¿DESDE QUÉ PERSPECTIVA MIRAR?

¿DESDE QUÉ PERSPECTIVA MIRAR?

DEPENDENCIA 

 

El uso, abuso y dependencia de las drogas ha sido interpretado a lo largo de la historia de diversas maneras. En demasiadas ocasiones esas interpretaciones se han impregnado de tintes emocionales, éticos e ideológicos complicando la comprensión del fenómeno adictivo. No resulta nada fácil llegar a entender por qué algunos seres humanos se empeñan en mantener una conducta nociva que les encamina con frecuencia hacia la autodestrucción personal. En los últimos tiempos el estudio de las adicciones desde la neurociencia ha aportado nuevas luces, identificando los circuitos neuronales implicados, pero todavía nos encontramos lejos de conocer las claves explicativas del fenómeno. La adicción habría que situarla en un terreno intermedio, donde el cerebro humano deja de ser algo fisiológico para convertirse en mente; necesitamos puntos de encuentro entre ambas fronteras, pues situarse en uno u otro lado conlleva un reduccionismo del problema y corremos el riesgo de convertir al homo sapiens en «homo sinápticus».

¿DESDE QUÉ PERSPECTIVA MIRAR?

Sin embargo, ha habido autores que han tratado de superar esta dicotomía proponiendo teorías mediacionistas. Kandel, por ejemplo, plantea que la adicción tiene una base biológico-genética que resulta insuficiente para explicar tal conducta, pues se requiere la presencia de un ambiente social específico para que, interactuando con la biología, llegue a desencadenar la adicción mediante la activación de la base genética que el individuo porta (Kandel, 2002). Por otra parte, la pretensión del ser humano de explicar el comportamiento mediante modelos teóricos tampoco satisface totalmente, pues es difícil que un solo modelo dé cuenta de la gran variabilidad con que se presenta el comportamiento humano, aunque sí facilite su comprensión. En general, podemos agrupar los diferentes modelos en proximales y distales. Los modelos proximales, como la teoría del aprendizaje clásico, el operante y la genética, tratan de encontrar la causa inmediata que desencadena la conducta.

 

Psicología 

Los modelos distales intentan identificar la causa final de la misma, como lo hacen la psicología evolucionista o la ecológica. Entre ambas perspectivas, la primera ha ido ganando terreno en los últimos tiempos, lo que supone el riesgo de reducir la mente humana a procesos bioquímicos, con el peligro de centrar la mirada en el árbol, ignorando el bosque que lo rodea. Esta postura favorece la búsqueda del cómo sucede la conducta, pero prescinde del porqué. Así, en el campo de las adicciones se busca la piedra filosofal, el neurotransmisor responsable, el gen que explique la causa, la medicina que la inhiba o la vacuna que la prevenga, sin darnos cuenta de que la relación mente-cerebro es la base de todo comportamiento humano y que resulta tan complejo que no es posible simplificar a tal nivel.

¿DESDE QUÉ PERSPECTIVA MIRAR?

Es necesario el aporte de visiones más amplias que tengan en cuenta la influencia del ambiente, del contexto familiar, del escolar, de las relaciones con los demás, de la normativa social preestablecida y de la escala de valores que impera en un ambiente. Desde aquí hay que volver la mirada otra vez al individuo para comprender cómo percibe, procesa y responde a toda esta estimulación de carácter social.

 

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1. Perspectiva biológica

Desde el punto de vista biológico, la dependencia se entiende como una alteración en el cerebro y el sistema nervioso central, donde el consumo repetido de sustancias modifica la química cerebral. El sistema de recompensa del cerebro, que regula los sentimientos de placer, se ve alterado por las drogas, lo que lleva a la necesidad de consumir más para obtener la misma sensación de bienestar.

  • Neuroadaptación: El cerebro se adapta a los efectos de la sustancia, lo que genera tolerancia y la necesidad de consumir más.

  • Dependencia física: A medida que el cuerpo se acostumbra a la presencia de la sustancia, su ausencia provoca síntomas de abstinencia que hacen que la persona consuma nuevamente para aliviar esos síntomas.

2. Perspectiva psicológica

Desde una perspectiva psicológica, la dependencia no solo involucra el cuerpo, sino también factores emocionales, cognitivos y conductuales.

  • Refuerzo negativo: Las personas pueden consumir sustancias para aliviar emociones negativas como la ansiedad, depresión o estrés, lo que refuerza el ciclo de consumo.

  • Patrones de comportamiento: La adicción puede ser vista como un patrón aprendido, donde el consumo se convierte en una forma habitual de hacer frente a situaciones difíciles.

  • Condiciones psicológicas subyacentes: Trastornos como la ansiedad, la depresión o el trauma pueden aumentar la vulnerabilidad a la dependencia.

3. Perspectiva social

Desde la perspectiva social, la dependencia se puede entender como un fenómeno influenciado por factores externos, como la cultura, el entorno social y las relaciones interpersonales.

  • Normas sociales y presión de grupo: El consumo de sustancias puede verse como una forma de pertenencia a un grupo social o de cumplir con expectativas culturales o familiares.

  • Factores socioeconómicos: La pobreza, el estrés laboral, la marginalidad o el acceso limitado a servicios de salud pueden ser factores que fomenten el consumo de sustancias y la dependencia.

  • Estigmatización y marginalización: Las personas con dependencia pueden ser estigmatizadas, lo que empeora su situación y aumenta la dificultad de acceder a recursos de apoyo.

4. Perspectiva filosófica

Desde una perspectiva filosófica, la dependencia se puede abordar en términos de libertad y autonomía personal.

  • Libertad de elección: El consumo de sustancias y la dependencia pueden ser vistos como una cuestión de control personal, donde se cuestiona hasta qué punto una persona tiene control sobre sus decisiones cuando está atrapada en un ciclo adictivo.

  • Ética y responsabilidad: Existe un debate sobre la responsabilidad moral de quienes caen en la dependencia, ya que algunos creen que las personas deberían tener la autonomía para elegir dejar las sustancias, mientras que otros argumentan que la adicción es una enfermedad que reduce la capacidad de decisión consciente.

5. Perspectiva médica

Desde un punto de vista médico, la dependencia se ve como una enfermedad crónica que requiere tratamiento y seguimiento continuo.

  • Trastorno por consumo de sustancias: Se entiende como una afección médica que implica tanto la dependencia física como psicológica.

  • Tratamiento y rehabilitación: A través de un enfoque médico, el tratamiento incluye terapias farmacológicas (para manejar la abstinencia y los síntomas), así como intervenciones terapéuticas para modificar los patrones de comportamiento asociados con la adicción.

6. Perspectiva espiritual o existencial

Algunas personas abordan la dependencia desde una perspectiva más espiritual o existencial, interpretando la adicción como una búsqueda de sentido, propósito o satisfacción emocional.

  • Búsqueda de plenitud: La dependencia puede verse como un intento de llenar un vacío emocional o existencial, y las personas pueden buscar en las sustancias lo que sienten que les falta en sus vidas.

  • Recuperación y sanación espiritual: En muchos enfoques de rehabilitación, especialmente en programas de 12 pasos (como Alcohólicos Anónimos), la sanación espiritual juega un papel central en el proceso de recuperación.

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