COACHING PARA DOCENTES (I y II) parte 31

COACHING PARA DOCENTES (I y II) parte 31

El desarrollo de habilidades en el aula

ACTUAR Y REFLEXIONAR

En función de la dimensión que dominemos, habrá asignaturas que nos serán más fáciles o más difíciles de aprender, dependiendo de cómo nos las presente el profesor y de cómo las trabajemos en el aula. De ahí, que hagamos hincapié durante todo este punto del programa que hace referencia a “estilos de aprendizaje”, que por una parte, debemos intentar que nuestros alumnos aprendan a utilizar las cuatro dimensiones y que por otra parte, debemos preparar el contenido de nuestra asignatura de manera que se puedan beneficiar todos los alumnos, tanto los que sean pragmáticos, teóricos, activos o reflexivos.

De esta manera, nos alineamos con la teoría de Kolb que dice que para que se produzca un aprendizaje adecuado, el alumno debe dominar las cuatro dimensiones y analizar la información desde esos cuatro puntos de vista. Siguiendo sus directrices, como hemos argumentado antes, nos interesa presentar nuestra materia de tal forma que contenga actividades que cubran todas las fases de la rueda de Kolb, para que a todos los alumnos se les facilite el aprendizaje cualquiera que sea su estilo preferido y además, les ayudemos a potenciar las otras categorías que no dominan tanto.

Con esto conseguiremos equilibrar las deficiencias de nuestro sistema educativo, que favorece una u otra dimensión en función del nivel de enseñanza, pero que apuesta en general, por potenciar las fases de conceptualización en detrimento de las fases de experimentación.

 

Sistema escolar 

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Nuestro sistema escolar suele favorecer a los alumnos teóricos por encima de los demás, sobre todo en los niveles de educación secundaria y superior. Si bien es verdad, que en algunas asignaturas los alumnos activos pueden aprovechar sus capacidades, los reflexivos a menudo se encuentran con un ritmo de clase superior al que ellos necesitan para asimilar el contenido. Peor lo tienen los alumnos que les gusta aprender a través de la experimentación, una categoría de gestión de la información mucho más en desuso dentro de nuestro sistema educativo.

Para finalizar, y dentro de la teoría de los estilos de aprendizaje, podemos decir que esta diferenciación que hemos establecido de tres fases en el proceso de aprendizaje: seleccionar, organizar y utilizar la información, es más teórica y ficticia que real, ya que en la práctica estos tres niveles se confunden entre sí y están estrechamente relacionados.

Nuestro cerebro no entiende de modelos teóricos ni fases bien estructuradas, más útiles para planteamientos docentes, que para explicaciones coherentes de la realidad.

El hecho de que tendamos a seleccionar la información de una manera determinada, afectará a cómo la organicemos y la utilicemos posteriormente, y a su vez, estos procesos retroalimentarán e influirán en nuestro estilo de aprendizaje, algo dinámico y cambiante a lo largo del tiempo. De ahí, la importancia de la enseñanza en todos estos procesos.

No podemos, por tanto, entender el estilo de aprendizaje de cualquier persona como algo segmentado y cerrado, sino abierto e influenciable por nuevos aspectos. Actualmente, esta teoría de los estilos de aprendizaje no sólo se centra en ver cómo los individuos seleccionamos, organizamos y trabajamos con la información sino también como otras variables, como el comportamiento social, los estados de ansiedad y estrés, el trabajo en equipo, … influyen en nuestros procesos de aprendizaje.

 

La acción y la reflexión son dos componentes esenciales en el proceso de aprendizaje, toma de decisiones y desarrollo personal. Ambos son complementarios y se retroalimentan mutuamente. Aquí se describen estos dos aspectos:

  1. Actuar:
    • Actuar se refiere a la capacidad de llevar a cabo acciones o tomar decisiones basadas en una serie de factores, como el conocimiento, las metas, los valores y las circunstancias. La acción implica hacer algo, poner en práctica una idea o llevar a cabo un plan. Actuar es fundamental para lograr objetivos, resolver problemas y avanzar en la vida.
  2. Reflexionar:
    • La reflexión implica tomarse el tiempo para pensar y analizar lo que ha sucedido antes, durante o después de una acción o decisión. Esto incluye considerar las consecuencias de las acciones, identificar lecciones aprendidas, evaluar los resultados y examinar cómo se podrían haber abordado las situaciones de manera diferente. La reflexión puede llevar a una comprensión más profunda y al aprendizaje.

La relación entre actuar y reflexionar es bidireccional:

  • Actuar antes de reflexionar: A veces, las personas actúan de manera impulsiva o sin pensarlo lo suficiente. En estos casos, la reflexión posterior puede ser valiosa para comprender por qué se tomaron ciertas decisiones y qué se podría haber hecho de manera diferente. La reflexión puede ayudar a evitar errores repetidos y a mejorar la toma de decisiones futuras.
  • Reflexionar antes de actuar: La reflexión previa a la acción implica una planificación cuidadosa y la consideración de posibles consecuencias. Esto puede ayudar a tomar decisiones más informadas y estratégicas. Sin embargo, es importante no quedarse atrapado en la parálisis por el análisis y dar el paso necesario hacia la acción cuando sea apropiado.
  • Actuar y reflexionar de manera continua: El proceso de aprendizaje y desarrollo personal a menudo implica un ciclo continuo de actuar y reflexionar. A medida que se toman medidas, se recopila información valiosa y se generan nuevas experiencias. La reflexión sobre estas experiencias permite ajustar y mejorar las acciones futuras.

En resumen, la combinación efectiva de actuar y reflexionar es esencial para el crecimiento personal y el logro de metas. Ambos aspectos son igualmente importantes, ya que la acción sin reflexión puede llevar a decisiones impulsivas y errores repetidos, mientras que la reflexión sin acción puede resultar en inacción y falta de progreso. El equilibrio entre estos dos elementos es esencial para una toma de decisiones y un aprendizaje efectivos.

 

El desarrollo de habilidades en el aula es un componente fundamental de la educación. Las habilidades que se enseñan van más allá del conocimiento académico y abarcan aspectos como el pensamiento crítico, la comunicación efectiva, la colaboración y la resolución de problemas:

  1. Enseñanza Activa:
    • Fomenta la participación activa de los estudiantes en el proceso de aprendizaje.
    • Utiliza métodos como discusiones en grupo, estudios de caso y proyectos prácticos.
  2. Pensamiento Crítico:
    • Diseña actividades que desafíen a los estudiantes a analizar, evaluar y sintetizar información.
    • Promueve la toma de decisiones informada y el cuestionamiento reflexivo.
  3. Colaboración:
    • Fomenta proyectos y tareas que requieran trabajo en equipo.
    • Enseña habilidades de comunicación efectiva y resolución de conflictos.
  4. Resolución de Problemas:
    • Proporciona problemas del mundo real que requieran soluciones.
    • Anima a los estudiantes a desarrollar y probar enfoques diferentes para abordar un problema.
  5. Comunicación Efectiva:
    • Incorpora actividades que mejoren la expresión oral y escrita.
    • Enseña a los estudiantes a presentar sus ideas de manera clara y persuasiva.
  6. Autodirección:
    • Proporciona oportunidades para que los estudiantes establezcan metas personales y autodirijan su aprendizaje.
    • Fomenta la autorreflexión sobre el progreso y el rendimiento.
  7. Creatividad:
    • Incluye actividades que estimulen la creatividad, como proyectos artísticos, debates innovadores o resolución creativa de problemas.
    • Anima a los estudiantes a pensar fuera de lo convencional.
  8. Uso de Tecnología:
    • Integra la tecnología de manera significativa para mejorar el aprendizaje y desarrollar habilidades digitales.
    • Enseña a los estudiantes a utilizar herramientas tecnológicas de manera ética y eficaz.
  9. Feedback Constructivo:
    • Proporciona retroalimentación específica y constructiva para ayudar a los estudiantes a mejorar.
    • Anima a los estudiantes a utilizar el feedback como una herramienta para el crecimiento.
  10. Aprendizaje Basado en Proyectos:
    • Implementa proyectos que requieran la aplicación práctica de conocimientos y habilidades.
    • Fomenta la investigación, la planificación y la ejecución de proyectos.
  11. Inclusión y Diversidad:
    • Crea un entorno inclusivo que respete y celebre la diversidad.
    • Fomenta la empatía y la comprensión intercultural.
  12. Desarrollo de Habilidades Socioemocionales:
    • Incorpora actividades que desarrollen habilidades socioemocionales, como la empatía, la autorregulación emocional y la toma de conciencia social.

El enfoque en el desarrollo de habilidades en el aula no solo prepara a los estudiantes para el éxito académico, sino también para enfrentar desafíos del mundo real y contribuir de manera significativa a la sociedad.

 

Editorial Luis Bonilla. Expertos en enseñanza, formación a distancia, tutores cualificados y con variedad de cursos online.

 

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