Deseos personales y negociación

Deseos personales y negociación

El nuevo liderazgo

 

El deseo guía nuestras vidas cuando nos autorizamos a validarlo. En algunos casos, la conexión es directa, profunda y es acompañada con la vocación y con algunas fortalezas naturales que nos allanan el camino. Generalmente hablamos en estos casos de una pasión, porque concentra una gran intensidad focalizada en un determinado sentido. Los casos más frecuentes son los de ciertos artistas, deportistas, investigadores, y los de las personas que tienen una tendencia manifiesta que inclina la balanza en el mismo sentido. Cuando el menú es más amplio y más difuso, nos invita a navegar entre diferentes sensaciones y experimentaciones que nos llevan por distintos caminos.

Deseos personales y negociación

En estos casos, poder distinguir los deseos prevalecientes es más complejo, porque son más inestables, y eso nos genera inseguridad. Aparecen deseos contradictorios más efímeros, algunas veces más genuinos y otras veces determinados por los mandatos de la cultura, de lo que está de moda desear, de la influencia que tienen o han tenido algunas personas en la construcción y en el procesamiento de nuestras vidas. También se nos han multiplicado las opciones con la globalidad, con la aparición continuada de novedades en nuestro desarrollo, con la influencia creciente de todos los sistemas de comunicación. La velocidad del cambio y la aparición de novedades y posibilidades pueden llegar a tener tanta influencia en nuestras percepciones que para preservarnos de la agitación que nos producen, nos refugiamos en deseos históricos, en lo que “estaba bien” en la comunidad en la que crecimos.

 

Deseos

A esto contribuye, también, el deseo de ser aceptados por las otras personas con las que convivimos, para lo cual tenemos que ser percibidos como predictibles, confiables y estables. Como podemos ver, el tema es apasionante por lo complejo y multifacético, y por nuestra posibilidad de elegir, de optar. Savater dice justamente que eso es lo que nos diferencia de los animales, nuestra posibilidad de crear nuevas opciones y nuevas síntesis. Es decir, que tenemos diversos deseos y, al mismo tiempo, éstos suelen tener diferentes grados de incompatibilidad.

Deseos personales y negociación

Para poder visualizar la intensidad de sus acentos, la topografía de su entretejido, tenemos que aumentar nuestra sensibilidad y nuestra conciencia de tal modo que podamos tomar las mejores decisiones que nos ayuden a ser buenos arquitectos de nuestra propia vida. Sabernos atravesados por deseos diferentes y frecuentemente contradictorios hace que sea necesario aprender a negociar bien con nosotros mismos, para tomar las mejores decisiones, y a negociar bien con los demás, para que cooperemos en conjunto con lo que nos conviene intercambiar y complementar para el desarrollo de nuestros emprendimientos.

 

Los deseos personales pueden desempeñar un papel importante en el proceso de negociación, ya que pueden influir en tus objetivos, prioridades y límites durante una negociación. Formas en las que los deseos personales pueden estar relacionados con la negociación:

  1. Objetivos personales y profesionales: Tus deseos personales pueden estar vinculados a tus objetivos profesionales y personales. Por ejemplo, puedes desear un salario más alto o un horario de trabajo más flexible para pasar más tiempo con tu familia. Estos deseos personales pueden influir en lo que estás dispuesto a negociar en un entorno laboral.
  2. Valores personales: Tus valores personales, como la ética, la integridad o la responsabilidad social, pueden influir en tus decisiones durante una negociación. Puedes desear actuar de manera que sea coherente con tus valores personales, lo que puede afectar tus elecciones en una negociación.
  3. Necesidades financieras: Tus deseos personales relacionados con las necesidades financieras pueden influir en la cantidad de dinero que estás dispuesto a aceptar en una negociación. Si tienes deudas importantes o metas financieras específicas, es posible que busques un acuerdo que satisfaga esas necesidades personales.
  4. Satisfacción personal: Los deseos de sentirte satisfecho contigo mismo y con el resultado de la negociación también son importantes. Puedes desear lograr un equilibrio entre lo que obtienes de la negociación y tu satisfacción personal.
  5. Equilibrio entre trabajo y vida personal: Muchas personas desean un equilibrio saludable entre el trabajo y la vida personal. Esto puede influir en las concesiones que estás dispuesto a hacer en términos de horario de trabajo, tiempo de viaje o flexibilidad en tu trabajo.
  6. Crecimiento y desarrollo personal: Tus deseos de crecimiento y desarrollo personal pueden influir en la búsqueda de oportunidades que te permitan adquirir nuevas habilidades, experiencia o conocimientos a través de la negociación.
  7. Felicidad y bienestar general: Tu felicidad y bienestar general son deseos personales fundamentales. Puedes desear un entorno de trabajo que contribuya a tu satisfacción personal y tu bienestar.

 

Editorial Luis Bonilla. Expertos en enseñanza, formación a distancia, tutores cualificados y con variedad de cursos online.

 

 

 

🧭 1. El deseo como motor del liderazgo

  • En el liderazgo tradicional, muchas veces se esperaba que el líder anulara su deseo personal para encarnar un modelo externo de autoridad o eficiencia.

  • El nuevo liderazgo reconoce que el deseo no es egoísmo, es impulso vital, es lo que da sentido y energía a la acción.

  • Un líder auténtico no oculta su deseo: lo conoce, lo cuida y lo pone en diálogo con el deseo colectivo.

🔥 Liderar también es aprender a habitar el deseo sin que devore ni desaparezca.


🤝 2. Negociación: no todo se impone, todo se conversa

  • Negociar no es ceder autoridad, es abrir un espacio donde múltiples intereses pueden coexistir.

  • El líder actual no impone su visión, la ofrece, la revisa, la adapta.

  • La negociación es un arte de la escucha, del límite y del acuerdo. Requiere madurez emocional y ética.

🗣️ El liderazgo que se sostiene no es el que “manda bien”, sino el que negocia con sentido.


🪞 3. ¿Qué desea el líder? ¿Qué desea el equipo?

  • Preguntas que abren conversación y autoconocimiento:

    • ¿Qué parte de mis deseos personales se activa en este proyecto?

    • ¿Hay espacio para el deseo del otro?

    • ¿Qué pasa cuando mis deseos chocan con los del equipo o la institución?

    • ¿Cómo negociamos sin perder identidad ni vínculo?


🧶 4. Un liderazgo de autor, no de manual

  • El nuevo liderazgo ya no busca ajustarse a un ideal externo, sino que se construye como un traje a medida, combinando deseo, ética, contexto y aprendizaje.

  • Esto exige un trabajo interno constante: ¿Qué quiero realmente? ¿Para qué quiero liderar? ¿A qué estoy dispuesto y a qué no?

  • Solo desde ahí es posible negociar sin traicionarse.

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