Integración de tecnologías
Información y comunicación
La integración de las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) como recurso didáctico está presente en la mayoría de los desarrollos normativos españoles y europeos, los cuales orientan y disponen las líneas básicas de los diseños curriculares, desde la etapa educativa infantil hasta la enseñanza universitaria. Sin embargo, las estadísticas del Ministerio de Educación del curso académico 2009-2010 indican que, lejos de disponer de un ordenador por alumno, el número medio de ordenadores —destinado a la docencia directa dentro del aula ordinaria de clase— es de 4,3, siendo en Educación Secundaria y Formación Profesional de 3,8. Se observa que el número medio de profesores por ordenador es de 2,8. Son muchos los estudios que han analizado cómo las nuevas tecnologías inciden en la mejora del proceso de enseñanza-aprendizaje y, por lo tanto, en la adquisición de conocimiento.
Algunas investigaciones han encontrado cierta correlación entre ambos aspectos; sin embargo, es difícil hablar de una relación directa e irrefutable entre el uso de las TIC y la mejora en el aprendizaje, puesto que existen multitud de variables que influyen e intervienen en la adquisición de conocimiento. Por esta razón, el objeto de estudio ha sido modificando. Se está pasando de analizar las potencialidades de las TIC en la educación a investigar qué prácticas docentes desarrolladas con el apoyo de las TIC suponen una mejora en los resultados del aprendizaje. Este será nuestro objetivo como educadores: conocer cómo nuestra práctica diaria, junto con los medios utilizados, están incidiendo en el progreso del instrucción. El informe Indicadores y datos de las Tecnologías de la Información y Comunicación en la Educación en Europa y España, publicado por el Instituto de Tecnologías Educativas en 2010, indica que el profesorado en el aula, durante el curso académico 2008-2009, ha utilizado las TIC como recurso complementario —apoyo a la presentación oral (78,7%), presentación del contenido (62,3%), proporcionar guías y orientaciones (57,5%), etc.— más que como una metodología integradora. Además, se muestra que el uso de las TIC en las aulas es poco habitual en los centros educativos españoles. Los datos indican que el 28,5% de profesores nunca usan las TIC en las aulas y que el 26,4% lo usan semanalmente.
Programación
El Programa Escuela 2.0 destinado a la integración de las TIC en los centros educativos de Educación Primaria (5.º y 6.º curso) y de Educación Secundaria Obligatoria (1.º y 2.º curso), comienza a lo largo del curso 2009- 2010 y contempla el uso del ordenador portátil por parte de cada estudiante y la transformación de las aulas tradicionales en aulas digitales. Las iniciativas desarrolladas se han centrado en proporcionar recursos (acceso a Internet en los centros educativos, ordenadores…), formación técnica y metodológica dirigida al profesorado con el objetivo de integrar los recursos en la práctica diaria. En el segundo punto de este capítulo se estudia el proceso de alfabetización en red, la alfabetización con «A» mayúscula y los principios generales de aprendizaje en los que se sustenta. Posteriormente, en el tercer punto se analizan los principios de aprendizaje en red. En el cuarto y quinto apartado, se presentan dos emergentes formas de aprendizaje: el aprendizaje a través de los videojuegos y el aprendizaje móvil. Para finalizar, se analizan las contribuciones de las áreas curriculares al desarrollo de las competencias básicas por medio de la integración de las TIC en el proceso educativo y se exponen propuestas de actividades concretas para el trabajo por competencias a través de las TIC. 2. EL PROCESO DE ALFABETIZACIÓN EN RED 2.1. Los nuevos alfabetismos El término Web 2.0 está asociado estrechamente con Tim O’Reilly, debido a la conferencia sobre la Web 2.0 de O’Reilly Media en 2004.2 Aunque el término sugiere una nueva versión de la World Wide Web, no se refiere a una actualización de las especificaciones técnicas de la web, sino más bien a cambios acumulativos en la forma en la que desarrolladores de software y usuarios finales utilizan la Web. La Web 2.0, denominado por primera vez por O’Reilly en 2004, ha supuesto una verdadera revolución en diferentes ámbitos de la sociedad, incidiendo de manera evidente en el contexto educativo. Es cualitativamente y cuantitativamente diferente a la web anterior.
Esto implica que al definir la Web 2.0 es necesario hacer referencia a los recursos y diseño en los que se fundamenta. Pero, no solo es una nueva forma de hacer las cosas en Internet, sino que constituye un cambio de filosofía, un cambio de mentalidad. Desde una perspectiva cuantitativa esta nueva red ofrece nuevos espacios de colaboración en red (blog, redes sociales, espacios web, wikis, Webquest, Youtube, etc.) gratuitos, de fácil edición y publicación e interconectados fundamentados en el diseño centrado en el usuario. Desde una perspectiva cualitativa, representa un cambio de paradigma, con fundamentos diferentes en los que se sustentaba la Web 1.0, denominada así una vez que nació la Web 2.0, puesto que al principio nadie sabía que iba a haber otra web distinta. Aunque, como se ha observado en los datos presentados, la situación no ha variado sustancialmente en el sistema educativo desde la Web 1.0. Desde esta perspectiva, Lankshear y Knobel (2008b), consideran que la Web 1.0 no supuso un cambio sustancial en nuestra forma de entender la realidad. A pesar de los desarrollos tecnológicos, en líneas generales, se consideraba que el mundo, como algo estable, no ha experimentado modificaciones relevantes: hacemos lo mismo pero con apoyo de las tecnologías. Las empresas trabajan para desarrollar productos de consumo en red, la generación de estos depende de unos pocos, existiendo una clara división entre productor y consumidor, reforzando la inteligencia individual. Sin embargo, con el nacimiento de la Web 2.0, se considera que hay un cambio de perspectiva, una nueva visión del mundo, donde la forma de acercarnos a la web es muy distinta: el contenido es valorado por su capacidad de divulgación, se desarrollan servicios gratuitos que nos permiten comunicarnos, reforzando la inteligencia colectiva. A diferencia de la mayoría de los productos que se desgastan y estropean por el uso, en la Web 2.0, la utilización del servicio facilita su mejora. Lo que hace al buscador Google grande no es exactamente que sea un artefacto práctico para el usuario, sino que mucha gente lo use. El rol de experto no está situado en una persona concreta, los espacios son abiertos, las prácticas sociales se desarrollan en diferentes entornos, no responden a estándares preestablecidos. Lo importante es la generalización y difusión de las relaciones, conversaciones y redes.
Estos servicios, por tanto, refuerzan la participación y la colaboración, involucran literalmente a millones de personas cuyas contribuciones se suman a algo más grande, como en el caso de la base de datos de información de Wikipedia como una fuente de búsqueda que crece gracias a las aportaciones de los usuarios. Lankshear y Knobel (2008a) plantean un enfoque abierto donde los nuevos alfabetismos tienen una connotación sociocultural, definiéndose como formas de crear, transmitir y comunicar contenidos, en diferentes tipos de formatos, en un contexto social determinado. Las wikis, redes sociales, bloguear, son nuevas formas de comunicarse que utilizan y desarrollan sobre todo la población juvenil y que se han denominado nuevos alfabetismos. Las nuevas prácticas sociales generadas en la web se han considerado ontológicamente diferentes a los alfabetismos más convencionales, desde un punto de vista técnico y desde una perspectiva teórica, que implica el desarrollo de una nueva forma de pensar, donde se da especial importancia a la participación, colaboración y la dispersión (Lankshear y Knobel, 2008a). Los espacios de colaboración como los blogs, las wikis o la creación en relatos de ficción como la fanfiction, son algunos ejemplos. En este contexto, nacen los nuevos alfabetismos, formas innovadoras de crear, transmitir y comunicar contenidos por medio de textos o de cualquier otro formato (dibujos, vídeos,…) que en una determinada sociedad son reconocidos por la mayor parte de la gente. Es decir son prácticas sociales habituales, cotidianas. Entre estos nuevos alfabetismos, en la Web 2.0, encontramos acciones como: bloguear (uso de los blogs), fanfiction (escritura fanfic, narrativa creativa en grupo), diseño y publicación de manga («cómic japonés» donde se combinan las imágenes con las palabras), entre otras. En este contexto, se define la Web 2.0 como una nueva red que integra multitud de recursos y espacios de colaboración abiertos, flexibles y gratuitos, que están en constante revisión y transformación gracias a las aportaciones de los usuarios. Una red que se fundamenta en una nueva filosofía donde el mundo actual se considera consecuencia de la aparición de las tecnologías digitales basadas en la participación e interconexión social.
Desarrollo
El desarrollo de servicios, más que productos, la divulgación de contenidos; el interés por la cooperación y la relaciones sociales, la importancia de la inteligencia y la autoridad colectiva y distribuida son aspectos que la definen como un nuevo espacio y una nueva forma de ver el mundo que influyen directamente en nuestra forma de entender la comunicación y de relacionarnos con el entorno. 2.2. La Alfabetización con «A» mayúscula El término Alfabetizar (con «A» mayúscula) se entiende como un proceso unido a un cambio de mentalidad, que se refleja por una nueva forma de ver el mundo, considerándolo significativamente diferente de cómo era antes de la aparición de las tecnologías de la información y la comunicación (Gee, 2004; Lankshear y Knobel, 2008a). Se va más allá de la noción de alfabetizar como capacidad de enseñar a leer y a escribir y del concepto de alfabetización digital asociado a nuevas prácticas de uso de las TIC. Se concibe la acción de alfabetizar desde una perspectiva social que supone aceptar que enseñar tiene lugar en un marco social y cultural y, por tanto, asumir que lo que ocurre dentro del aula no puede estar alejado con lo que ocurre fuera de ella. En definitiva, Lankshear y Knobel (2008a) consideran que Alfabetizar (con «A» mayúscula) implica una nueva conceptualización del mundo y de una nueva forma de entender la educación, donde se integran las nuevas prácticas sociales.
La integración de tecnologías en la educación implica la incorporación efectiva de herramientas tecnológicas en el proceso educativo para mejorar la enseñanza y el aprendizaje:
Evaluar las Necesidades:
- Identificar Objetivos Educativos: Determinar cómo la tecnología puede mejorar la enseñanza y el logro de objetivos específicos de aprendizaje.
- Analizar Recursos Actuales: Evaluar la infraestructura tecnológica existente y las necesidades de los estudiantes y profesores.
Planificar Estratégicamente:
- Establecer Objetivos Claros: Definir claramente los objetivos que se pretenden lograr con la implementación de tecnología en el aula.
- Desarrollar un Plan de Implementación: Crear un plan detallado que incluya la selección de herramientas, el entrenamiento docente y los recursos necesarios.
Selección de Tecnologías:
- Identificar Herramientas Adecuadas: Elegir tecnologías que se alineen con los objetivos educativos y sean fáciles de usar.
- Asegurar la Compatibilidad: Verificar que las tecnologías seleccionadas sean compatibles con la infraestructura existente.
Capacitación y Entrenamiento:
- Capacitar a los Docentes: Proporcionar entrenamiento completo para que los profesores puedan utilizar efectivamente las nuevas herramientas.
- Apoyo Continuo: Ofrecer recursos y apoyo continuo para que los educadores puedan aprovechar al máximo la tecnología.
Implementación y Evaluación:
- Implementación Gradual: Comenzar con fases piloto antes de la implementación completa para identificar desafíos y ajustar el proceso.
- Evaluar el Impacto: Realizar evaluaciones periódicas para medir el impacto de la tecnología en el aprendizaje y realizar ajustes según sea necesario.
Apoyo y Mantenimiento:
- Soporte Técnico: Proporcionar acceso a soporte técnico para solucionar problemas y asegurar el funcionamiento adecuado de las herramientas.
- Actualizaciones y Mejoras: Mantener las tecnologías actualizadas para aprovechar nuevas funciones y corregir posibles errores.
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