De perlas y diamantes

De perlas y diamantes

Trastienda 

 

Me había propuesto terminar de ordenar la trastienda. Si el desorden era una manifestación de mi caos interno, tendría que empezar a preocuparme. Pero es que me resultaba difícil seleccionar, y más todavía desprenderme de algunos ejemplares que habían significado un antes y un después en mis pensamientos. Al menos, había encontrado una solución intermedia. Aquellas estanterías que subían hasta el techo me permitirían un par de años más de tregua. Sabía que sólo estaba posponiendo lo inevitable, pero de momento era una solución. Me esperaban unas cuantas horas de desempolvar, revisar y clasificar, así que me enfundé mi particular uniforme de limpieza, puse la música, y empecé a bucear entre aquellas pilas de libros, que de alguna manera, se habían convertido en un pedazo de mi historia.

De perlas y diamantes

Me gustan los retos, no lo voy a negar. La tozudez aragonesa corre por mis venas, y aquello que más difícil se presenta cobra un especial atractivo para mí. Así que, sin dudarlo, me dirigí al montón de los inclasificables. Puede que mi orden fuese poco convencional, pero en algún momento que no recordaba, había decidido organizar los libros según lo que habían significado para mí. Además, desde hacía unos años, seleccionaba de cada libro las frases que me resonaban, y las anotaba en un papel, que guardaba con mimo dentro del libro correspondiente, a la espera de un reencuentro, tiempo después.

 

Fragmentos 

No era mi intención releer todos los fragmentos seleccionados, pero el papel se deslizó de entre las páginas y cayó sobre mis pies. «Cada año de mi vida he buscado doce perlas. Doce personas que no conociera, pero que se me aparecieran y marcaran mi mundo de tal manera que mi yo virara… Con el tiempo algunas perlas pasan a ser diamantes… un diamante, para que me entiendas, es una de esas personas que se hace tan básica y tan importante en tu vida que parece creada únicamente para ti.» Vaya, las palabras de Albert Espinosa volvían a conmocionarme.

De perlas y diamantes

Desde que lo leí, hace ya un tiempo, había estado atenta a las perlas que aparecían en mi vida. Lo más sorprendente era que se trataba de personas desconocidas, pero que en un determinado momento, daban sentido a mi ser en momentos de confusión y de deriva. Recordaba especialmente aquellas que, cuando el suelo había temblado bajo mis pies y el mundo había perdido el sentido, aparecieron iluminando una posibilidad de salida, devolviéndome el sentido y ayudándome a recuperar la confianza en el mundo y en mí misma. Perlas que ni siquiera sabían que lo eran para mí. Porque yo era quien elegía que lo fueran, yo la que decidía cuáles eran mis perlas. Y eso me hacía sentir bien.

 

Editorial Luis Bonilla. Expertos en enseñanza, formación a distancia, tutores cualificados y con variedad de cursos online.

 

 

💎 Entre la Presión y la Paciencia

  • Las perlas, nacidas de la resistencia de una ostra, nos enseñan que la belleza puede surgir del dolor y la adaptación.

  • Los diamantes, formados bajo una presión extrema, nos recuerdan que las experiencias difíciles pueden esculpir lo mejor de nosotros.

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