Liderando en la práctica

Líder
En términos prácticos, un líder humilde sostiene un equilibrio entre los papeles de supervisor, intervisor e intravisor. Nadie puede ser un supervisor veinticuatro horas por día. Supervisar significa ver las cosas desde arriba, o sea, ver más y, a partir de esa visión, actuar. En momentos de crisis o de urgencia impostergable, necesita tener una mano más firme, pues la situación exige una respuesta rápida y apropiada. No es hora de oír opiniones. Tiene que orientar. Por ejemplo, si la casa está en llamas, el padre de familia tiene que dar orientaciones rápidas y firmes, y no convocar a una reunión con los hijos para decidir si deben apagar el fuego con baldes, mangueras o arena. Los momentos no críticos pueden ser aprovechados para fortalecer las relaciones con los colaboradores y la de ellos entre sí.

Desarrollar la confianza y la confiabilidad, generar mayor participación del grupo, ayudar al grupo a que, en forma consciente, descubra su potencial. Todo esto forma parte del trabajo que llamamos de “intermisión”, o sea, ver las cosas entre uno y otro. Es compartir, escuchar más e inspirar. Para ser buenos líderes, necesitamos ser buenos líderes de nosotros mismos, simultáneamente. Para lograrlo, debe de haber alguna práctica de fortalecimiento interno, de recargar las baterías personales. Eso nos ayuda a mantener el entusiasmo, incluso en situaciones difíciles, creando estabilidad y confianza en el equipo. Seis pasos para la humildad y una reflexión final para fortalecerla Para desarrollar el líder interior (tan importante para la humildad) hay seis pasos: Volverse un observador desapegado de las escenas a su alrededor. Reflexionar sobre su valor intrínseco. Reconocer que la mayor parte de su potencial aún está dentro de usted, esperando para ser despertado. Dejar lo pasado en el pasado.
Equilibrio
Verificar si está alineado con su propósito mayor. Equilibrar su visión. Comenzar a ver no solamente lo que le parece, sino las necesidades de las personas que lo rodean y lo que las situaciones exigen. Al centrar mi atención en el proceso del pensamiento, en la pequeña sala detrás de mis ojos, me vuelvo un observador desapegado… Siento que me desapego de todo lo que me rodea. Ahora puedo concentrarme en mis pensamientos… tengo conciencia de que la vida prosigue a mi alrededor… acciones pasadas, preocupaciones presentes, compromisos futuros… dejo lo pasado en el pasado.

Mis roles, las relaciones, las responsabilidades y rutinas, todos tienen su lugar, pero me di un tiempo a mí mismo para meditar sobre mis cualidades innatas… aquellas cualidades que más aprecio… pienso en la paz, en la dicha, en el amor… y pienso por unos segundos en aquellas cualidades que mejor me hacen sentir… Todo lo que necesito ser está dentro de mí, esperando el momento para manifestarse… advierto que yo soy el comandante de mi mundo interior… las cualidades que necesito para ejercer mis roles en el mundo están bajo mi control… soy el líder de mí mismo… reconozco dentro de mí un potencial inmenso… siento que este potencial está listo para florecer… depende de mí…
Servicio
Estoy consciente de mi propósito mayor de servir, de ayudar, de inspirar… me siento alineado con este propósito; marca el rumbo de mis pensamientos, sentimientos, acciones… En esta conciencia puedo apreciar la situación que tengo ante mí… puedo ver los antecedentes, la importancia que tiene en términos de todo el sistema y sus consecuencias futuras… puedo observar a mis colegas… veo las particularidades de cada uno y lo que necesitan para dar más de sí mismos en la tarea…
«Liderando en la práctica» se refiere a la idea de que el liderazgo efectivo se demuestra principalmente a través de las acciones y comportamientos diarios de un líder en lugar de simplemente en sus palabras o títulos. Es un enfoque que destaca la importancia de liderar con ejemplos concretos y autenticidad:
- Modelo de comportamiento: Los líderes efectivos son modelos a seguir para su equipo. Deben demostrar los valores, ética y estándares de comportamiento que esperan de sus seguidores. Si un líder espera que su equipo sea puntual, ético y dedicado, debe ser el primero en mostrar estos rasgos.
- Comunicación clara y abierta: Los líderes efectivos se comunican de manera clara y abierta con su equipo. Escuchan activamente a sus empleados, responden a sus preguntas y preocupaciones, y comparten información relevante de manera transparente.
- Toma de decisiones informadas: Los líderes toman decisiones basadas en datos y hechos, en lugar de impulsos o preferencias personales. Se aseguran de entender completamente la situación y consideran las implicaciones a largo plazo de sus decisiones.
- Apoyo y desarrollo del equipo: Los líderes no solo dirigen, sino que también apoyan y desarrollan a su equipo. Esto implica proporcionar orientación, oportunidades de aprendizaje y el reconocimiento del esfuerzo y el logro de los empleados.
- Fomento de un ambiente de trabajo positivo: Los líderes crean un ambiente de trabajo positivo y saludable. Esto incluye la promoción de la colaboración, la gestión de conflictos de manera constructiva y la promoción de un equilibrio entre el trabajo y la vida personal.
- Adaptabilidad: Los líderes se adaptan a las circunstancias cambiantes y demuestran resiliencia frente a desafíos. Son capaces de ajustar su enfoque y estrategia cuando sea necesario.
- Responsabilidad personal: Los líderes son responsables de sus acciones y decisiones. Reconocen cuando cometen errores y toman medidas para corregirlos.
- Inspiración: Los líderes inspiran y motivan a su equipo. Comparten una visión clara y emocionante y ayudan a los empleados a ver su contribución en la consecución de objetivos más amplios.
- Empoderamiento: Los líderes empoderan a su equipo dándoles autonomía y responsabilidad para tomar decisiones y asumir la propiedad de sus tareas.
- Consistencia: La consistencia en la aplicación de estándares y políticas es importante para que los miembros del equipo sepan qué esperar.
Editorial Luis Bonilla. Expertos en enseñanza, formación a distancia, tutores cualificados y con variedad de cursos online.
🧭 ¿Qué significa liderar?
Liderar es movilizar personas hacia una meta común, promoviendo su crecimiento, el trabajo en equipo y el sentido de propósito. Pero más allá de la definición, liderar se demuestra en el día a día:
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En cómo se gestionan los conflictos.
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En cómo se responde ante la incertidumbre.
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En cómo se escucha y se toma en cuenta al otro.
Un verdadero líder no busca seguidores, sino otros líderes en formación.
⚙️ Claves del liderazgo en acción
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Coherencia: Hacer lo que se dice. La integridad es la base de la credibilidad.
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Empatía: Comprender lo que el otro siente y necesita. Escuchar con atención genuina.
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Visión: Ver más allá del presente y contagiar entusiasmo por el futuro.
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Decisión: Saber actuar en momentos críticos, sin paralizarse por el miedo.
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Capacidad de adaptación: Leer el contexto, cambiar de rumbo si hace falta, y seguir guiando.
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Fomentar la autonomía: Delegar no es soltar, es confiar. Se trata de empoderar.
🔄 El liderazgo como práctica cotidiana
El liderazgo no se da solo en reuniones estratégicas o grandes decisiones. También ocurre en pequeños gestos:
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En cómo se saluda por la mañana.
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En cómo se responde a un error del equipo.
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En cómo se celebra un logro, aunque sea mínimo.
Liderar es una actitud constante, un modo de estar presente con responsabilidad y humanidad.
🌟 El impacto del liderazgo auténtico
Un liderazgo practicado desde la ética y la sensibilidad puede:
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Motivar sin manipular.
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Resolver sin destruir.
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Guiar sin dominar.
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Acompañar sin invadir.