¿ES LA SOCIALIZACIÓN LO MÁS DESTACABLE DE LA ADOLESCENCIA?

TRASCENDENCIA
No exactamente, aunque sea el momento de mayor trascendencia, no hay que ignorar que la integración de los seres humanos pasa por una serie de etapas. La primera de ellas la podríamos denominar socialización primaria: acontece en el seno de la familia y comprende los primeros años de vida del sujeto. El mundo social del recién nacido es la familia, el conjunto de valores que mantenga la familia representa para el niño el sistema total de valores de la sociedad. Todo lo que el niño aprende y vive a nivel familiar se implantará con gran fuerza en su conciencia y le marcará para el resto de sus días; esta fortaleza tiene algo que ver con la intensa vinculación emocional que se establece en la convivencia familiar.

Poco a poco el niño va desarrollando el concepto del otro y establece una barrera entre él y los demás, adquiere la conciencia de un yo frente a un mundo social que le rodea. La segunda etapa hace referencia a la socialización secundaria, se construye según lo asimilado en la primera y se trata de interiorizar determinados roles sociales que el sujeto adquiere en su relación con instituciones de ámbito social, como el colegio, por ejemplo. En esta etapa, la vinculación emocional cede un poco y adquiere mucha importancia la buena comunicación, ya que es la base del aprendizaje en este momento. Las personas que llevan a cabo este proceso socializador, los maestros y profesores, mantienen cierta distancia respecto del niño y suelen cambiar cada curso, por lo que se le presentan con cierta incertidumbre y anonimato. El niño aprende así a diferenciar entre el rol y las personas que lo ejercen, lo cual permite cargar el peso de la socialización en los contenidos más que en las personas que los emiten.
Adolescencia
El tercer momento socializador coincide con la adolescencia. El individuo ha de conseguir una adaptación integradora en cuanto a su desarrollo físico, estabilidad emocional y armonía relacional intergeneracional. El adolescente adquiere nuevas dimensiones, mayor autonomía y creatividad, practica la abstracción mediante la prueba de hipótesis sobre el mundo y sobre sí. Una característica notoria de esta etapa es el logro de la autonomía personal, a pesar de que la familia sigue teniendo gran peso en lo tocante a valores y creencias, pero cada vez van teniendo más valor las cosas propias y menos las de los padres, que hasta ahora servían como guía y apoyo. A pesar de este proceso diferenciador de la familia, no significa enfriamiento de las relaciones con los padres, pues la mayoría de los adolescentes consideran a la familia como la principal fuente de apoyo que tienen (Elzo, 2004).
La socialización es ciertamente un aspecto destacado en la vida de los adolescentes, pero no es la única característica sobresaliente de esta etapa. La adolescencia es una fase de desarrollo en la que ocurren múltiples cambios y transiciones en diversos aspectos de la vida, incluyendo la biología, la psicología y la socialización. A continuación, se destacan algunos aspectos clave de la adolescencia:
- Socialización: Durante la adolescencia, los jóvenes experimentan un aumento significativo en la importancia de sus relaciones sociales. Establecen amistades más profundas y significativas, exploran la identidad y comienzan a definirse a sí mismos en relación con su grupo de pares. La socialización entre adolescentes es fundamental para su desarrollo social y emocional.
- Desarrollo emocional: Los adolescentes experimentan una amplia gama de emociones intensas y cambiantes. Aprenden a lidiar con estas emociones y a desarrollar habilidades para la regulación emocional.
- Desarrollo cognitivo: La adolescencia es un período de desarrollo cognitivo en el que los jóvenes adquieren habilidades de pensamiento abstracto y crítico. Pueden reflexionar sobre temas complejos y considerar diferentes perspectivas.
- Desarrollo moral: Los adolescentes comienzan a desarrollar una comprensión más sofisticada de la moral y la ética. Comienzan a cuestionar y reflexionar sobre los valores y principios morales que guían sus acciones.
- Desarrollo físico y sexual: La pubertad es una característica clave de la adolescencia, con cambios físicos y hormonales significativos. Los adolescentes también comienzan a explorar y entender su identidad de género y orientación sexual.
- Independencia y autonomía: Los adolescentes buscan mayor independencia de sus padres o tutores. A medida que adquieren habilidades de toma de decisiones, buscan más autonomía en su vida cotidiana.
- Educación y futuro: Durante la adolescencia, se espera que los jóvenes se involucren en su educación y comiencen a planificar su futuro, ya sea en términos de educación superior o elección de carrera.
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1. Construcción de la Identidad
Uno de los procesos más importantes durante la adolescencia es la formación de la identidad. A medida que los adolescentes se relacionan con sus compañeros, amigos y figuras de autoridad, comienzan a definir quiénes son, qué valoran y cómo se ven a sí mismos. La socialización les proporciona la oportunidad de explorar diferentes roles sociales, ideologías y comportamientos, lo que les permite tomar decisiones clave sobre su identidad de género, creencias, intereses y objetivos personales.
Las relaciones sociales juegan un papel clave en esta construcción, ya que los adolescentes, a través de la interacción con otros, comparan, aprenden y ajustan su propio sentido de sí mismos. La aceptación dentro de un grupo social es especialmente importante en esta etapa, ya que la validación externa contribuye a la autoestima y a la confianza personal.
2. Desarrollo de Habilidades Sociales
La adolescencia es una etapa en la que se perfeccionan las habilidades sociales, como la comunicación, la empatía, la resolución de conflictos y la negociación. Los adolescentes pasan mucho tiempo con sus amigos y compañeros de clase, interactuando en situaciones donde deben adaptarse a normas sociales, compartir experiencias y enfrentar conflictos. Esta interacción les permite aprender a manejar sus emociones y comportamientos en diferentes contextos, lo que es esencial para su desarrollo futuro tanto personal como profesional.
3. Pertenencia a un Grupo
La búsqueda de pertenencia es una característica central de la adolescencia. Los adolescentes tienen una fuerte necesidad de sentirse parte de un grupo, ya sea un círculo de amigos, una comunidad, o una red social más amplia. Esto les proporciona una sensación de seguridad, apoyo emocional y una identidad compartida. A través de estos vínculos, los jóvenes refuerzan su sentido de identidad colectiva y aprenden a negociar sus diferencias dentro de un entorno social.
El proceso de pertenecer a un grupo social puede tener un impacto significativo en las decisiones que toman los adolescentes. Las influencias sociales, como la presión de grupo, también juegan un papel importante, ya que los adolescentes son más susceptibles a conformarse con las expectativas y comportamientos del grupo para encajar.
4. Exploración de Nuevas Ideas y Valores
La adolescencia es una etapa de exploración de ideas y valores. Los adolescentes suelen desafiar las normas familiares y sociales para desarrollar su propio sistema de creencias y opiniones. En este proceso, la interacción con otras personas les permite exponer sus pensamientos y opiniones a una variedad de perspectivas. La socialización con personas de diversos orígenes, culturas y creencias fomenta el pensamiento crítico y les permite construir una visión del mundo más compleja y matizada.
5. Desarrollo Emocional y Relaciones de Pareja
Las relaciones interpersonales en la adolescencia no solo se limitan a la amistad; también incluyen relaciones de pareja. La adolescencia es el período en que los jóvenes comienzan a experimentar sus primeras relaciones románticas, lo que les permite explorar aspectos de la intimidad, el compromiso y el amor. Estas relaciones juegan un papel importante en su desarrollo emocional, ya que les enseñan sobre la gestión de las emociones, la confianza y los límites personales.
6. Desafíos Sociales y Adaptación
Durante la adolescencia, los jóvenes también enfrentan varios desafíos sociales como el bullying, la exclusión, las tensiones familiares y las presiones académicas. La forma en que se manejan estas situaciones influye en su capacidad para adaptarse a diferentes ambientes y manejar el estrés. La forma en que los adolescentes se enfrentan a estos desafíos sociales puede tener un impacto duradero en su salud mental y bienestar.