Enfoque constructivista de la tutoría

Enfoque constructivista de la tutoría

Pedagogía 

 

El constructivismo es una corriente pedagógica en la que confluyen planteamientos procedentes de diversos orígenes y contextos, pero que son coincidentes en explicar el modo en cómo las personas aprendemos y nos desarrollamos. De esta manera, el Paradigma Constructivista se refiere a “la importancia de la actividad mental constructiva de las personas en los procesos de adquisición del conocimiento” (Coll, 1997), que como corriente psicopedagógica plantea la construcción del conocimiento, teniendo en cuenta al desarrollo genético, afectivo y social del alumno. En concordancia con la corriente constructivista, la educación debe ser promotora del desarrollo cognitivo, emocional, físico y práctico de la persona; es decir, buscar el desarrollo integral del ser humano. Para lograr esto, es importante señalar que este modelo considera al alumno como un ser activo, que procesa permanentemente información que le permitirá construir su conocimiento y a la vez su personalidad.

Enfoque constructivista de la tutoría

El rol activo que señalamos cumple el alumno, se ve fortalecido con el trabajo del maestro, quien se constituye en un facilitador y diseñador de situaciones de aprendizaje, que procurará en todo momento fomentar la reflexión en la experiencia, con altos niveles de interactividad y apoyando la construcción colaborativa del aprendizaje. Entre las acciones del trabajo tutorial que se deben emprender con fundamento en el paradigma constructivista, se puede señalar la estimulación del aprendizaje cooperativo, ya que “cooperar es trabajar juntos para lograr metas compartidas, lo que se traduce en una interdependencia positiva entre los miembros del grupo” (Díaz Barriga, 2002). Ahora bien, el enfoque constructivista de la tutoría reúne un conjunto de enfoques epistemológicos, psicológicos, educativos y socioculturales sobre el aprendizaje, que tienen sus orígenes en las investigaciones de muchos estudiosos y escuelas de pensamiento, tales como: Piaget, Vygotsky, Gestalt, Wallon, Ausubel, Bruner, Dewey, Gagné, y Novak, entre otros. Entre los fundamentos del constructivismo social mencionaremos los siguientes: Para aprender partimos de conocimientos previos.

 

Conocimientos 

Los conocimientos nuevos se adquieren sobre la base de lo aprendido anteriormente y dentro de la reproducción del mismo conocimiento, en estrecha relación con el contexto; el conocimiento debe ser construido por el individuo que aprende. El estudiante construye significados a partir del desarrollo de los contenidos curriculares. Así los fundamentos teóricos y conceptuales de la acción tutorial, desde la perspectiva pedagógica y didáctica, también están directamente relacionados con el enfoque constructivista de la educación. Según Ryder (2003), en el enfoque constructivista el aprendizaje es un proceso activo a través del cual los educandos o aprendices construyen ideas o conceptos nuevos, teniendo como base su propio conocimiento. A partir de esta premisa se conoce que quien aprende, además, identifica, selecciona y transforma la información, así como es capaz de construir hipótesis y tomar decisiones, para lo cual se basa en la estructura cognitiva o en los esquemas mentales que se posee, los mismos que proveen significado y organización a las experiencias.

Enfoque constructivista de la tutoría

Esto conlleva al individuo a ir más allá de la información dada (Ryder, 2003); en consecuencia, el aprendizaje no es aquello que solamente se pueda transmitir. Como vemos, el constructivismo aporta y vincula al proceso de aprendizaje con los aspectos psicológicos y sociales. De esta misma manera, lo referente al fortalecimiento de destrezas, habilidades y desarrollo del pensamiento, se relaciona con las interacciones entre entes culturales e intelectuales. Según Glaser (1991), el aprendizaje se transforma en un proceso de construcción del conocimiento, en tanto que la enseñanza es un proceso direccionado de intervención que ayuda y facilita el aprendizaje.

 

Enseñanza

En este razonamiento, el ser humano construye conocimientos, desarrollando en su mente una serie de procesos cognitivos a partir de enseñanzas anteriores. Situándonos en el proceso de aprendizaje, alumno y tutor cumplen un rol importante; por su parte el alumno desempeña un papel activo en la construcción de mecanismos de comprensión y permite proporcionarle sentido muy particular a la información del entorno. Respecto al rol del tutor en la orientación y acompañamiento tutorial, es necesario que él planifique un conjunto de estrategias, cuyo objetivo fundamental sea la formación integral del estudiante y con la participación articulada de ambos propicien el desarrollo de aptitudes, actitudes y habilidades, teniendo como resultado la resolución no solo de problemas académicos, sino también de aspectos humanos del estudiante.

 

El enfoque constructivista de la tutoría se basa en la teoría del constructivismo, que sugiere que el aprendizaje es un proceso activo en el que los individuos construyen su propio conocimiento a través de la interacción con el entorno y la reflexión sobre esas experiencias. La tutoría desde una perspectiva constructivista implica facilitar el aprendizaje alentando a los estudiantes a explorar, cuestionar, reflexionar y construir su comprensión de manera significativa. Aquí hay algunos principios clave del enfoque constructivista de la tutoría:

  1. Aprendizaje activo y participativo: Se fomenta la participación activa de los estudiantes en el proceso de aprendizaje. Los tutores crean oportunidades para que los estudiantes se involucren en actividades prácticas, resuelvan problemas, investiguen y colaboren entre sí.
  2. Construcción del conocimiento: Se enfatiza que los estudiantes construyan su propio conocimiento. Los tutores no transmiten pasivamente información a los estudiantes, sino que los guían para que exploren conceptos y construyan su comprensión de manera activa.
  3. Contextualización del aprendizaje: Se reconoce que el aprendizaje es más efectivo cuando se relaciona con el contexto y las experiencias de los estudiantes. Los tutores ayudan a los estudiantes a conectar lo que están aprendiendo con situaciones reales o relevantes en sus vidas.
  4. Aprendizaje significativo: Se alienta a los estudiantes a buscar significado en lo que están aprendiendo. Los tutores hacen preguntas abiertas y fomentan la reflexión para ayudar a los estudiantes a comprender por qué la información es importante y cómo se relaciona con lo que ya saben.
  5. Error como oportunidad de aprendizaje: Los errores no se ven como fracasos, sino como oportunidades para aprender. Los tutores alientan a los estudiantes a cometer errores y reflexionar sobre ellos para mejorar su comprensión.
  6. Metacognición: Los tutores ayudan a los estudiantes a desarrollar habilidades metacognitivas, lo que significa que los estudiantes aprenden a pensar sobre su propio proceso de aprendizaje. Esto incluye la autorregulación, la planificación y la reflexión.
  7. Diversidad de perspectivas: Se valora la diversidad de opiniones y perspectivas. Los tutores fomentan el diálogo y la discusión para que los estudiantes puedan considerar diferentes puntos de vista y construir un conocimiento más completo.
  8. Autonomía del estudiante: Se busca que los estudiantes sean autónomos y tomen la responsabilidad de su propio aprendizaje. Los tutores proporcionan apoyo y orientación, pero alientan a los estudiantes a asumir un papel activo en su proceso de aprendizaje.

 

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Principales Fundamentos del Constructivismo en la Tutoría

  1. El Aprendizaje como un Proceso Activo
    En el enfoque constructivista, se entiende que el aprendizaje no es un proceso pasivo de recepción de información, sino que el estudiante es un participante activo. El alumno no solo recibe conocimientos, sino que los construye a través de la reflexión, la interacción y la resolución de problemas.

    • El tutor, en este sentido, se convierte en un facilitador o guía que ayuda a los estudiantes a estructurar sus experiencias y descubrir su propio entendimiento.

    • El aprendizaje se realiza a través de experiencias significativas, y los estudiantes se interrogan y reflexionan sobre esas experiencias.

  2. El Rol del Tutor como Facilitador del Aprendizaje
    En el enfoque constructivista de la tutoría, el tutor desempeña el rol de facilitador del aprendizaje, más que el de una figura autoritaria que transmite conocimientos. Esto implica:

    • Fomentar el pensamiento crítico y la reflexión.

    • Promover un ambiente de aprendizaje colaborativo en el que los estudiantes puedan interactuar y aprender unos de otros.

    • Ayudar a los estudiantes a formular sus propias preguntas y buscar respuestas, en lugar de simplemente darles las respuestas correctas.

    • Brindar apoyo emocional y motivacional para que el estudiante se sienta capaz de asumir la responsabilidad de su propio proceso de aprendizaje.

  3. El Contexto y las Experiencias Previas del Estudiante
    El constructivismo reconoce que cada estudiante tiene un conocimiento previo y experiencias únicas que influyen en cómo perciben y procesan la nueva información. Por lo tanto, la tutoría debe ser personalizada y considerar estas diferencias individuales.

    • El tutor debe estar atento a las necesidades particulares de cada estudiante, adaptando su enfoque pedagógico para que los estudiantes puedan construir conocimientos de manera significativa en relación con sus experiencias anteriores.

  4. La Importancia de la Zona de Desarrollo Próximo (ZDP)
    Un concepto clave del enfoque constructivista en la tutoría es la Zona de Desarrollo Próximo (ZDP), formulada por Lev Vygotsky. La ZDP es el espacio entre lo que un estudiante puede hacer de forma independiente y lo que puede hacer con la ayuda de una persona más capacitada, como el tutor o sus compañeros.

    • En este contexto, el tutor debe intervenir en el momento adecuado para proporcionar el apoyo necesario, ayudando al estudiante a superar desafíos sin hacerle el trabajo por él.

    • Este apoyo se va reduciendo gradualmente, permitiendo que el estudiante asuma cada vez más responsabilidad en su propio aprendizaje.

  5. El Aprendizaje Colaborativo
    El constructivismo también pone un énfasis significativo en el aprendizaje colaborativo, en el que los estudiantes trabajan juntos para explorar ideas, resolver problemas y reflexionar sobre el aprendizaje.

    • En el contexto de la tutoría, esto puede implicar actividades de grupo o diálogos entre el tutor y los estudiantes para fomentar una comprensión más profunda de los temas tratados.

  6. La Resolución de Problemas
    En lugar de enfocarse exclusivamente en la transmisión de conocimiento teórico, el enfoque constructivista enfatiza la resolución de problemas como una vía para el aprendizaje. Los estudiantes abordan problemas prácticos y los resuelven mediante la reflexión y la investigación.

    • El tutor actúa como guía durante este proceso, ayudando al estudiante a desglosar problemas complejos, formular hipótesis y buscar soluciones.

Principios Pedagógicos del Enfoque Constructivista en la Tutoría

  1. Aprendizaje Activo y Experiencial
    El estudiante no es un receptor pasivo de conocimiento; debe estar involucrado activamente en el proceso de aprendizaje a través de la experimentación, la exploración y la reflexión.

  2. Interacción Social y Colaboración
    El aprendizaje se ve como un proceso social que ocurre en interacción con otros. Las conversaciones, el trabajo en equipo y la reflexión conjunta son esenciales para que el estudiante construya su conocimiento.

  3. Desarrollo del Pensamiento Crítico
    Se fomenta el desarrollo de habilidades de pensamiento crítico, donde los estudiantes son animados a cuestionar, evaluar y sintetizar información, en lugar de aceptar el conocimiento de manera autoritaria.

  4. Personalización del Aprendizaje
    Cada estudiante tiene un ritmo de aprendizaje y unas necesidades únicas. El tutor debe adaptar su enfoque pedagógico para garantizar que cada estudiante tenga oportunidades para aprender a su propio ritmo, a través de experiencias significativas.

  5. Motivación Intrínseca
    El enfoque constructivista favorece la motivación intrínseca en lugar de depender de recompensas externas. El tutor debe diseñar experiencias de aprendizaje que sean estimulantes, desafiantes y que despierten el interés de los estudiantes, lo que les permitirá tomar responsabilidad activa en su propio proceso de aprendizaje.

Aplicaciones del Enfoque Constructivista en la Tutoría

  • Planificación de lecciones interactivas que fomenten el aprendizaje activo y el trabajo colaborativo.

  • Uso de técnicas de andamiaje o scaffolding, donde el tutor proporciona el apoyo necesario y lo retira gradualmente conforme el estudiante desarrolla nuevas competencias.

  • Fomento de la resolución de problemas auténticos, conectando el aprendizaje con situaciones del mundo real que sean relevantes para los estudiantes.

  • Creación de un ambiente de aula inclusivo, donde se valore la diversidad de opiniones, experiencias y conocimientos previos de los estudiantes.

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