Coordinación de grupos.
Búsqueda de soluciones
El/la tutor/a debe desempeñar funciones de coordinación con su grupo de alumnos, para ello debe “entrenar” algunas habilidades y tener en cuenta algunas consideraciones, ya que el trabajo con el alumnado de manera individual no se caracteriza por lo mismo que si consideramos al alumnado como un grupo. El coordinador (o animador) precisamente para trabajar en el grupo lo que hace es eso: coordina y anima. Aprovechando su experiencia adquirida el coordinador se adelanta a los comportamientos y las respuestas que se proveen del grupo para trabajar con él de una manera más efectiva. El coordinador debe ser una persona cercana, pero sin dejar de lado el rol de ser quien coordina para ello también debe tener una cierta autoridad. Además para ejercer de coordinador hay que ser una persona sociable, con espíritu democrático y que se muestra sensible a los sentimientos de los demás.
Por otro lado, las dinámicas de grupo son herramientas empleadas en los grupos para tratar determinados temas, de forma que los miembros de los mismos puedan trabajar sobre las temáticas propuestas sacando sus propias conclusiones de forma práctica y amena. Estas herramientas de trabajo se emplean para aspectos muy diversos, y resultan especialmente útiles para tratar temas que sean comprometidos, como por ejemplo la búsqueda de soluciones. Después de considerar estas nociones principales, nos centraremos en hablar de la coordinación de los grupos, en la búsqueda de soluciones son herramientas muy eficaces en cuanto al desarrollo de la práctica docente y las acciones tutoriales muchas veces deben ir encaminadas al trabajo de las mismas. En este modelo de trabajo, vemos una evolución educativa; en cuanto a la educación tradicional lo importante es el “desarrollo de habilidades en el profesor”, mientras que a través de la dinámica de grupos lo significativo será ampliar las “habilidades deseables en los educandos”.
Técnicas
Las técnicas de grupo son unas herramientas que se ajustan mejor a la nueva filosofía educativa y que además permiten satisfacer las exigencias que plantea la actual reforma educativa. Su empleo debe llevarse a cabo en los grupos que predominen las ganas de aprender y el compañerismo, recordar que las dinámicas se basan en el trabajo voluntario (por lo que nunca deberemos forzar la participación). Estas pueden hacer del proceso educativo un lugar donde los alumnos y profesor se conocen y mantienen relaciones positivas. Es decir, permiten conseguir un ambiente de satisfacción y tranquilidad donde sean posibles los objetivos que como educadores y/o tutores nos hayamos trazado. Círculo de sillas Como normas generales, se puede decir que antes de aplicar una técnica grupal:
– Es preciso conocer el grupo y su estructura, así como sus problemas.
– Es necesario tener un conocimiento teórico previo sobre la dinámica de grupos, pues un mal uso puede ser contraproducente.
– Además, requieren un ambiente cordial, democrático, y precisan de una actitud cooperante puesto que no pueden imponerse.
Después de considerar estas pautas, hay que tener en cuenta que a la hora de escoger una técnica para un grupo concreto debemos suponer, entre otros, los siguientes factores:
– Los objetivos que se quieran conseguir.
– El medio físico y social que rodea al grupo.
– El grado de conocimiento y experiencia que tenga el educador de las técnicas de grupo.
– El tamaño, madurez y características del grupo. Además después de todo lo comentado, es relevante señalar que las técnicas son sólo un medio, nunca un fin en sí mismas, puesto que no todas las técnicas sirven para todos los objetivos ni todas pueden utilizarse en cualquier situación.
Importante
Las dinámicas de grupo son medios, pero no fines en sí mismos. Para justificar el uso de las dinámicas de grupo como búsqueda de soluciones, hay que señalar la riqueza de objetivos que se pueden conseguir con su uso es amplísima; ya sea en el plano cognitivo como en el afectivo. Por ejemplo, hay técnicas construidas para promover el intercambio de ideas y opiniones (grupos de discusión), otras exploran al grupo en la toma de decisiones, otras fomentan la capacidad para valorar e indagar (como es el estudio de casos y el role-playing), existen, también, técnicas que fomentan la participación de todos (Philips 6 x 6, asamblea, foro).
Podemos utilizar otras para profundizar en temas educativos o formativos (entrevista individual, entrevista colectiva, panel, seminario), o bien existen otras dinámicas que se encargan de desarrollar la creatividad y/o la originalidad (torbellino de ideas o brainstornming). Además de todo ello, cada dinámica en sí misma puede ser redirigida una vez iniciada, modificando su objetivo inicial si el facilitador observa que la función de la técnica no se transformará en resultados útiles para el grupo, por esto resulta tan importante que el coordinador/tutor se desenvuelva bien en éste tipo de prácticas.
Editorial Luis Bonilla. Expertos en enseñanza, formación a distancia, tutores cualificados y con variedad de cursos online.