La fuente del liderazgo
Verdadero o consciente
El líder verdadero o consciente nace del esfuerzo interno del individuo y no de cargos, normas o decretos. Ser o no ser ese nuevo líder es una cuestión de comportamiento, carácter y personalidad, que vienen de las actitudes y visión que el individuo usa para guiarse en las situaciones diversas y en las relaciones con sus colaboradores. Estos tres factores en equilibrio –actitudes, relaciones y situaciones– producen la química de un buen liderazgo. En términos de humildad, sería: Una actitud de apertura para entender lo que pasa. Relaciones de confianza construidas a partir del buen trato y respeto. Una comprensión más amplia de las situaciones y libertad de prejuicios. Si dejamos que el comportamiento de los colaboradores o la adversidad de las circunstancias nos dominen, perdemos la autoidentidad tan fundamental para el autorrespeto y la humildad verdaderos.
Así, perderemos el autocontrol que necesitamos para ser líderes. Si mantenemos el foco claro y la fuerza positiva de nuestro carácter, los colaboradores y las situaciones nos ayudarán. Las tres consideraciones de un líder consciente en el sentido de la humildad son: ¿Cómo es mi estado interno? ¿Cómo debo relacionarme con los otros para garantizar la cooperación natural? ¿Cómo debemos hacer las tareas para garantizar el éxito? Aunque ciertos grupos de animales sobreviven como un rebaño sin un líder definido, los grupos humanos que trabajan juntos para objetivos comunes parecen necesitar a quienes estén dispuestos a hacer nuevas lecturas de la complejidad ajena y tengan el coraje de romper con modismos e inclinaciones históricas, si es el caso, para mostrar el camino a los demás. Aunque haya muchos cursos sobre liderazgo –incluso con entrega de diplomas–, un líder verdadero obtiene su aval de sus liderados.
Lider
Basta con hacer una pregunta simple. Si usted se considera un líder, ¿la gente se pone más contenta cuando usted llega o cuando usted se va, o son indiferentes? El líder verdadero, por su humildad genuina, inspira a otros a mostrar lo mejor que tienen para el esfuerzo conjunto. Esto facilita el trabajo y deja a todos contentos. Los ejércitos antiguos de la India estaban compuestos por los maharathis (jinetes de elefantes), la caballería y la infantería. Los maharathis iban adelante abriendo camino para la caballería, que a su vez, facilitaba el camino a la infantería.
El líder es una especie moderna de maharathi que encuentra salidas para situaciones difíciles y facilita el pasaje de los que vienen atrás. Lo hace de tal forma que planta las semillas del liderazgo en los otros también. No necesita tener todas las respuestas en la punta de la lengua, pero es capaz de generar soluciones en forma participativa. A pesar del culto al héroe que vive en el imaginario organizacional con figuras como Jack Welch, Lee Iacocca, Madre Teresa y otros, el líder no necesita estar movido por alguna visión de futuro fulminante y fantástica. Sólo necesita perspicacia en su manera de advertir las posibilidades de la gente y de las situaciones, y confianza en que puede generar un futuro mejor.
Líder humilde
Hay un engranaje constante, necesario para el líder humilde: su propio estado interno, la forma en que se adapta e inspira a sus colaboradores y las situaciones que están ocurriendo ante él. En primer lugar, necesita ver cómo está internamente. Sabe que en la medida en que sea capaz de ser líder de sí mismo, será capaz de liderar a otros. Preserva sus tres anclas internas: Un fuerte sentido de identidad propia, basado en una percepción de sus cualidades innatas y especiales. Un fuerte sentido de propósito, relacionado con la expresión y el futuro de esas cualidades en el mundo. Un fuerte sentido de orientación personal, en términos de relación y actividades. Con esta preparación interna, su carácter se vuelve más sólido y su personalidad más segura. Hay mayor disposición para ayudar y ser positivo, no importa lo que ocurra.
La determinación de la meta interna se vuelve un gran combustible para enfrentar la vida y el trabajo. En segundo lugar, el líder humilde se esfuerza por reconocer y respetar el valor de sus colaboradores. De esta forma, se adapta a la diversidad y acomoda los defectos de aquellos de quienes depende para realizar las tareas. Aprecia la disparidad intelectual y cultural de sus compañeros, y tiene sensibilidad para manejar los problemas que de ésta surgen. Busca siempre el consenso, pero a falta de éste, trabaja para garantizar el consentimiento. En tercer lugar, el líder humilde sabe que las situaciones se le presentan como pruebas de su preparación y entendimiento, o como resultado de los esfuerzos de su equipo como un todo.
Tareas
Advierte la importancia de la creación de una atmósfera saludable que favorezca el éxito de las tareas. El ambiente que el equipo crea con la especial influencia del líder se vuelve una especie de incubadora de oportunidades o de problemas. Hay una historia muy significativa de Mahatma Gandhi que muestra muy bien por qué él reside en los corazones de tantas personas. Una vez, una señora caminó muchos kilómetros con su hija de 16 años, que sufría de diabetes. Cuando llegó frente a Gandhi, le pidió que le dijera a la niña que dejara de comer dulces, ya que su hija no la obedecía. Gandhi se rehusó a dar esa orientación y les pidió que volvieran en dos semanas. La señora no entendió mucho, pero después de pasadas las dos semanas, decidió volver.
De nuevo le pidió: “Señor, dígale a mi hija que no puede comer dulces. Ella no me escucha”. Gandhi obedeció y se lo pidió a la niña, que aceptó hacer el esfuerzo. La señora se quedó sorprendida y dijo: “¿Señor, por qué no hizo esto hace dos semanas? ¡Nos hizo caminar muchos kilómetros de nuevo!”. Gandhi contestó: “¡Ah mi señora!, pero hace dos semanas, yo no había dejado de comer dulces. ¡No podía pedirle a ella que hiciera algo que yo no haría!”. Así que, una de las características más importantes de la humildad es estar preparado a hacer las cosas que les pedimos a los demás que hagan.
El liderazgo no tiene una fuente única y exclusiva, ya que es un concepto complejo y multifacético que puede surgir de diversas fuentes. En lugar de ser una cualidad estática que proviene de un solo origen, el liderazgo se origina en una combinación de factores personales, situacionales y sociales:
- Habilidades y capacidades personales: El liderazgo a menudo se deriva de las habilidades y capacidades personales de un individuo. Estas habilidades pueden incluir la inteligencia emocional, la toma de decisiones, la comunicación efectiva, la empatía y la resolución de problemas, entre otras.
- Carácter y valores: El liderazgo también se basa en el carácter y los valores de un individuo. Los líderes efectivos suelen ser personas íntegras que actúan con ética y honestidad.
- Experiencia y conocimientos: La experiencia y el conocimiento en un campo o industria específicos pueden ser una fuente importante de liderazgo. Los líderes a menudo se destacan por su experiencia y capacidad para tomar decisiones informadas.
- Carisma: Algunos líderes son carismáticos, lo que significa que tienen una presencia magnética y la capacidad de influir en los demás a través de su personalidad y carácter.
- Confianza: La confianza en uno mismo y la confianza de los demás son fundamentales para el liderazgo. Los líderes confiados son más propensos a inspirar y movilizar a sus seguidores.
- Oportunidades y circunstancias: El liderazgo también puede surgir de oportunidades y circunstancias específicas. Por ejemplo, una persona puede convertirse en un líder en una organización debido a la jubilación de un líder anterior o a una necesidad inmediata de liderazgo.
- Situación y contexto: El liderazgo se adapta a la situación y al contexto. Los líderes pueden surgir en situaciones de crisis o en momentos de cambio significativo.
- Reconocimiento y apoyo de los seguidores: El liderazgo no puede existir sin seguidores. Los seguidores reconocen y apoyan a los líderes, y su compromiso es esencial para que el liderazgo sea efectivo.
- Desarrollo y aprendizaje continuo: Algunas personas se convierten en líderes a través del desarrollo y el aprendizaje continuo. Buscan oportunidades para crecer, adquirir nuevas habilidades y ampliar su base de conocimientos.
- Cultura organizacional: En una organización, la cultura y los valores compartidos pueden influir en quiénes son reconocidos y aceptados como líderes. Algunas organizaciones fomentan un estilo de liderazgo participativo y colaborativo, mientras que otras pueden favorecer un liderazgo más autoritario.
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🧠 Liderazgo consciente: Más allá del cargo
Un líder consciente es aquel que:
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Se conoce a sí mismo, con sus luces y sombras.
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Reconoce sus emociones y sabe gestionarlas.
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Se pregunta por el sentido de sus acciones.
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Actúa con propósito y responsabilidad.
Liderar conscientemente implica estar presente, observar sin juicio, y actuar desde un compromiso auténtico con el bienestar común.
🧭 Verdadero liderazgo: No se impone, se ofrece
A diferencia del liderazgo impuesto, el liderazgo verdadero no exige obediencia ciega. Se gana con coherencia, confianza y presencia. Sus raíces son profundas:
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Autenticidad: actuar con verdad.
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Humildad: reconocer que no se sabe todo.
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Servicio: poner el talento propio al servicio del grupo.
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Coraje: tomar decisiones difíciles, incluso impopulares, por el bien común.
🌿 Cultivar la fuente del liderazgo
Para liderar desde esta fuente más profunda, es necesario un trabajo constante:
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Reflexionar: ¿Qué me mueve? ¿Qué tipo de líder quiero ser?
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Escuchar: tanto a los otros como a uno mismo.
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Cuidar el vínculo: el liderazgo ocurre entre personas.
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Ser vulnerable: mostrar la humanidad no debilita, fortalece.
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Aprender a diario: el liderazgo verdadero es un proceso, no un destino.