Elementos básicos en las relaciones sociales

Desarrollo
Para que las relaciones sociales puedan fluir y desarrollarse de forma correcta, es necesario que se adicionen a ellas una serie de elementos, estos son:
- Saber ser: Son los aspectos o características que forman parte de nuestra personalidad y que hacen que seamos o no más sociales. Algunas de estas características son las siguientes:
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- La naturalidad: influye en la percepción que tienen los demás de nosotros para que esta no sea distorsionada debemos mostrarnos tal y como somos, con sencillez en todos nuestros actos, sin interpretar papeles que no nos corresponden.
- La simpatía: esta característica hace que los demás perciban el afecto o la simpatía que les trasmitimos, favoreciendo notablemente las relaciones sociales, pero no debemos confundir ser simpático con ser gracioso.
- El tacto: es adoptar la sensibilidad necesaria para no causar molestias a los que nos rodean.
- El autocontrol: capacidad de dominar los nervios y el temperamento en situaciones hostiles, manteniendo la calma.
- La discreción: capacidad de no comentar o airear conversaciones o conocimientos sobre algo o alguien.
- Saber estar: característica necesaria que implica educación y cortesía con la gente que nos rodea.

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- Educación: es el conjunto de normas o costumbres de uso común o arraigadas en el tiempo necesarias para una convivencia con nuestro entorno. La educación nos marca las pautas de comportamiento ( en el trabajo, con la familia, con los amigos, en la mesa, etc.) la forma de vestir para las distintas ocasiones, la forma de expresarnos, etc. Estas normas de educación dependen en gran medida del país en el que vivamos.
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- Cortesía: podemos decir que es sinónimo de amabilidad, tolerancia y buenas maneras, es decir, ser cortés implica saber cómo atender, agradar o proyectar buenas maneras a la gente que nos rodea, de esta forma ellas se sentirán cómodas ante nuestra presencia.
- Saber funcionar: para que esta característica se cumpla es importante ser puntuales y organizados.
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- Puntualidad: acción de llegar a todas las citas a tiempo, normalmente unos minutos antes de la hora fijada, pero sin llegar con demasiada antelación. La puntualidad es sinónimo de respeto hacia la persona o las personas con las que hemos quedado, de hecho, en algunos países esta característica es relevante en las relaciones profesionales y personales.
El Saludo
El saludo es algo habitual en la actividad social y laboral de cualquier individuo y se convierte en un signo de respeto y cortesía hacia los que nos rodean, particularmente en la empresa, saludamos a los compañeros, superiores, clientes, etc., por ello, como regla general, habrá que saludar siempre a todas las personas de forma correcta y cortésmente.
El saludo no solo se compone de una fórmula de cortesía, sino que también va ligado a los gestos miradas o actitudes.
Consejos de cómo saludar correctamente:
- Cuando se llega al lugar de trabajo usaremos las formas habituales, como “buenos días”, “buenas tardes” o “buenas noches” según la hora del día, seguido del nombre de la persona a la que saludamos, evitaremos usar saludos demasiado informales o incorrectos como “que tal”, “que hay” o “que pasa”.
- Cuando salimos o finalizamos la jornada de trabajo, se podrán usar expresiones como “hasta mañana”, “hasta la vista”, “hasta luego” o “adiós”.
- Es muy habitual que a lo largo de una jornada laboral nos encontremos varias veces con los mismos compañeros, en dicho caso no será necesario saludarlos en cada ocasión, bastará con el saludo inicial a la llegada del trabajo y al finalizar el mismo.
- El gesto que acompaña normalmente al saludo suele ser el de estrecharse mutuamente la mano entre dos personas que se saludan. Este gesto deberá ser decidido, breve y con una cierta firmeza, es decir, sin apretar en exceso, pero tampoco dar la mano con demasiada suavidad, ya que denota inseguridad o falta de confianza, por otra parte siempre se ofrecerá la mano derecha.
- Cuando estreche la mano a una persona, mírela a los ojos y no incline la cabeza hacia el suelo.
- En el caso de que una persona entre por primera vez en una empresa (su primer día de trabajo) se le deberá presentar a todos los compañeros, siempre que sea posible, en empresas muy grandes, solo será necesario realizar las presentaciones de aquellos con los que vaya a compartir departamento o funciones.
- Siempre se debe saludar al superior o jefe inmediato nada más llegar al puesto de trabajo, y en el caso de que este se encuentre ocupado, buscaremos algún momento del día para saludarle.

- Como norma general, el acto de dar la mano lo iniciara la persona que posea mayor nivel jerárquico en la empresa, esta norma también se aplicará a aquellas personas de mayor edad. Cuando coincidan dos personas con idéntica posición jerárquica y de edad (difícil, por otra parte) el inicio del saludo corresponderá siempre a la mujer.
- Cuando una visita accede a nuestro despacho o lugar de trabajo, seremos nosotros los que debamos salir a su encuentro y, en el caso de que sea un superior el que entra en nuestro lugar de trabajo o despacho, debemos levantarnos como señal de respeto hacia él o ella.
- Se deberán evitar saludos demasiado efusivos, informales o con exceso de confianza.
- A la hora de saludar a otras personas en países distintos a España, debemos informarnos muy bien de elementos como la idiosincrasia del país, sus costumbres, etc., ya que ciertos saludos que en nuestro país se consideran muy habituales, en otros países pueden considerarse incorrectos. Estos aspectos deben ser cuidados tanto por los profesionales que a menudo viajan y negocian en otros países como por la propia empresa.
En las relaciones sociales, hay algunos elementos básicos que ayudan a establecer conexiones significativas y duraderas con otras personas:
1. Comunicación Efectiva:
- Escucha Activa: Prestar atención y comprender las perspectivas de los demás.
- Expresión Clara: Comunicar tus ideas de manera concisa y comprensible.
- Empatía: Mostrar comprensión y consideración hacia los sentimientos y perspectivas de los demás.
2. Respeto y Cortesía:
- Respeto Mutuo: Reconocer y valorar las diferencias individuales.
- Cortesía: Mostrar amabilidad, consideración y buenos modales en las interacciones sociales.
3. Confianza y Autenticidad:
- Sinceridad: Ser honesto y auténtico en tus interacciones.
- Confianza: Construir relaciones basadas en la confianza mutua y la credibilidad.
4. Apreciación y Reconocimiento:
- Agradecimiento: Reconocer y expresar gratitud por las acciones de los demás.
- Valoración: Reconocer los logros y contribuciones de las personas en tu entorno.
5. Colaboración y Apoyo:
- Colaboración: Trabajar juntos hacia objetivos comunes.
- Apoyo: Ofrecer ayuda y estar presente para los demás en momentos difíciles.
6. Adaptabilidad y Flexibilidad:
- Adaptabilidad: Estar abierto a diferentes opiniones y formas de hacer las cosas.
- Flexibilidad: Ser capaz de ajustarse y adaptarse a diversas situaciones y personas.
7. Empatía y Comprensión:
- Entendimiento: Intentar comprender las perspectivas y experiencias de los demás.
- Apoyo Emocional: Brindar apoyo y comprensión en momentos de dificultad o desafío.
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1. Comunicación efectiva
La base de toda relación social es una comunicación clara, respetuosa y empática. Escuchar activamente, expresarse con asertividad y adaptar el mensaje al contexto son habilidades fundamentales.
2. Respeto mutuo
Aceptar y valorar las diferencias, sin imponer puntos de vista. El respeto es la base de toda convivencia sana, tanto en lo cotidiano como en entornos más estructurados como el trabajo o los eventos.
3. Empatía
Comprender las emociones, puntos de vista y necesidades del otro ayuda a construir relaciones más humanas y solidarias. La empatía permite resolver conflictos de forma pacífica y fortalece la conexión interpersonal.
4. Confianza
La confianza se construye con coherencia entre lo que se dice y se hace. Es clave para establecer relaciones duraderas, ya sean amistades, vínculos laborales o colaboraciones profesionales.
5. Colaboración y reciprocidad
Toda relación sana se basa en el intercambio equilibrado. Ayudar, compartir y trabajar en equipo genera ambientes más positivos y productivos.
6. Tolerancia y flexibilidad
En un mundo diverso, es importante adaptarse a diferentes formas de pensar, sentir y actuar. La tolerancia favorece el diálogo y la inclusión.
7. Autoconocimiento
Entender las propias emociones, límites y formas de interactuar es clave para mejorar nuestras relaciones. Cuanto más nos conocemos, mejor podemos relacionarnos con los demás.
8. Lenguaje no verbal
Gesto, postura, mirada y tono comunican tanto como las palabras. Aprender a leer y usar adecuadamente el lenguaje corporal mejora la calidad del vínculo.