamiento interpsicológico e intrapsicológico. En el primer caso, la comunicación es vista como transmisión de información y en el segundo, como un dispositivo inteligente para entrar en contacto dialógico con otros y generar nuevos significados a través del debate, cuestionamiento, rechazo o apropiación. En síntesis, la noción de mediación es esencial en la teoría de Vigotsky y siempre involucra determinados instrumentos mediacionales. Los aportes teóricos mencionados permiten enmarcar el concepto de andamiaje en una perspectiva más amplia y problematizadora, en tanto la mirada en los mecanismos intersubjetivos remite al concepto de mediación y a las herramientas utilizadas en dicho proceso. Resulta clave identificar en las funciones del tutor, los formatos de interacción que se enfatizan en el proceso de transición de la “regulación por el otro” a la ‘autorregulación’; así como los particulares instrumentos utilizados.
En el marco de la teoría sociocultural de Vygotsky, los instrumentos de mediación son herramientas, símbolos o sistemas que ayudan a facilitar el aprendizaje y la resolución de problemas. Estos instrumentos actúan como mediadores entre el individuo y su entorno, permitiendo que las personas accedan a un conocimiento más complejo y puedan realizar tareas que de otro modo serían difíciles o imposibles de llevar a cabo por sí mismos.
Algunos ejemplos de instrumentos de mediación son:
- Lenguaje y comunicación: El lenguaje es uno de los instrumentos de mediación más importantes. Permite la comunicación con otros individuos y posibilita la adquisición de conocimiento, ya que a través del lenguaje se transmiten ideas, conceptos y experiencias.
- Herramientas y tecnologías: Cualquier herramienta física, como una calculadora, un ordenador o un libro, que ayude a realizar una tarea o amplíe las capacidades del individuo, puede considerarse un instrumento de mediación.
- Sistemas simbólicos: Incluyen sistemas de signos, como el lenguaje escrito, las notaciones matemáticas, los mapas, los diagramas, que representan y organizan información de manera simbólica, facilitando la comprensión y el procesamiento cognitivo.
- Normas sociales y convenciones culturales: Las reglas, prácticas y normas sociales dentro de una cultura específica también actúan como instrumentos de mediación al guiar el comportamiento y las interacciones sociales, influyendo en el aprendizaje y la comprensión.
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