La ley de Henry
Por Maura Morales Pacheco
«El volumen de un gas son las dimensiones del espacio que ocupa un gas. En un sistema cerrado, el gas ocupa todo el volumen del sistema. Así por ejemplo, cuando un gas es metido en un recipiente, se expande uniformemente para ocupar todo el recipiente. Cuando un gas es sacado del recipiente al ambiente tenderá a expandirse por la atmósfera.» Según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística, la profesión sanitaria tiene una presencia mayoritariamente femenina, de tal forma que en 2012, en siete de las once profesiones analizadas había más mujeres colegiadas que hombres, y en las otras cuatro la diferencia sigue acortándose con relación a años anteriores. La presencia de las mujeres en el ámbito de los servicios sociales se ha incrementado de igual manera, por lo que su papel como profesoras, trabajadoras sociales, educadoras o psicólogas es amplio. En lo referente a la educación «en todos los países europeos a excepción de Turquía, las mujeres son mayoría entre el profesorado de primaria… con proporciones que oscilan entre el 65% de Grecia y el 98% de Eslovenia.
En la República Checa, Italia, Hungría, Letonia, Lituania y Eslovenia, apenas hay hombres entre los docentes de este nivel educativo: el porcentaje de hombres es del 5% o menos» (Agencia Ejecutiva en el Ámbito Educativo, Audiovisual y Cultural, 2010). Como afirma la ley de Henry, el espacio que ocupa el gas depende del recipiente en el cual está contenido. Y esto es, como demuestran los datos, lo que ha pasado a lo largo de la historia con las mujeres, a las que durante años se les contuvo en recipientes como el hogar, la preparación para ser una esposa ejemplar, o las carreras profesionales en ámbitos para los cuales se presuponía que servían. Pero ese gas-mujer, un día comenzó a creer en sus capacidades y potencial y a sentirse atrapada y limitada en un recipiente tan pequeño. Y, en cuanto encontró una brecha, comenzó a expandirse por un espacio cada vez mayor, impregnando el espacio con sus valiosas moléculas. Y es que ese gas, entre otras muchas partículas, contiene en su esencia: La capacidad de vincular: ya que cada detalle es importante, como gas que lo rodea todo, es como un abrazo permanente.
Acompañado
Así es como este gas permite sentirse acompañado y nutrido (está lleno de átomos de atención, abrazos, caricias, detalles, tiempo). Como Marcela Lagarde señala: «nosotras somos como las albañilas de la vida». Además, para que este gas sea rico necesita de un proceso de autoconciencia, autocuidado y esa incondicionalidad hacia sí mismas, como posibles tutoras de resiliencia (Lagarde, 2001). Capacidad de reflexión y aprendizaje: una posible tutora de resiliencia reflexiona constantemente, desea aprender nuevas formas de hacer su trabajo, es creativa e intuitiva. Existen varios ejemplos que ilustran la labor de mujeres que dedicaron su trayectoria profesional al bienestar de los y las usuarias con las que trabajaban. Como éste, citado por Ortiz y cols. (2004): «Las médicas pioneras europeas consideraron la higiene y la medicina preventiva como un campo donde ellas podían ejercer influencia y tener autoridad… Al objetivo de educar a las mujeres… se unieron las médicas en calidad de educadoras, y muchas de ellas dedicaron buena parte de su trabajo a la divulgación, especialmente entre mujeres, con el objeto de preservar su salud y la de sus familias.»
Transparencia: una de las cualidades de este gas, es su transparencia. Esto es lo que hace que, a simple vista, sea imperceptible, sin embargo se encuentra en todas partes (cada detalle cobra importancia) por lo que una de sus labores más importantes será embellecer y visibilizar cada una de las fortalezas, capacidades de las personas a las que acompaña a través de su labor profesional. Sin olvidar que cada una de sus acciones está siempre acompañada de confianza y de seguridad. Además, dado que el objetivo perseguido es la autonomía, el gas se dispersa cuando considera que ya no es necesario. En esta misma línea, Pilar Pérez Solando, directora del documental premiado con un Goya, «Las maestras de La República», en el que se recoge el testimonio de mujeres que dedicaron su vida a la docencia y que a través de su relato transmiten una gran pasión por su labor, comenta: «Creo que es necesario, sobre todo en este momento que estamos viviendo, que todo el mundo conozca a estas mujeres tan valientes, tan comprometidas y con tantos deseos de transformar la sociedad… Aprendieron a ser independientes y se convirtieron en icono para unas niñas que iban a conocer otro modelo de mujer distinto al de la mujer tradicional» (Nota de prensa de UGT, 2014). Fortaleza: se define como fuerza y vigor en el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española.
Energía
Y, así como una sola palabra denota la energía, decisión y asertividad, que las posibles tutoras de resiliencia transmiten, es así como una palabra dulce o una conversación seria cobra sentido. La firmeza y constancia del amor, esa fuerza que en algunas ocasiones aparece en mujeres jóvenes como es en el caso de Malala Yousafzai, que al sobrevivir a un atentado en manos de los talibanes, sigue decidida en seguir luchando para que las niñas o mujeres puedan acceder a la educación. En su discurso en la ONU, Malala afirmó: «Sólo soy una chica entre muchas. No hablo por mí misma, sino por todos los que han arriesgado sus vidas y han resultado heridos, los que luchan por el derecho a vivir en paz, a ser tratados con dignidad y en igualdad de oportunidades, a tener derecho a la educación… Cojamos nuestros libros y bolígrafos. Ellos son nuestras más poderosas armas. Un niño, un profesor y un libro pueden cambiar el mundo. La educación es la única solución ¡La educación va primero!» (Antonio, 2013).
Seguramente, al repasar cada uno de los apartados anteriores, parezca que las mujeres son las que pueden llegar a transmitir esas actitudes necesarias para constituirse en algún momento tutoras de resiliencia de quien las elija. Pero hay que tener en cuenta que, a pesar de darles este pequeño homenaje, es justo reconocer la labor de muchos hombres que, al igual que ellas, ejercen con gran pasión su trabajo. Estamos convencidos de que el sexo y los estereotipos de género no deberían ser una línea divisoria en las cualidades y habilidades de los profesionales, pues, en un mundo sin etiquetas, sin diferencias, las personas podrían ejercer su profesión conscientes de todas sus potencialidades, más allá del sexo. La invitación es seguir trabajando con pasión y conscientes de que la labor de las y los profesionales esté inundada de fortaleza, amor, reflexión y una gran claridad para poder VER al otro.
La Ley de Henry, conocida como la Ley de Henry de las soluciones gaseosas, es un principio de la física y la química que describe cómo la cantidad de gas que se disuelve en un líquido es proporcional a la presión parcial del gas. Fue formulada por el químico británico William Henry en el siglo XIX.
La ley establece que la solubilidad de un gas en un líquido es directamente proporcional a la presión parcial de ese gas en la mezcla gaseosa que está en contacto con el líquido. Matemáticamente, se puede expresar de la siguiente manera:
C=k⋅PC=k⋅P
Donde:
- CC representa la concentración de gas disuelto en el líquido (generalmente en mol/L).
- kk es una constante de proporcionalidad que depende de la solubilidad del gas en un solvente específico a una temperatura determinada.
- PP es la presión parcial del gas en la mezcla gaseosa que está en equilibrio con el líquido.
La Ley de Henry es relevante en numerosos campos, incluyendo la química, la oceanografía, la ingeniería química y la fabricación de bebidas carbonatadas, donde la solubilidad del dióxido de carbono en el agua es un factor importante.
Un ejemplo práctico de la Ley de Henry es cómo se disuelve el oxígeno en el agua a medida que aumenta la presión parcial del oxígeno en la atmósfera. Cuanto mayor sea la presión parcial de oxígeno, más oxígeno se disolverá en el agua. Esto es fundamental en la respiración de organismos acuáticos, como los peces, que dependen de la disponibilidad de oxígeno disuelto en el agua.
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