Introducción a la Teoría General

Sistemas
A company with problems is one in which management and employees are not on the same side.
The problem free company is one in which all employees are united and there are no gangs.
Una empresa con problemas es aquella en la que la administración y los empleados no se encuentran en el mismo bando.
La empresa libre de problemas es aquella en la que todos los empleados están unidos y no existen bandos.
La Teoría General de Sistemas (TGS) puede explicarse de muchas maneras. Una de ellas es la formalizada matemáticamente, lo que resulta de extraordinaria utilidad para la resolución de intrincados problemas sistémicos de las ciencias experimentales, pero que complicaría extraordinariamente este libro. Por eso prefiero presentar una versión de andar por casa que espero, sin embargo, que resulte suficiente para los objetivos que me propongo.
Lo fundamental en la TGS es la propia noción de sistema. Un sistema es un algo que consta de partes interdependientes. El postulado central de la TGS es que, en un sistema, el todo es superior a la simple suma de sus partes integrantes. Aplicada al mundo de la organización empresarial, este enfoque sugiere que en la empresa hay que distinguir una serie de subunidades, y de sub-subunidades, pero que el simple análisis de estas partes integrantes no explica suficientemente el funcionamiento de toda la empresa.
Veamos un ejemplo. Un equipo informático, un equipo de fútbol, nuestro propio cuerpo, son sistemas. Todos ellos constan de partes interdependientes. Pero la calidad final del sistema depende tanto de la calidad intrínseca de cada una de esas subunidades, como de las relaciones y adecuación entre ellas.
Así, si mi equipo informático está integrado por componentes de alta calidad y precio, pero mi presupuesto no me permitió comprar uno de los componentes de más precio y opté por un sustituto más barato, la calidad final de las prestaciones obtenidas nunca será superior al peor de todos sus componentes.
Fijémonos en el segundo ejemplo. Podemos considerar que el equipo de fútbol de la Selección Nacional Española es otro sistema, y que cada uno de los jugadores son los subsistemas integrantes. El seleccionador nacional forma su equipo a partir de los mejores jugadores de cada uno de los equipos nacionales, con lo que, en teoría, debería obtener un conjunto maravilloso. Sin embargo, a veces, los aficionados comentan que esta superselección practica un tipo de juego manifiestamente mejorable. La razón esta vez no radica en la baja calidad de los integrantes del equipo, sino en la falta de costumbre de jugar juntos, en la deficiente interrelación entre ellos.
He dejado para el final un tercer ejemplo que, por su inmediatez a todos nosotros, es fuente fecunda de reflexiones perfectamente extrapolables a la realidad empresarial: nuestro propio cuerpo. Casi sin exageración se puede decir que la práctica totalidad de afirmaciones que se pueden predicar acerca del cuerpo humano son perfectamente aplicables a la realidad organizativa empresarial. Veamos algunos paralelismos.

Consecuencias
En una aproximación puramente externa, vemos que nuestro cuerpo está formado por una cabeza, un tronco y unas extremidades. Esta primera aproximación nos lleva al convencimiento de que no todas las partes son igualmente importantes. Así, si como consecuencia de un accidente perdemos un brazo, seguiremos siendo un sistema, incompleto si se quiere, pero un sistema útil para la vida activa. Por el contrario, si como consecuencia del infausto accidente nuestra cabeza ha sido separada del tronco, ya no seremos un sistema, sino un cadáver. Paralelamente podemos afirmar que en la empresa no todas las unidades son igualmente imprescindibles. Subcontratamos la limpieza y el mantenimiento, y no pasa nada. Prescindimos de un servicio propio de seguridad y buscamos a una empresa externa que nos preste esta función, y todo sigue igual. Utilizamos asesores externos en materia de fiscalidad, asesoría jurídica, factoring…, y las cosas siguen marchando, incluso mejor que antes. Pero lo que no podemos subcontratar es la propia dirección de la empresa. La función directiva, como la cabeza en el cuerpo humano, es irrenunciable e imprescindible. Por otra parte, el estado de salud de una persona se encuentra, como en el caso de la cadena de sonido ya mencionada, al nivel del peor de sus órganos. Si esta persona tiene un corazón sanísimo, unos pulmones que da gusto verlos, un hígado maravilloso, pero los riñones no le funcionan bien, es todo él quien está enfermo, no solo los riñones. Aunque a la larga, todos los órganos vitales se verán afectados por aquella disfunción localizada en un órgano concreto.
De la misma manera, si una empresa tiene un buen producto, una buena fuerza de ventas, un eficaz servicio de reparto, pero falla en el servicio técnico posventa, en cuanto los clientes que padecen una avería se vean forzados a esperar durante días, incluso semanas, a que los técnicos vayan a reparársela, acabarán por comprar a cualquier otro proveedor, y esta empresa se irá al hoyo con todos los honores.
Sigamos con los paralelismos. Imaginemos un gimnasta, un culturista que decidiera muscularse progresivamente, y que para ello concibiera un sistema tan demencial como el que enuncio a continuación. Durante seis meses voy a dedicarme a hacer ejercicios del brazo derecho, y cuando haya logrado un desarrollo de este miembro, dedicaré seis meses más al brazo izquierdo. El segundo año lo emplearé para desarrollar sucesivamente la pierna derecha y la izquierda, y en el tercer año trabajaré los abdominales, pectorales y dorsales. Este proyecto estaría, naturalmente, condenado al fracaso. Pues esto lo he visto personalmente afirmar a más de un director de empresa, tenido por sensato: Vamos a hacer del departamento comercial –decía uno de ellos, muy retórico por cierto, y muy florido de lenguaje– la niña bonita de la casa, el espejo donde se miren todos los demás departamentos. Vamos a darle medios, espacio, formación y equipo humano, sin cicatear en el presupuesto. Al año que viene ya nos meteremos con producción, y dentro de tres o cuatro ya abordaremos lo de logística… Mientras tanto, todos los departamentos se coligaban contra el flamante departamento comercial, a causa de sus privilegios, los elevados salarios de sus integrantes y la altanería de los paracaidistas1 recién contratados, haciendo estériles todos los intentos de aquellos por mejorar el nivel de la organización. Como ya advertía Lawrence Peter, el divertido autor de El principio de Peter y de otras obras tan atinadas como regocijantes, hay dos maneras de que a uno le echen de una empresa: por ser absolutamente ineficiente, o por ser tan eficiente que ponga de relieve la ineficiencia de los demás.

Un ejemplo más del paralelismo cuerpo-empresa, a la luz de la TGS.
Como todo el mundo sabe, el cuerpo humano dispone de un sistema inmunológico que lo defiende de las invasiones de las más diversas enfermedades. Cuando ingresa en nuestro cuerpo algún elemento extraño, el sistema inmunológico destaca a unos agentes especiales (los linfocitos T) que identifican a los intrusos, y, o bien descartada toda peligrosidad les permiten la circulación sin problemas, o bien al comprobar su potencial virulencia avisan a los macrófagos, quienes rápidamente los inmovilizan y fagocitan. En lo fundamental, este subsistema inmunológico sirve para impedir que se introduzca en el sistema principal algo capaz de atentar contra él.
Veamos el correlato en la organización empresarial: En un departamento grande de una importante empresa aparece un buen día un nuevo empleado. Nadie da la orden, pero inmediatamente el sistema social destaca a dos o tres linfocitos (o linfocitas) que a la hora del café, o de la comida, se acercan al recién llegado, le hablan, le preguntan de dónde viene, averiguan cuál es su formación, se informan acerca de sus proyectos, le sonsacan, en suma. Inmediatamente vuelven con su veredicto: Parece majo, o bien: No sé lo que se figura este tío, pero aquí no va a durar ni quince días. A continuación el grupo social le somete a un período de observación, tras lo que en unos casos se le admite como compañero, y si el advenedizo no satisface sus expectativas, se le hace el vacío alrededor, no se le ayuda si tiene problemas, no se le defiende si es atacado, hasta conseguir su renuncia espontánea, o su traslado o expulsión del sistema. Este hecho debería hacer reflexionar a los directivos antes de seleccionar a un paracaidista en lugar de propiciar una saludable promoción interna.
La Teoría General es un tema amplio e importante en diversos campos. Estructura:
Contextualización:
- Definición General: Introduce el concepto de Teoría General y su relevancia en múltiples disciplinas.
- Origen y Evolución: Breve historia sobre cómo surgió y se desarrolló la Teoría General.
Principios Fundamentales:
- Interdisciplinariedad: Destaca cómo la Teoría General busca integrar conocimientos de diferentes campos para desarrollar principios y conceptos generales.
- Enfoque Sistémico: Explica cómo se enfoca en comprender la relación entre partes y el todo, y la manera en que los sistemas interactúan.
Ámbitos de Aplicación:
- Campo de Aplicación: Ejemplifica áreas donde se aplica la Teoría General, como la gestión empresarial, la biología, la psicología, entre otros.
- Flexibilidad y Versatilidad: Muestra cómo esta teoría puede adaptarse a diversas disciplinas y situaciones.
Importancia y Contribución:
- Visión Holística: Destaca la importancia de ver el panorama completo en lugar de solo partes aisladas.
- Resolución de Problemas Complejos: Cómo la Teoría General proporciona herramientas para abordar problemas complejos desde una perspectiva integral.
Desafíos y Críticas:
- Limitaciones: Reconoce posibles limitaciones o críticas que se han planteado sobre esta teoría.
- Desafíos Actuales: Menciona los desafíos contemporáneos en la aplicación o desarrollo de la Teoría General.
Conclusiones:
- Relevancia Continua: Destaca la relevancia continua de esta teoría en la comprensión y abordaje de problemas en un mundo interconectado y complejo.
- Perspectiva de Futuro: Reflexiona sobre el potencial y las posibles direcciones futuras de la Teoría General.
Recursos Adicionales:
- Bibliografía Recomendada: Proporciona referencias para aquellos interesados en profundizar en el tema.
Editorial Luis Bonilla. Expertos en enseñanza, formación a distancia, tutores cualificados y con variedad de cursos online.