Experiencias tutoriales
Contextos universitarios actuales
Las experiencias actuales que pueden identificarse en universidades de distintos países, revelan gran variedad de formatos de tutoría para cada una de las funciones categorizadas por Lázaro (1997; 2004); coexistiendo en algunos casos diferentes formatos en el mismo ámbito. Estos formatos varían en función de distintos parámetros: a) los sujetos que ocupan la posición del tutor, b) la modalidad de agrupamiento que incluye la intervención, c) la relación con los otros roles, d) la asimetría entre tutores-tutelados, e) los niveles de estructuración y formalización que adquieran las experiencias, y f) el contexto sociocultural en que se insertan. Más allá de estas diferencias, un elemento fundamental a tener en cuenta en función del perfil de este estudio, es el de las funciones del tutor según el tipo de problema al que intentan responder y de los particulares objetivos que se pretenden. Desde esta perspectiva, la figura del rol puede configurarse de distintas formas según los objetivos sean: a) mejorar-optimizar los aprendizajes de los alumnos, b) solucionar problemas específicos, c) impulsar cambios de situaciones determinadas y/o d) enseñar a través de estrategias metodológicas innovadoras.
En las universidades anglosajonas, hay una importante tradición en experiencias en las que predomina “la función docente para el apoyo en temas y disciplinas específicas” (Miller, Groccia y Miller, 2001; Baudrit, 2000). En general, se tiende a la educación individualizada procurando la profundidad de los conocimientos. Como consecuencia, la práctica docente se distribuye entre las horas de docencia frente a grupo, la participación en seminarios con un número reducido de estudiantes –que trabajan en profundidad un tema común–, y en sesiones de atención personalizada, cara a cara, a las que se denomina tutoring o supervising en Inglaterra; y academic advising, mentoring, monitoring o counseling, en Estados Unidos (ANUIES, 1998). En cuanto a los estudiantes, sus principales actividades son asistir a las sesiones de los cursos, estudiar en la biblioteca, leer, escribir, participar en seminarios y discutir el trabajo con su tutor. Una de las actividades centrales en el sistema tutorial inglés –tutoring– es el trabajo escrito o ensayo que el tutor propone al estudiante, cuya finalidad es enseñar a pensar y a argumentar sobre un tema, como mecanismo para desarrollar su capacidad crítica.
Clases, bibliotecas…
El alumno prepara un ensayo por semana para discutir oralmente con su tutor, lo que no excluye que se utilicen otros apoyos educativos como lecturas adicionales, clases, biblioteca, prácticas en laboratorio, conferencias. También es importante la interacción que se da con otros compañeros en el desarrollo de diferentes actividades académicas (ANUIES, 1998). Estos formatos tutoriales parecen responder al objetivo de optimizarmejorar aprendizajes de todos los alumnos, a partir de un refuerzo de los roles tradicionales. La función tutorial no impacta en un cambio en el rol sino que profundiza el rol docente tradicional, en el marco de los mismos dispositivos institucionales. Otro formato tutorial que se identifica en las Instituciones de Educación Superior es el que se crea para realizar intervenciones compensatorias o remediales destinadas a los alumnos que tienen dificultades académicas de algún tipo. En algunos casos, se formula claramente el objetivo de solucionar problemáticas diversas, a los fines de garantizar la retención y evitar la deserción de la población estudiantil. Para el logro de estos objetivos, se incluyen estrategias de entrevista personal, asesoría y acompañamiento.
En los Estados Unidos, Canadá y algunos países latinoamericanos y europeos, existen centros de orientación gestados en algunos casos desde la década del 30 del siglo XX –Counseling Centers e incluso Academic Advising Centers–, que agrupan a especialistas en Pedagogía y Psicopedagogía, para trabajar en estrecha relación con los profesores. Tienen un lugar definido dentro de la estructura institucional y coordinan las actividades del asesoramiento académico, brindando atención especializada a necesidades personales, sociales y académicas, que desbordan la preparación, el tiempo y las finalidades de la atención formativa propias de la docencia universitaria. Organizan cursos acerca de cómo estudiar, brindan orientación y en algunos casos, desarrollan programas vinculados a la prevención en salud mental, apoyados por psicólogos y psiquiatras. Se incluyen también intervenciones docentes puntuales, en el marco de estos mismos objetivos y para determinados sectores de alumnos (ANUIES, 1998). Estos formatos tutoriales que parecen responder al objetivo de solucionar problemas de los alumnos, también implican un refuerzo de los roles tradicionales y se desarrollan en el marco de los mismos dispositivos institucionales.
Aprendizaje
El foco de atención como variable sobre la cual intervenir, son el alumno y sus dificultades de aprendizaje. En los últimos años, se han instalado otro tipo de experiencias tutoriales, que se diferencian claramente de los formatos previamente descriptos. Las tutorías se incentivan y promueven como una estrategia metodológica vinculada a nuevos entornos de enseñanza, abiertos y flexibles centrados en el alumno, con enfoques curriculares que ponen énfasis en el desarrollo de competencias para el aprendizaje autónomo. En varias universidades europeas, especialmente a partir de los cambios que genera la conformación del Espacio Europeo de Educación Superior (Declaración de Bolonia, 1999; Comisión de las Comunidades Europeas, 2003; Declaración de Praga, 2001; Declaración de Berlín, 2003; Declaración de Bergen, 2005), el rol del tutor comienza a ser planteado como propio y característico del rol docente, en el sentido de que todo profesor es un tutor (Lázaro y Asensi, 1987; Torres, 1996; Boronat, Castaño y Ruiz, 2004). García Nieto (2004) sostiene que a las tradicionales funciones del profesor universitario de docente e investigador debe agregarse la de tutor.
En esta línea, adquiere mayor énfasis un rol destinado a favorecer la intervención sobre aspectos cognitivos para garantizar y optimizar aprendizajes La tutoría universitaria se entiende como una actividad de carácter docente propia del profesorado universitario, si bien en algunas universidades puede implicar una acción especial o diferenciada para favorecer la formación integral de los estudiantes, lo que implica alguna combinación con los formatos previamente descriptos. En otras propuestas universitarias los cambios son de carácter más radical. Las funciones del tutor son de índole académico y/o docente, pero implican cambios en el curriculum, en los roles y en los dispositivos institucionales. Se enmarcan en innovaciones metodológicas con cambios estructurales en los sistemas de organización y gestión institucional –tiempos, espacios, agrupamientos– en las concepciones de conocimiento, enseñanza y aprendizaje, y en los roles de docentes y de alumnos.
Innovaciones
Las innovaciones se orientan en el aprendizaje basado en problemas y en el trabajo por estudio de casos como estrategia didáctica central; se reemplazan las clases magistrales, y los tutores asumen el rol central. La función tutorial es una función docente desde nuevas especificaciones del rol. Una de sus características fundamentales es la alternancia de los aprendizajes entre la universidad y el ámbito laboral-profesional desde el inicio de los estudios. Pueden señalarse experiencias como las de la Universidad de Sherbrooke, en la enseñanza de la Ingeniería (Lachiver, 2003) y en nuestro país, en la enseñanza de la Medicina, como consecuencia de los cambios curriculares operados en los últimos cinco años en universidades de gestión estatal y de gestión privada
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