¿HAY CRISIS EN LA ADOLESCENCIA?

ACTUALIDAD
Una cualidad que se ha colado en la actualidad y se asocia con la adolescencia es la de crisis. Es cierto que en esta etapa de la vida muchos individuos tienen dificultades y quizá lo pasen mal; sin embargo, hay que considerar que el proceso de identidad y singularidad que desarrollan los adolescentes se lleva a cabo en el entorno proximal, principalmente en la familia, lo que exige una adaptación a nuevos roles que se establecen para todos los miembros de la familia a medida que el sujeto va madurando. Estos ajustes y cambios a veces acaban provocando descontentos y deterioro en las relaciones paterno-filiales que, en ocasiones, acaban en tensiones. Sin embargo, esta nueva situación no es del todo un inconveniente, tiene algunas ventajas adaptativas, pues genera en el adolescente la necesidad de buscar nuevos escenarios emocionales que sean más satisfactorios para él, en los que busca validar su incipiente identidad, facilitando así un proceso de socialización más autónomo y extenso.

Hablar de la adolescencia como una etapa dominada por la crisis es para muchos una exageración. Considerar la adolescencia como una etapa de anomalías dominada por la rebeldía y el negativismo es más bien producto de la imaginación extraída de escritos y películas del pasado, empeñados en resaltar exageradamente los problemas de los adolescentes. Sin embargo, la realidad puede ser bien distinta, es cierto que para algunos adolescentes y sus padres haya sido difícil convivir en esta etapa, pero para la gran mayoría no ha sido así, siendo muchos los estudios y las referencias que hablan de una transición bastante normal, poco problemática y muy alejada de los tópicos que se le cuelgan a los adolescentes. Según Elzo (2004), de su estudio se deriva que para el 80% de los adolescentes esta etapa transita con total normalidad y con buenas relaciones con los padres, de hecho la familia es una de las cosas más valoradas.
Visión
Cambiar esta visión es importante, pues desde una consideración conflictiva de la etapa pueden derivarse implicaciones educativas de dudosa eficacia, pudiendo inspirar pedagogías que inciten al control y a la represión. Pudo haber sido el justificante de una autoridad impositiva, de posturas de desconfianza, incomprensión y castigos, de manera que más que ayudar entorpecen la cercanía que debe haber entre padres e hijos o entre profesores y alumnos. Quizá tengamos que mover ficha para cambiar esa visión borrosa de la adolescencia y considerarla como una etapa de incertidumbres, desafíos y cambios, pero todo motivado por circunstancias que acompañan al individuo en su camino hacia la vida adulta.

No hay que olvidar que a los adolescentes les toca vivir bastantes situaciones de incertidumbre que les generan tensión y estrés, tienen que conformar una nueva identidad, pero en muchas ocasiones esa identidad depende de circunstancias que escapan a su control, como es el caso de elegir carrera, temor a fracasar en los estudios, a no encontrar trabajo, a pasarlo mal, etc. No cabe duda de que pueden ser circunstancias de mucho peso para un individuo todavía no curtido por la vida y poco experto en el manejo de situaciones complicadas, así que los altibajos, cabreos y problemas que afectan a los adolescentes no serían más que la expresión de sus dificultades para manejarlos de manera satisfactoria.
La adolescencia es una etapa de la vida caracterizada por una serie de cambios y desafíos, y es comúnmente asociada con momentos de crisis y turbulencia. Estos desafíos pueden incluir cambios hormonales, presiones académicas, cambios en la identidad, desarrollo de la autonomía y la toma de decisiones, así como la interacción con amigos y cambios en las relaciones familiares.
En el contexto de la psicología, a menudo se habla de la «crisis de la adolescencia» en referencia a la necesidad de los adolescentes de explorar y definir su identidad, valores y objetivos personales. Esta búsqueda de identidad puede llevar a momentos de confusión y crisis emocional a medida que los adolescentes intentan comprender quiénes son y qué quieren en la vida.
Sin embargo, es importante destacar que no todos los adolescentes experimentan crisis en la misma medida, y la adolescencia también puede ser un período de crecimiento, aprendizaje y desarrollo positivo. La forma en que los adolescentes enfrentan los desafíos y las crisis puede depender de factores individuales, como el apoyo familiar, las amistades y la orientación que reciben.
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Crisis en la adolescencia hoy
🔹 Crisis de identidad
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Los adolescentes buscan definir quiénes son, qué quieren y dónde encajan en la sociedad.
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Influencias como las redes sociales pueden generar comparación constante y baja autoestima.
🔹 Crisis emocional y mental
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Aumento de la ansiedad y la depresión en jóvenes debido a la presión académica, el futuro incierto y el uso excesivo de pantallas.
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Dificultades en la regulación emocional y mayor susceptibilidad al estrés.
🔹 Crisis de relaciones
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Conflictos con la familia por la búsqueda de independencia.
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Relaciones de amistad y pareja más intensas, pero también más frágiles.
🔹 Crisis por el impacto de la tecnología
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Exposición a modelos inalcanzables de éxito y belleza en redes sociales.
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Riesgos como el ciberacoso o la adicción a la tecnología.
🔹 Crisis de valores y creencias
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Cuestionamiento de la autoridad, la moral y las normas establecidas.
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Mayor interés por temas como la justicia social, el medio ambiente y la igualdad de género.
¿Cómo afrontar estas crisis?
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Fomentar el diálogo en familia y escuela.
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Enseñar estrategias de gestión emocional.
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Promover actividades que fortalezcan la autoestima.
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Limitar el uso de tecnología y fomentar la interacción cara a cara.
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Brindar apoyo psicológico si es necesario.