COACHING PARA DOCENTES (I y II) parte 34
El desarrollo de habilidades en el aula
Su viaje es una sucesión de “ahoras”, de modo que debe prestar atención a cada minuto que vive. “Ahora” es la conexión entre el presente y el futuro.
Existirían 3 tipos de conciencia:
1. Conciencia objetiva: la que está determinada por la información que proviene de los cinco sentidos: vista, oído, gusto, tacto y olfato. Sencillamente es la que nos permite darnos cuenta del mundo exterior.
2. Conciencia subjetiva: nivel de conciencia que utiliza los procesos cognitivos de la persona. Están involucrados procesos mentales como la memoria, la motivación, la voluntad.
3. Inconsciente: son los niveles más profundos de la conciencia.
AUTOCREENCIA
El segundo principio fundamental de la esencia del coaching es la autocreencia, que es el que permite otorgar a la persona la capacidad y recursos suficientes para saber que puede conseguir todo aquello que se proponga.
La autocreencia está relacionada con procesos personales como la autoestima, el valor y la confianza en uno mismo y por lo tanto, se proyectará en actitudes, acciones y pensamientos positivos respecto del entorno.
En el ámbito de la docencia se podría traducir de la siguiente manera: “el alumno que crea en sí mismo, también creerá en sus compañeros, en el sistema de enseñanza y en la sociedad en general”.
Esta creencia positiva y posibilitadora es una puerta abierta al cambio y al desarrollo personal y pedagógico del alumno.
Como dice Ravier: “la autocreencia es el valor que te impones para moverte en el mundo. Este concepto contiene de algún modo a la confianza y a la autoestima. No es posible que una persona crea en sí mismo si no tiene confianza en lo que hace y se estima en lo que es. El dominio de moverse en el mundo requiere indispensablemente de la confianza y de la autoestima. Es la autocreencia la que otorga el poder de cambiar y adaptarse a las situaciones, independientemente de lo que suceda” .
Conciencia y autocreencia, con sus dos manifestaciones: confianza y autoestima, están íntimamente relacionadas. Elevar nuestra conciencia nos hace ser más fuertes y tener mayor seguridad y confianza en nosotros mismos y a su vez, sentir y experimentar autoestima es fundamental para incrementar nuestra conciencia.
Además, para terminar podemos decir que una actitud mental positiva es indispensable para el desarrollo personal y académico del alumno. Así como los pensamientos negativos influyen no sólo en nuestro rendimiento, sino también en nuestro ser, los pensamientos positivos son igualmente efectivos y nos ayudan a incrementar nuestra autoestima, nuestra confianza y la seguridad en nosotros mismos. De ahí se deduce la importancia de nuestros pensamientos.
RESPONSABILIDAD.
La responsabilidad es otro de los conceptos o meta clave del coaching.
Es el tercer principio fundamental de la esencia de esta disciplina.
El término “responsabilidad” se entiende, por la mayoría de las personas, como algo que comporta una obligación. De hecho la Real Academia de la Lengua, lo define como “el cargo u obligación moral que resulta para alguien del posible yerro en cosa o asunto determinado”.
Sin embargo, en términos de coaching se escribe “respons-abilidad”, es decir, la capacidad o habilidad para responder, para tomar decisiones por uno mismo. Es el compromiso que debemos adquirir por nuestras acciones, por nuestros actos. El alumno debe aprender a responder ante las tareas, las pruebas y las peticiones que su profesor le plantea, debe responsabilizarse de sus acciones.
Responsabilidad y desempeño están directamente relacionados. Cuanto mayor sea nuestro compromiso, mejor será nuestro desempeño y por lo tanto, cuando una tercera persona nos sugiere u ordena aceptar una responsabilidad que nosotros no asumimos, el desempeño se reducirá alarmantemente.
Al igual que responsabilidad y desempeño están directamente relacionados, también responsabilidad y libertad están íntimamente unidos, no existe la responsabilidad si no hay libertad y viceversa.
La libertad es la que provoca que podamos decidir sin presiones entre varias opciones, y esta elección, a su vez, permite que la persona pueda responsabilizarse de sus acciones. Para sentirse plenamente responsable de una conducta, hay que hacer previamente una elección. Por lo tanto, cuando hablamos de responsabilidad debemos citar a sus dos componentes básicos: la libertad y la capacidad de elección.
A lo largo de todo el proceso de coaching en el aula, los beneficios pertenecen al alumno y él es responsable de ellos, aunque ambos, profesor y alumno comparten la responsabilidad del proceso, actúan como socios. El hecho de que el propietario del resultado sea el alumno no exime al profesor de la responsabilidad de dar lo mejor de sí durante todo el proceso de enseñanza. Alumno y profesor trabajan juntos en una asociación en la que, si lo hacen sinérgicamente, uno y uno suman mucho más que dos. Esto significa que el alumno tiene que asumir su responsabilidad, debe responsabilizarse de sus acciones y por consiguiente, de su propia vida.
La responsabilidad supone asumir un compromiso con nosotros mismos, con nuestras acciones y comportamientos, reconocer que somos dueños de nuestros actos. Esta asunción de responsabilidad y compromiso es lo único que nos permite avanzar, transformar un problema en oportunidad o cualquier circunstancia en posibilidad. Es el primer paso para cambiar.
Como indica Ravier: “ser responsable, (…) implica actuar. La responsabilidad se declara en un “compromiso” y el compromiso se manifiesta en “acción”. A su vez, la acción produce los resultados.
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