Finalice con una traca
Inicio y conclusión
If you want a happy ending, That depends, of course, on where you stop your story.
Tener o no tener un final feliz depende de donde decidas detener la historia.
Los dos momentos más importantes de un discurso son el inicio y la conclusión.
Lo que más recuerdan los asistentes a un curso es el principio y el final. La razón de ellos es que en el recuerdo actúan dos leyes fundamentales, la ley de la primacía y la ley de la recencia. Por consiguiente, estos son los dos momentos que requieren un mayor cuidado en su preparación.
Se puede comparar un curso al menú de una comida. Evidentemente en toda comida hay un plato fuerte o principal, pero frecuentemente este plato va precedido de unos entremeses y seguido de un postre o final. En todo curso hay un inicio, un nudo y un desenlace. Vamos a tratar del desenlace.
El problema habitual entre formadores no muy experimentados se deriva de la mala planificación del tiempo disponible. Es muy frecuente que, cuando el formador se da cuenta de que anda algo corto de tiempo, intente colocar su curso como pueda. Para ello empieza a hablar a gran velocidad y normalmente sacrifica la conclusión.
Por consiguiente, cada sesión de un curso tiene que haber sido cuidadosamente planificada en el tiempo, disponiendo colchones de tiempo para imprevistos y previendo incluso que en el último momento las necesidades de programación obliguen a un recorte del tiempo inicialmente asignado. Esto quiere decir que hay que prever, incluso, qué partes del curso pueden ser aligeradas u omitidas si fuera necesario.
Algunas recomendaciones para el final del curso:
- Usted tiene que hacer un resumen de las ideas principales del curso. Si ha dispuesto usted papeles en las paredes en las que los participantes hayan ido anotando las ideas principales del curso, tal como se describe en la página 184, puede seguir repasando las frases que allí se hayan reflejado.
- También debería dejar libre algún tiempo para que los participantes expresen sus ideas al final del curso, o lo que más les ha llamado la atención, o lo que van a poner en práctica al día siguiente cuando vuelvan al trabajo.
- Si pensaba regalarles algo a los participantes (una publicación suya, por ejemplo), este es el momento de hacerlo.
- Anime a los participantes a permanecer en contacto para poder seguir desarrollando las ideas del curso.
- Si están realmente contentos, este es el momento de hablarles de ese otro curso que usted tiene preparado que amplía y completa lo que se ha visto en este.
- Al final tiene que pasar un cuestionario de satisfacción, cuyos resultados debe comunicar a la persona que lo contrató a usted.
- Usted puede dar a los participantes la dirección de su página web o de su correo electrónico.
- También puede pedirles permiso para colgar algunas fotos en su página web.
- Es también el momento de repartir los diplomas. Si logra traer usted a un pez gordo de la empresa a este acto, le dará redoblada prestancia al mismo, y permitirá a esa persona mandar un mensaje corporativo al grupo de formandos.
- Si usted ha tomado algunas fotos de los formandos cuando trabajaban en grupo, interviniendo, exponiendo o haciendo una presentación, y también dispone de fotos tomadas en los breaks o en las comidas, puede preparar un movie con una música de fondo apropiada y estas fotografías. También puede intercalar fotos de la localidad en que se ha dado el curso o de las instalaciones de la empresa. A la gente le encantan estas sorpresas en la que los protagonistas son ellos. Este movie no debería durar más allá de dos o tres minutos, y lo normal es que el grupo lo agradezca con un aplauso que a usted le sonará a música celestial, porque será la señal de que ha dado un buen curso.
- Si los participantes no tienen demasiada prisa por marcharse, puede usted ofrecerles un último café o refresco, lo que le dará la ocasión de despedirse personalmente de todos.
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