COACHING PARA DOCENTES (I y II) parte 32
El desarrollo de habilidades en el aula
PRINCIPIOS PARA APRENDER
El éxito del aprendizaje depende de tres factores: la inteligencia o capacidad general de la persona para entender una situación, la metodología empleada en los procesos de enseñanza o entrenamiento y las motivaciones de aprender de quien aprende. Sólo la suma de los tres factores logra aprendizajes efectivos.
• La inteligencia por sí sola no es decisiva para el aprendizaje, partiendo siempre de una capacidad normal.
• Todos los éxitos en el aprendizaje tienen una base común: la motivación de quien aprende.
• El método empleado para enseñar/entrenar debe facilitar el aprendizaje y eso se logra conociendo:
o Los principios biológicos: los procesos cerebrales relacionados con el aprendizaje.
o Los principios psicológicos: los principios del aprendizaje o cómo las personas aprenden mejor.
IMPORTANTES PARA EL PROFESORADO
“El arte del coaching consiste en conocer cómo desarrollar los principios esenciales de la naturaleza humana: la conciencia, el respeto a sí mismo y la responsabilidad”.
La esencia del coaching se sustenta en elevar la conciencia, mejorar la autocreencia y desarrollar la responsabilidad de cualquier persona. La consecución de estos objetivos, aderezado de una actitud mental positiva y un adecuado estado de ánimo, son sin duda clave para el desempeño de cualquier actividad.
De esta manera podemos decir que bajo los postulados del coaching, entendido como una disciplina catalizadora del crecimiento del ser humano, una de las tareas básicas del profesorado en el aula, sería desarrollar estas capacidades en sus alumnos para conseguir mejoras en sus desempeños, no sólo educativos sino también en cualquier otro ámbito.
Así, los tres principios básicos del coaching se interpretan de la siguiente manera:
• La conciencia permite a la persona llegar, donde realmente quiere llegar.
• La autocreencia le da valor y autoestima suficiente para saber que puede hacerlo.
• La responsabilidad le ofrece la necesaria motivación y perseverancia para conseguirlo.
CONCIENCIA
El diccionario de la Real Academia Española de la Lengua define conciencia como el “conocimiento inmediato que el sujeto tiene de sí mismo, de sus actos y de sus reflexiones”.
Nosotros preferimos como definición más completa y adecuada al coaching la que define el diccionario Webster: “La conciencia implica adquirir un conocimiento de algo a través de la reflexión, la observación o la interpretación de lo que uno ve, oye y siente.”
La conciencia es el primer elemento clave del coaching. Basada en la capacidad de percibir, observar y sobre todo de “darse cuenta”, se convierte en el único portavoz de la comprensión y del conocimiento.
Por medio de ella, y a través de la observación, interpretación y análisis de la realidad podemos acceder al aprendizaje.
Por tanto, tal como indica Ravier, los elementos claves para el desarrollo de la conciencia: la reflexión, la observación y la interpretación provocan una proyección a través de nuestras conductas y nuestro lenguaje.
La «conciencia» es un concepto fundamental y multifacético que se refiere a la capacidad de una persona para ser consciente de sí misma, de su entorno, de sus pensamientos, emociones y acciones. La conciencia es un aspecto esencial de la experiencia humana y desempeña un papel crucial en la toma de decisiones, la autorreflexión y la comprensión del mundo que nos rodea. Aquí hay varios aspectos clave de la conciencia:
- Conciencia de sí mismo: Este aspecto de la conciencia se refiere a la capacidad de una persona para reconocer y comprender sus propios pensamientos, emociones, deseos y comportamientos. Implica una comprensión profunda de quién es uno mismo y cómo se relaciona con el mundo.
- Conciencia del entorno: Esta forma de conciencia implica estar alerta y consciente de lo que sucede en el entorno circundante. Esto incluye la percepción de estímulos sensoriales, como sonidos, olores, colores y objetos, así como la capacidad de estar atento a las personas y eventos a su alrededor.
- Conciencia emocional: La conciencia emocional se refiere a la habilidad de reconocer y comprender las emociones propias y de los demás. Esto implica identificar y etiquetar las emociones, comprender sus causas y efectos, y regular las emociones de manera saludable.
- Conciencia cognitiva: Implica ser consciente de los procesos mentales, como el pensamiento, la memoria, la toma de decisiones y la resolución de problemas. Esto incluye la capacidad de reflexionar sobre ideas, aprender de experiencias pasadas y planificar para el futuro.
- Conciencia social: Este aspecto se relaciona con la capacidad de comprender y responder adecuadamente a las normas sociales, las expectativas y las interacciones con otras personas. Implica la empatía y la capacidad de ponerse en el lugar de los demás.
- Conciencia espiritual: Para algunas personas, la conciencia espiritual es una dimensión importante de su vida. Implica una comprensión más profunda de cuestiones trascendentales, como el propósito de la vida, la conexión con lo divino o la búsqueda de significado y trascendencia.
La conciencia es un proceso complejo y dinámico que puede desarrollarse y refinarse a lo largo de la vida. La práctica de la meditación, la autorreflexión, la psicoterapia y otras técnicas pueden ayudar a las personas a mejorar su conciencia en diferentes aspectos. La conciencia también desempeña un papel importante en la toma de decisiones éticas y en el desarrollo de la inteligencia emocional, lo que puede contribuir a una vida más satisfactoria y significativa.
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