COACHING PARA DOCENTES (I y II) parte 35

COACHING PARA DOCENTES (I y II) parte 35

El desarrollo de habilidades en el aula

FASES DEL PROCESO DE COACHING

Todo proceso de coaching en el aula se inicia cuando el alumno demanda del profesor atención personalizada por algún motivo de insatisfacción, una necesidad o simplemente porque quiere conseguir algo y no sabe cómo. En realidad, lo que está demandando el alumno es un cambio en su situación actual o en alguna parcela de sus circunstancias presentes.

Quiere una vida más plena, ya sea a nivel personal o académico, aunque aún no tiene muy claro qué es lo quiere conseguir en lugar de lo que tiene.

En la fase siguiente, el alumno experimenta una situación de parálisis por temor al cambio. Experimenta una gran frustración porque no ve resultados a corto plazo y esta frustración le genera más insatisfacción porque le hace consciente de sus limitaciones. Normalmente, esta espiral de miedo, insatisfacción y frustración acaba cuando el alumno empieza a caminar, o bien, cuando la situación es tan insostenible que lo lanza fuera de este círculo infernal hacia el cambio. En esta fase es crucial el apoyo del profesor y de todo el entramado familiar.

En la tercera fase, el alumno emprende la acción y comienza a ver los progresos, lentos pero continuos, que le llevan a la meta. En esta fase la etapa clave es la transición, etapa que si es superada con éxito por el alumno le conducirá irremisiblemente hacia la consecución de los objetivos propuestos.

La transición es el punto crucial donde el alumno debe ser capaz de despojarse de hábitos inadecuados, viejas creencias e ineficaces valores que le han estado limitando y perjudicando a lo largo de toda su existencia y adquirir nuevas estrategias de aprendizaje que le permitan obtener una nueva visión de sí mismo y de su entorno.

Superada la fase de transición, y en la etapa final del proceso, el alumno habrá mudado parte de su ropaje interior, despojándose de todo aquello que le impedía desarrollarse y aprendiendo un nuevo repertorio de recursos y herramientas para hacer frente a las circunstancias de su entorno. Poseerá un nuevo sistema de creencias sobre sí mismo, sobre los demás y sobre el mundo que le rodea que le ayudará a afrontar no sólo los problemas del aula, sino los relacionados con la familia y sus amigos.

El profesor le pide constantemente a su alumno que haga algo diferente, que cambie sus hábitos, que sea más consciente de sí mismo, que cuestione sus creencias limitadoras y afiance las potenciadoras y que sobre todo, viva según sus valores. Es precisamente este énfasis en el aprendizaje por medio de la acción lo que distingue al coaching de la mayoría de disciplinas.

 

 

El lenguaje del coaching

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En el lenguaje del coaching, el cambio corresponde al camino que va de una situación dada, aquella que no deseamos, hacia otra situación meta que comporta nuevas soluciones. El cambio expresa, en este caso, nuestra conciencia de mejorar y nuestra capacidad de aprendizaje. Cambiar es abandonar ciertos puntos de referencia, costumbres establecidas que nos han dado un cierto confort y que en estos momentos no nos satisfacen.

“Zona de confort” es esa área de nuestra vida y de nuestro entorno con la que nos sentimos cómodos, protegidos, tranquilos y a gusto. Es ese lugar donde nadie nos puede atacar, donde no tenemos que esforzarnos, ni tenemos nada que demostrar. Es, realmente nuestra zona confortable, nuestro remanso de paz.

El alumno con la ayuda del profesor debe, poco a poco, desplazarse fuera de su zona de confort y experimentar cosas nuevas que le ayuden a alcanzar sus objetivos y a sentirse mejor consigo mismo y con los demás. Debe aprender a vivir de manera diferente las mismas situaciones y a descubrir nuevas sensaciones y emociones. Y además, debe saber que su organismo lefrenará constantemente hacia la zona de confort, allí donde se siente más cómodo, poniéndole zancadillas al cambio y minándole las energías para conseguir nuevos proyectos y aprendizajes. Contra todo esto tendrán que luchar profesor y alumno, por esta razón nos resulta tan difícil cambiar lo que queremos cambiar.

Para evitar claudicar en la consecución de los objetivos planteados los alumnos deben ir ampliando su zona de confort hasta acoger todos los deseos o necesidades de cambio, a pesar de la incomodidad inicial que supone abandonarla. Si no lo hacen, caerán en las redes de las viejas rutinas, de los hábitos inadecuados y se estancarán en la insatisfacción permanente.

Y cuando el alumno se sitúa fuera de su zona de confort y siente malestar o angustia en esa circunstancia es obligación por parte del profesor recordarle que el propio proceso de cambio supone una incomodidad. Tiene que hacer ver al alumno que esa sensación es parte del proceso, que va todo bien, y lo único que indica es que estamos aprendiendo a comportarnos y a sentir de manera diferente, a analizar el entorno desde otra perspectiva, a modificar  parte de nuestro sistema de creencias y valores, en una palabra, a ser otra persona, a crecer personalmente. A este proceso se le llama “desarrollo”.

El cambio acompañado por la figura del profesor permite al alumno movilizarse alrededor de una nueva dinámica, de nuevas herramientas y recursos y de otras formas de aprendizaje.

Finalmente, llegará un momento en que profesor y alumno decidirán terminar el proceso de coaching, el alumno habrá conseguido los objetivos que se había planteado tiempo atrás.

Por descontado, el proceso de aprender a aprender y la capacidad para establecer sueños y deseos, no acabará nunca. El coaching está abierto a todos aquellos que admiten que el cambio es útil y que conciben que más vale ser actor que víctima.

 

El proceso de coaching generalmente se divide en varias fases para guiar a los individuos o equipos hacia la consecución de sus metas y el desarrollo de su potencial. A continuación, se describen las fases típicas del proceso de coaching:

  1. Establecimiento de objetivos y contrato:
    • En esta fase inicial, el coach y el cliente establecen una relación de trabajo y definen los objetivos y metas que se desean alcanzar. También se acuerdan los términos del contrato de coaching, que incluyen la duración, la frecuencia de las sesiones, la confidencialidad y otras expectativas.
  2. Evaluación y diagnóstico:
    • El coach realiza una evaluación inicial para comprender mejor la situación actual del cliente, sus fortalezas, debilidades, obstáculos y recursos disponibles. Esto puede involucrar cuestionarios, entrevistas y otras herramientas de evaluación.
  3. Planificación y estrategia:
    • Basándose en la evaluación inicial, el coach y el cliente colaboran para desarrollar un plan de acción y estrategias específicas para alcanzar los objetivos establecidos. Este plan puede incluir hitos, tareas y plazos.
  4. Sesiones de coaching:
    • En esta fase, se llevan a cabo sesiones de coaching regulares, donde el coach trabaja con el cliente para explorar temas, desafíos y oportunidades. Durante estas sesiones, el coach utiliza preguntas poderosas, escucha activa y otras técnicas para ayudar al cliente a ganar claridad, tomar decisiones y avanzar hacia sus objetivos.
  5. Implementación y acción:
    • El cliente implementa el plan de acción acordado y trabaja en la consecución de sus metas. El coach proporciona apoyo continuo, retroalimentación y orientación a medida que el cliente avanza.
  6. Evaluación y seguimiento:
    • En esta fase, se evalúa el progreso hacia los objetivos. El cliente y el coach revisan los resultados y ajustan el plan de acción si es necesario. Se celebran los logros y se abordan los desafíos.
  7. Cierre y reflexión:
    • Una vez que se han alcanzado los objetivos o se ha llegado al final del proceso de coaching, se realiza una sesión de cierre. Se celebra el éxito y se reflexiona sobre lo que se ha aprendido durante el proceso. También se discuten posibles pasos a seguir.
  8. Seguimiento a largo plazo (opcional):
    • Algunos procesos de coaching incluyen un seguimiento a largo plazo para asegurarse de que los cambios y el crecimiento continúen después de la finalización del coaching.

Cabe destacar que el proceso de coaching es altamente personalizado y puede variar según las necesidades del cliente y los objetivos específicos. El coach actúa como un guía y facilitador durante todo el proceso, brindando apoyo, motivación y herramientas para que el cliente alcance su máximo potencial y logre sus metas.

 

El desarrollo de habilidades en el aula es un componente fundamental de la educación. Las habilidades que se enseñan van más allá del conocimiento académico y abarcan aspectos como el pensamiento crítico, la comunicación efectiva, la colaboración y la resolución de problemas:

  1. Enseñanza Activa:
    • Fomenta la participación activa de los estudiantes en el proceso de aprendizaje.
    • Utiliza métodos como discusiones en grupo, estudios de caso y proyectos prácticos.
  2. Pensamiento Crítico:
    • Diseña actividades que desafíen a los estudiantes a analizar, evaluar y sintetizar información.
    • Promueve la toma de decisiones informada y el cuestionamiento reflexivo.
  3. Colaboración:
    • Fomenta proyectos y tareas que requieran trabajo en equipo.
    • Enseña habilidades de comunicación efectiva y resolución de conflictos.
  4. Resolución de Problemas:
    • Proporciona problemas del mundo real que requieran soluciones.
    • Anima a los estudiantes a desarrollar y probar enfoques diferentes para abordar un problema.
  5. Comunicación Efectiva:
    • Incorpora actividades que mejoren la expresión oral y escrita.
    • Enseña a los estudiantes a presentar sus ideas de manera clara y persuasiva.
  6. Autodirección:
    • Proporciona oportunidades para que los estudiantes establezcan metas personales y autodirijan su aprendizaje.
    • Fomenta la autorreflexión sobre el progreso y el rendimiento.
  7. Creatividad:
    • Incluye actividades que estimulen la creatividad, como proyectos artísticos, debates innovadores o resolución creativa de problemas.
    • Anima a los estudiantes a pensar fuera de lo convencional.
  8. Uso de Tecnología:
    • Integra la tecnología de manera significativa para mejorar el aprendizaje y desarrollar habilidades digitales.
    • Enseña a los estudiantes a utilizar herramientas tecnológicas de manera ética y eficaz.
  9. Feedback Constructivo:
    • Proporciona retroalimentación específica y constructiva para ayudar a los estudiantes a mejorar.
    • Anima a los estudiantes a utilizar el feedback como una herramienta para el crecimiento.
  10. Aprendizaje Basado en Proyectos:
    • Implementa proyectos que requieran la aplicación práctica de conocimientos y habilidades.
    • Fomenta la investigación, la planificación y la ejecución de proyectos.
  11. Inclusión y Diversidad:
    • Crea un entorno inclusivo que respete y celebre la diversidad.
    • Fomenta la empatía y la comprensión intercultural.
  12. Desarrollo de Habilidades Socioemocionales:
    • Incorpora actividades que desarrollen habilidades socioemocionales, como la empatía, la autorregulación emocional y la toma de conciencia social.

El enfoque en el desarrollo de habilidades en el aula no solo prepara a los estudiantes para el éxito académico, sino también para enfrentar desafíos del mundo real y contribuir de manera significativa a la sociedad.

 

Editorial Luis Bonilla. Expertos en enseñanza, formación a distancia, tutores cualificados y con variedad de cursos online.

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