Joyas.

Brillos eternos en tu piel.

Indiscutiblemente, las joyas tienen poder magnético. Dan un carácter único y propio a la persona que las lleva. Se trata de una inmejorable carta de presentación, otro reflejo —el de más resplandor— de nuestra personalidad. Algo muy personal que, además de complementar un look, marca tu estilo. La moda también se completa con este preciado accesorio que otorga exquisitez y glamour a quien lo lleva.

Las joyas las sueles usar porque lo asocias a algo, porque son un recuerdo o porque consideras que son un amuleto que te protegerá siempre que esté contigo. Tienen un mensaje que van más allá de su componente material, de su valor. Incluso hay quien no se quita nunca determinadas joyas, y eso dice mucho de cada uno. Un aniversario, una fecha especial, un mensaje, un recuerdo tiene su sello, y vestirse con ellas dice algo de tu vida y, por lo tanto, de ti.

Joyas. Brillos eternos en tu piel.

Aunque muchas de las que tenemos nos las han regalado, alguna que otra vez deberíamos darnos el capricho de comprar algo que nos guste. Oro blanco, brillantes, esmeraldas, zafiros, aguamarinas… Las joyas son un lujo que toda mujer se tendría que regalar de vez en cuando. Son una inversión para siempre, que nuestras hijas pueden heredar después.

 

 Cómo llevarlas con acierto

 

El consejo es no llevar muchas a la vez. Mejor quedarte corta que excesivamente adornada, aunque también va a depender mucho de la ropa que elijas. 

  Recuerda: cuanto más básica sea la ropa que lleves, más destacará la joya.

 

 Pendientes 

 

Los pendientes son piezas bastantes complejas a la hora de acertar. Elegir los adecuados no es tarea fácil. Existen muchos tipos y según los combinemos con la ropa adecuada conseguiremos un aspecto u otro. Hay que probar antes de comprarlos. La elección dependerá de la forma de tu cabeza y de tu peinado. Ten en cuenta de que si destacan demasiado se pueden «comer» tu rostro. Ante cualquier duda recomiendo algo muy sencillo, como un solitario. Con el cuello largo suelen quedar genial los pendientes que cuelgan. Si llevas un recogido y tienes la cara alargada también puedes llevar unos largos, pero con volumen. 

Joyas. Brillos eternos en tu piel.

Si tienes poco cuello te recomiendo más bien algo discreto y que quede pegado a tu oreja. Los aros pequeños son, en mi opinión, para gente más mayor, más clásica. Los más grandes son más juveniles. Los recomiendo con strass para llevarlos de noche y sin piedras de día. Te dan un punto de luz, pero también le pueden restar protagonismo a tu imagen, así que si no estás muy segura es mejor prescindir de ellos. 

 

 Collares y gargantillas

 

El escote es el lugar donde primero se te va la mirada cuando ves a una persona, por lo que un collar es un elemento rotundo que otorga un toque sofisticado. Con una gargantilla puedes potenciar un escote pronunciado o bonito, mientras que con un collar largo puedes disimular pecho. Es el efecto visual de la totalidad de un look. 

 

 Anillos

 

Un anillo hasta puede cambiarte la forma en que te expresas: gesticulas más cuando hablas, te apetece mostrarlo, te da seguridad… Parece una tontería, pero marca, y mucho, cómo te sientes el día que lo llevas. 

No combines oro con plata, lo amarillo con lo blanco. Procura que todo lo que lleves sea igual, no mezcles a no ser que la pieza en concreto lleve los tres colores de oro. Tampoco jugaría, por ejemplo, con un anillo de oro rosa y un collar de oro amarillo. 

Puedes mezclar unos pendientes, un anillo y un collar iguales. Póntelos y después quítate lo que consideres que te favorece menos. Y a no ser que quieras coger fama de ser la más recargada de tu oficina, nunca salgas de casa con los tres accesorios.

 

 Relojes

 

Respecto a los relojes, me encantan los que son para el día, creo que dice mucho de la personalidad y estilo de cada uno. No importa la firma como el modelo o tamaño. Si tienes la duda si queda bien para ir de largo o para un evento, puedes prescindir de él. Debes también tener cuidado con la época de verano, puede dejar marcas de sol, y disimularlas es muy difícil… Están de moda los relojes unisex para mujeres, es decir, grandes. Nunca lleves un reloj a una boda, al menos que sea reloj joya. Para una novia tampoco pega nada.

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 ¿Qué nos queda mejor?

 A parte del gusto personal, nuestra elección de reloj, anillo o pulsera para complementar un look va depender, en gran medida, del tipo de muñeca, brazo o mano que tengamos:

— Muñeca gruesa: opta por relojes y pulseras grandes, ya que un reloj pequeño pasara desapercibido.

  — Muñeca delgada: elige complementos medianos o pequeños. Un reloj grande puede parecer prestado o desproporcionado. Los brillantes y de colores fuertes serán tus aliados para crear el efecto deseado.

  — Brazos cortos: se trata de estilizar y alargarlos. No utilices brazaletes anchos, más bien finos. No abuses de cantidad ni tamaño.

  — Brazos largos: podrás lucir lo que quieras, brazaletes anchos, varios, y de todos los colores. 

  — Manos pequeñas: intenta no llevar muchos anillos y que estos no sean grandes. 

  — Manos grandes: te aconsejo llevar la manicura hecha. Lo aconsejo siempre, pero en este caso más. Los anillos pueden ser tu gran baza para desviar la atención hacia ellas. 

 

 PAÑUELOS Y FULARES PARA TU CUELLO

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Un solo pañuelo es capaz de cambiar completamente el look. Es una de las prendas más útiles y que más juego dan. Llevar uno es la manera más fácil de dar colorido a tu imagen, además de protegerte del frío. Y lo mejor de este complemento es que no cuesta una fortuna. El precio dependerá, sobre todo, de la firma y de la calidad. 

Los pañuelos dan mucho juego a la hora de ponerte una chaqueta, un abrigo… Soy partidaria de que si quieres meter un print, lo hagas en el pañuelo antes que en la propia ropa. Eso sí, si te pones uno de mucho color el resto de tu ropa debería ser bastante clásica y sencilla. 

El material con que esté confeccionado —seda, cashmere, lana…— te puede vestir. También permite diferenciar un pañuelo de noche de otro o de una bufanda de día. Las sedas son más apropiadas para el primero. Es lo más en elegancia, pero suele asociarse a gente más mayor que quiere disimular defectos del cuello y dar color a su estilo más clásico. 

El pañuelo es una prenda básica que nunca debe faltar en un bolso. Invierto dinero en el mismo por su vistosidad y su capacidad para dar ese toque de personalidad que todos debemos llevar. Es como un bolso o un reloj, siempre procuro que sean de buena calidad, que estén hechos con una combinación de cashmere, seda y lana. Yo utilizo pañuelos largos incluso en verano, sobre todo por el aire acondicionado en los aviones, en el tren, en el coche…

A la hora de ponérmelos doy una vuelta al cuello y dejo que caigan un poco. Esa caída dependerá del largo que tengan. Haz pruebas para conseguir con el tuyo un toque personal.

Eligir el pañuelo adecuado dependiendo del resto del atuendo: si llevas jeans, vestido, falda… Es cuestión de jugar con él, de probar, de fijarte en las revistas de moda las diferentes maneras de colocárselo. Igual que los hombres con la corbata, hay mujeres que no saben ponerse un pañuelo

 

 LAS GAFAS DE SOL. MIRADAS OCULTAS

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Muchas personas conocidas se esconden tras este complemento que es uno de los que más ingresos reporta a las firmas de moda. Pero no es un accesorio para vestir. Está desaconsejado en cualquier evento, ya sea una fiesta o una boda. Están fuera de lugar. Si se recomiendan en un look de día, de calle, de verano, de playa, para ir conduciendo… Te aconsejo probar muchos modelos hasta encontrar el que más te va. Aparte de tener esa función de protegerte del sol, las gafas de sol te dan ese toque de personalidad que pide tu rostro.

 

 MARCANDO ESTILO CON LAS MEDIAS

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Soy partidaria de no llevar medias a lo largo del año. Me parece mucho más elegante, pero si te las pones procura que no tengan brillo; no hay nada peor que una pierna con brillo, da la sensación de que es más ancha. 

Además, si tienes alguna venita o una imperfección, que es algo que en fotografía se pueda corregir con Photoshop, las medias unifican la piel, aunque hoy en día existen en el mercado cremas que cumplen esta función y aportan, además, un toque de color. Llevarlas te puede aportar más seguridad. A la persona de a pie le transmite la sensación de ir mejor, de ir más vestida.

Si te pones medias en invierno que sean tupidas. Los leotardos con botas, botines y zapatos me encantan. Caben todos los colores, aunque hay que saber elegir a la hora de combinar y escoger el tono para no parecer demasiado infantil. Gris, negro y marrón son mis preferidos. 

Hay que tener cuidado con las medias de fantasía, de las que no soy muy partidaria. Se pueden vestir en alguna fiesta o evento similar, pero solo si tienes las piernas muy delgadas: algunas producen unos efectos ópticos poco favorecedores. Las de rayas, si no se tiene una pierna muy recta, casi perfecta, es mejor abstenerse de usarlas. Me gustan las de rejilla, pero no todo el mundo las sabe llevar… ni se lo puede permitir. Si no estás muy segura de si ponértelas o no, mejor prescinde de ellas. Además, suelen tener un precio elevado y es mejor emplear ese dinero en otro complemento, como una pulsera u otra pieza de bisutería. Si en cambio optas por ponértelas, combínalas con un vestido de un color liso. Hay gente que se pone fantasía en las medias y en todo lo que lleva, lo que produce un importante desajuste en su estilismo. 

 

 LOS CINTURONES. REALZAR LA CINTURA

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El cinturón puede cambiar el volumen de una prenda por completo. El modelo de cinturón no solo depende de la forma de tu cuerpo, sino de los zapatos o el estilo de ropa que vas a llevar. Desde luego que es un complemento que sirve para favorecer el look total. Puede ser una pieza joya e incluso un elemento que perdure a lo largo del tiempo. No suele pasar de moda… Puede estilizar o aumentar ciertas zonas de tu cuerpo, por ello hay que saber colocarlo.

  — El cinturón estrecho es perfecto para marcar la cintura en mujeres con curvas. Diferenciara de manera visual la cintura de la cadera.

  — El cinturón ancho suelen tener hebillas grandes también; funcionan para mujeres más delgadas o de talle recto y pocas caderas.

  — Si se coloca encima de la cintura, potencia el pecho. En la cintura siempre cortara tu cuerpo por la mitad. Será útil si tu talle es largo.

  — Debajo de la cintura, un cinturón marcará el talle. Si eres de talle corto procura que el color del cinturón y de la prenda sean iguales. 

  — En las caderas, servirá para entallar vestidos o blusas anchas. Si llevas pantalones debajo, procura que la camiseta o blusa estén por fuera.

 

 SOMBREROS. NO TODO VALE

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A mi modo de ver los sombreros solo sirven de complemento para looks diurnos. Además, destacaría los sombreros para look casual y aquellos que son para bodas o acontecimientos sociales como las carreras de Ascott, donde el protocolo lo exige.

El sombrero debería ir a juego con el resto del atuendo. De lana, tip bombin, borsalino, dandy…, dependerá de la época de año y de la imagen que quieras dar. Para saber combinarlo fíjate en cómo lo llevan Blake Lively, Kate Moss, Katie Holmes o Sara Carbonero en sus vacaciones… En cualquier caso, a la hora de entrar en un sitio cerrado aconsejo quitarlo. Al menos que el protocolo diga lo contrario.

 

 LOS ZAPATOS. VESTIRSE POR LOS PIES

 

Al pensar en mi vestuario siempre me visto por los pies: primero decido qué zapatos me voy a poner y después qué ropa. Fino como un stiletto, ancho, con cuña. Con altura de vértigo o plano, los zapatos dependen de la actividad que tengamos que llevar a cabo cada día. Y también del tiempo, si llueve o no, si hace frío o calor, hará que elijamos un tacón determinado y un calzado cerrado o abierto. 

Esta elección se complica en estaciones como el otoño y la primavera. No es el caso de la ropa: si hace frío te puedes poner una chaqueta y quitártela en el metro o cuando llegues a tu trabajo. En cambio, en estas épocas de entretiempo sí resulta más difícil acertar con el zapato y, por lo tanto, con el vestuario con el que combinarlo. Y es que no hay nada más ridículo que llevar el zapato inapropiado. No te vas a ir a la nieve con tacones. Si quieres hacerlo en la playa puedes recurrir a la cuña, que siempre vuelve y se fabrica con materiales ligeros y cómodos como el corcho.

Los pies trabajan mucho, así que tienes que preocuparte de calzarlos bien. Por eso, al elegir unos zapatos, asegúrate de que son de tu talla. Para ello, lo mejor es comprarlos al final del día, cuando tus pies ya están hinchados. Y ten en cuenta que el ante y la piel pueden dar de sí, pero a lo ancho, nunca a lo largo. 

Es esencial saber cuál te sienta bien, además de ser cómodo, y cuál usar en cada ocasión. Es fundamental comprarlos de firmas especialistas en la fabricación de zapatos. Otras muchas dedicadas a la moda también sacan línea de zapatos. Estéticamente pueden ser bonitos, pero con eso no basta: tienen que ser muy cómodos, prácticos y realizar perfectamente su función de calzado propiamente dicha. Los zapatos son fundamentales para cambiar un look.

 

Editorial Luis Bonilla. Expertos en enseñanza, formación a distancia, tutores cualificados y con variedad de cursos online.

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