Las prendas

Estilistas 

Desde el momento en que las prendas llegan a manos del estilista, tanto el diseñador como el relaciones públicas o la boutique esperan que este se ocupe del cuidado de las mismas.

Esto significa proteger las prendas —ya sea durante el almacenaje como en su transporte hacia las sesiones fotográficas—, asegurarse de que no estén manchadas de maquillaje, de que no desaparezcan del set y, básicamente, de que sean devueltas en las mismas condiciones en que llegaron. Cualquier prenda utilizada durante una sesión de fotos debe estar meticulosamente documentada, con el nombre del diseñador o de la marca, la descripción de la prenda y el precio de la misma; esto resulta de vital importancia para el estilismo editorial, porque los lectores necesitan conocer los precios y la información sobre los puntos de venta de cualquier prenda que aparezca en la publicación.

El portfolio

Elaborar y mantener actualizado el portfolio resulta esencial para conseguir nuevos encargos como estilista; así, nuestro portfolio debería contener los mejores ejemplos de nuestro trabajo. Por regla general, cuando una sesión fotográfica finaliza y las fotografías han sido seleccionadas y retocadas, el fotógrafo proporciona al estilista las imágenes finales para que este pueda incluirlas en su portfolio. En el caso de los editoriales de moda, además de las fotografías pueden incluirse las correspondientes páginas recortadas de la revista.

Aspectos de la profesion

El estilista freelance

Trabajar como estilista freelance puede resultar un desafío, ya que se corre el riesgo de que el trabajo sea irregular y de que algunos proyectos sean cancelados; tampoco se cuenta con un salario fijo ni con vacaciones o bajas laborales pagadas. El aspecto positivo es que trabajar de manera independiente ofrece la oportunidad de conocer a gente nueva, de colaborar en proyectos variados y de viajar. Los buenos estilistas suelen estar representados por un agente que les busca trabajo, haciendo llegar su portfolio a clientes potenciales; por cada encargo que consiga, el agente recibirá un porcentaje de los honorarios del estilista.

Aspectos administrativos

El estilismo conlleva una considerable labor de administración, ya que debe mantenerse un registro de las prendas tomadas en préstamo y conservar los comprobantes de la fecha y del modo de envío de las mismas (bien mediante mensajero o en persona).

En el caso de los estilistas freelance, el papeleo se incrementa sobremanera, ya que estos deben también conservar, con fines fiscales, los justificantes de gastos (como, por ejemplo, los resguardos relacionados con tareas de estilismo) y las facturas.

La forma de vida del estilista

No solemos ser conscientes de las exigencias físicas del trabajo de estilista, que requiere grandes cantidades de energía para acarrear abultadas bolsas de prendas, colgadores o vaporizadores del coche al estudio y viceversa. El estilista está presente durante el montaje de la sesión de fotos y siempre es el último en irse, asegurándose de que el set queda inmaculadamente limpio.

Una agenda de trabajo tan exigente puede tener consecuencias en la vida familiar y social del individuo.

La consultoria de moda

Los estilistas contemporáneos han asumido papeles cada vez más sofisticados: algunos mantienen una estrecha relación con los diseñadores de moda e influyen en el proceso de diseño y de presentación de las colecciones. Como directores creativos, utilizan sus excepcionales aptitudes para la investigación y sus conocimientos para inspirar nuevas colecciones y dirigir desfiles de moda. El nivel de experiencia requerido para ser asesor de moda suele alcanzarse después de trabajar durante muchos años como profesional.

El asistente de estilista

Uno de los caminos que conducen al estilismo es trabajar como asistente, bien de un estilista profesional, bien para una revista o periódico. Aprender la profesión de esta manera constituye un excelente modo de formación que nos hará más independientes. Ser asistente nos permite adquirir habilidades prácticas y aprender trucos del oficio mientras trabajamos y, posiblemente, recibir un salario por nuestra tarea. Conoceremos a gente creativa que puede resultarnos de ayuda para nuestra carrera profesional y es posible que surja la oportunidad de viajar. Es más, si decidimos embarcarnos en un curso universitario de moda o estilismo, lo más probable es que, tras graduarnos, comencemos a trabajar como asistentes.

En primer lugar, debemos encontrar a algún estilista que necesite un asistente o que nos proporcione experiencia profesional; por ser el estilismo un sector competitivo, nos daremos cuenta de que esta es la parte más difícil, ya que deberemos lidiar con cientos de estudiantes universitarios que también desean acumular experiencia en este campo y cuyos portfolios pueden contener ejemplos de trabajos ya producidos. Si tenemos la suerte de encontrar un estilista freelance a quien asistir, es probable que su ritmo laboral sea irregular, por lo que, básicamente, trabajaremos cuando él tenga trabajo; aunque los estilistas pasan por periodos de trabajo constante (incluyendo noches y fines de semana), es posible que en otras ocasiones no estén tan ajetreados. Como asistentes, nuestra remuneración por los servicios prestados puede ser intermitente o inexistente; por regla general, no se empieza a trabajar por dinero, sino por amor a la profesión.

Nuestro enfoque individual a la hora de implementar lo que hayamos aprendido, nuestra capacidad para establecer contactos profesionales y, fundamentalmente, un toque de buena suerte determinarán nuestro éxito en el sector creativo. Establecer contactos profesionales es importante, pero ello no significa que debamos hacerlo solo con aquellas personas a quienes consideremos importantes, ya que podemos encontrar gente afín en cualquier contexto: en exposiciones, en desfiles de moda o en fiestas. Debemos estar abiertos a escuchar lo que otros tienen que decir sobre sí mismos y sobre su trabajo; además de por nuestro talento, nos recordarán y nos volverán a ofrecer trabajo por nuestro trato y nuestra manera de trabajar con los demás.

Editorial Luis Bonilla. Expertos en enseñanza, formación a distancia, tutores cualificados y con variedad de cursos online.