El mundo de la vida parte del mundo de la vida
La experiencia sensible
El desarrollo del pensamiento científico, así como el desarrollo de toda forma de comprensión del mundo, parte de la experiencia sensible, es decir, de la información a la que accedemos a través de los sentidos. En coherencia con esta idea, el origen de todo conocimiento se sitúa en el mundo de la vida y en la posibilidad que tenemos de observar, oler, tocar, probar y escuchar. Desde esta perspectiva, surgieron las salidas de observación (observing strolls), en las que los niños y las niñas salen del aula para acercarse y relacionarse con su entorno de maneras distintas a las habituales; así, los pasillos, patios y rincones de todos los días se convierten en fuente de información diferente en cada salida de observación.
Esta estrategia busca promover la experiencia sensible, despertar el interés por las temáticas abordadas en clase, reconocer saberes e ideas previas y presentar el vocabulario inicial. Las salidas de observación se acompañan de materiales y guías que he diseñado y que aportan a los objetivos particulares de cada una de ellas. Las imágenes a la izquierda muestran unos niños en una salida de observación, y una guía elaborada para el desarrollo de la misma.
El desarrollo del pensamiento científico es un proceso fundamental que impulsa la investigación y el avance en las ciencias. Aquí hay algunas etapas clave en el desarrollo del pensamiento científico:
- Observación: La observación es la primera etapa del proceso científico. Los científicos observan fenómenos en el mundo que les rodea y recopilan datos. Esto implica utilizar los sentidos y herramientas de medición para registrar información objetiva.
- Formulación de Preguntas: La observación lleva a la formulación de preguntas. Los científicos se preguntan por qué ocurren ciertos fenómenos o cómo funcionan ciertos procesos. Estas preguntas son el punto de partida para la investigación científica.
- Hacer Hipótesis: Una hipótesis es una explicación tentativa de un fenómeno observado. Los científicos proponen hipótesis basadas en su conocimiento previo y las pruebas iniciales. Estas hipótesis son verificables y específicas.
- Experimentación y Recopilación de Datos: Los científicos diseñan experimentos para probar sus hipótesis. Durante los experimentos, recopilan datos cuidadosamente para evaluar la validez de sus hipótesis.
- Análisis de Datos: Una vez recopilados los datos, los científicos los analizan estadísticamente y los interpretan. El análisis de datos es fundamental para llegar a conclusiones basadas en evidencia.
- Formulación de Conclusiones: A partir de los datos y el análisis, los científicos pueden formular conclusiones. Estas conclusiones pueden respaldar o refutar la hipótesis original.
- Revisión y Publicación: La ciencia es un proceso colectivo y colaborativo. Los científicos revisan y replican experimentos, y comparten sus hallazgos a través de publicaciones científicas. Esta revisión por pares garantiza la calidad y la veracidad de la investigación.
- Desarrollo de Teorías: Las teorías científicas son explicaciones amplias y respaldadas por evidencia que explican fenómenos naturales. Estas teorías se desarrollan a medida que se acumula más evidencia y se refina nuestra comprensión.
- Aplicación Práctica: El pensamiento científico se utiliza para resolver problemas prácticos en la vida cotidiana, la medicina, la tecnología y muchas otras áreas. La ciencia se traduce en aplicaciones y avances que benefician a la sociedad.
- Mentalidad Crítica y Curiosidad: Los científicos mantienen una mentalidad crítica y curiosa a lo largo de sus carreras. Cuestionan constantemente sus propias ideas y buscan nuevas preguntas y respuestas.
El desarrollo del pensamiento científico es un proceso iterativo y continuo. A medida que los científicos adquieren más experiencia, sus habilidades en estas etapas se afinan, y su comprensión de los conceptos científicos se expande. Además, el pensamiento científico es una habilidad valiosa no solo para los científicos profesionales, sino para cualquier persona interesada en comprender el mundo que nos rodea y tomar decisiones informadas.
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1. El mundo de la vida (Lebenswelt):
El concepto de «mundo de la vida» proviene de la filosofía de Edmund Husserl, quien lo definió como el mundo pre-reflexivo e inmediato que experimentamos en nuestra vida cotidiana. Este mundo no está compuesto por teorías abstractas, sino por los objetos, situaciones y experiencias que percibimos directamente a través de nuestros sentidos. El mundo de la vida es el contexto natural y social en el que vivimos y en el que nos formamos como seres humanos, antes de conceptualizarlo y racionalizarlo de manera científica o filosófica.
2. La experiencia sensible:
- Percepción sensorial: La experiencia sensible se refiere a cómo percibimos el mundo a través de nuestros sentidos: la vista, el oído, el tacto, el gusto y el olfato. Estas percepciones son el primer contacto con el mundo, y desde ellas, comenzamos a formar conceptos y significados. Por ejemplo, el color de un objeto, el sonido de la lluvia o la textura de una piedra son experiencias directas que no necesitan de mediación cognitiva, sino que son sensaciones inmediatas.
- La experiencia vivida: Esta percepción no es solo un fenómeno físico, sino también subjetivo. La experiencia sensible es vivida, tiene un valor personal, y está influenciada por nuestro contexto cultural, emocional y social. A través de ella, no solo recogemos información, sino que también nos relacionamos con el entorno. La experiencia sensible nos conecta profundamente con lo que nos rodea, y a través de ella establecemos nuestra identidad y comprensión del mundo.
3. El sentido del mundo de la vida:
- La construcción de la realidad: Partir del mundo de la vida significa reconocer que nuestra comprensión del mundo no surge solo de teorías abstractas o conocimientos distantes, sino que se basa en lo que experimentamos directamente en nuestro día a día. Cada acción, interacción y percepción nos da una visión más profunda y personal del entorno. El sentido del mundo no se construye únicamente a través de conceptos, sino también mediante el vínculo emocional y experiencial que tenemos con las cosas.
- Interpretación de los fenómenos: A través de la experiencia sensible, no solo percibimos la realidad, sino que también la interpretamos. Cada individuo puede tener una visión única del mundo, ya que cada experiencia sensible es mediada por la historia personal, las emociones y los conocimientos previos de cada quien. De esta forma, el mundo de la vida es profundamente subjetivo y se construye en un proceso dinámico y constante.
4. La integración de la ciencia con la experiencia sensible:
Aunque la ciencia a menudo se basa en un análisis racional y objetivo de los fenómenos, no se puede desvincular completamente de la experiencia sensible. Las teorías científicas surgen, en muchos casos, de observaciones directas del mundo natural. La ciencia parte, de alguna manera, del mismo mundo de la vida, ya que incluso los descubrimientos más abstractos comienzan con la percepción directa de fenómenos que, en última instancia, nos afectan a nivel sensorial.
Además, las ciencias también se alimentan de la experiencia cotidiana. El conocimiento científico no es ajeno a la experiencia humana, y de hecho, muchas veces surge del intento de entender lo que experimentamos sensorialmente, ya sea un fenómeno físico, una emoción o una interacción social. Las experiencias cotidianas se convierten en el punto de partida para el desarrollo de teorías más complejas.
5. La importancia educativa de la experiencia sensible:
- Aprendizaje a través de la percepción: En el ámbito educativo, especialmente en ciencias, artes y humanidades, se destaca la importancia de conectar el conocimiento con la experiencia sensible. Los estudiantes aprenden mejor cuando pueden relacionar los conceptos abstractos con lo que han experimentado directamente. Las actividades que involucran la observación directa, la manipulación de objetos, y la interacción con el entorno son clave para este tipo de aprendizaje.
- Emoción y conocimiento: La experiencia sensible está profundamente conectada con la emoción. Sentir y experimentar de manera activa facilita el aprendizaje. No solo se aprende cognitivamente, sino también emocionalmente, lo que profundiza la comprensión del conocimiento adquirido. El arte, la música, la naturaleza, la ciencia aplicada en la vida diaria: todos son ejemplos de cómo la experiencia sensible enriquece y da sentido a la educación.
6. El mundo de la vida y la ética:
- Responsabilidad frente al entorno: El mundo de la vida también se relaciona con nuestra responsabilidad ética hacia el entorno. La forma en que experimentamos y percibimos el mundo influye en nuestras decisiones y comportamientos. La ética de la sostenibilidad, por ejemplo, se basa en una comprensión profunda de la naturaleza y nuestro lugar en ella, que proviene de la experiencia sensible de interactuar con los ecosistemas y los seres vivos.
- Empatía y sentido de comunidad: Además de la relación con el entorno natural, el mundo de la vida incluye nuestra relación con los demás seres humanos. La experiencia sensible también implica la capacidad de empatizar con los demás, entender sus necesidades, deseos y sufrimientos, lo que refuerza la importancia de vivir en comunidad y cuidar del bienestar común.