Aportes de la investigación
Modelo
Cabe considerar, para esta investigación, el modelo bidimensional de la asertividad, según Monjas (2004). Este despliega que entre una expresión directa y no coactiva se establece la asertividad; en cuanto a una expresión directa pero coactiva surge la agresividad. De igual forma, si es una expresión indirecta pero no coactiva surge la pasividad, disímil a esto, si se da una expresión indirecta pero por el contrario es coactiva, surgirá el estilo de relación interpersonal agresivo-pasivo. Bajo esta perspectiva, los adolescentes socialmente habilidosos/as y competentes tienen un buen autoconcepto y alta autoestima de ellos mismos, pero expresan sus emociones y afectos de forma impositiva, lo que en sociedad no es tan aceptable, conjuntamente reciben y aceptan de manera inadecuada las posturas y emociones de los demás. En ocasiones por defender sus EDUCACIÓN Y PEDAGOGÍA El lenguaje de las emociones: condiciones para la ciberciudadanía «más allá del Cyberbullying» ideas, opiniones y derechos, trasgreden de forma involuntaria de los derechos de los otros. Cuando los escolares participan en las redes sociales, todo comienza como un juego. Se participa, explora y clasifica a todos los copartícipes; por eso resulta «gracioso» para estos adolescentes, en primera instancia, tomar a uno de ellos para exhibirle algún punto débil, de tal forma que se le vayan sumando colaboradores y así burlarse, comentar o acompañar la agresión.
En esta travesura o mofa, se va trasgrediendo y victimizando a alguno de los partícipes, que la mayoría de las veces lo asumen como un juego que al volverse reiterado se sale de control. El individuo está de algún modo desplazado respecto de sí mismo (Garcés, et al., 2009). El adolescente que sistemáticamente adopta, cuando sus derechos son violados, conductas de pasividad e inhibición, sufre secuelas a futuro, se encuentra descontento y se valora poco ante sí mismo y ante los demás. Por igual, el que sabe defender sus derechos y opiniones de forma agresiva, autoritaria, imponiéndose sobre los demás, logrando que el otro se sienta mal, se hace desagradable y es rechazado por sus compañeros y compañeras. Desde luego, el comportamiento sumiso es tan inadecuado como el agresivo, y aunque las conductas sumisas alteran y distorsionan menos que las agresivas, son igualmente disfuncionales. Las personas asertivas son mucho más genuinas cuando manifiestan lo que piensan y lo que sienten. De ellas se destaca su respeto por las ideas y sentimientos ajenos; saben escuchar y les resulta fácil lograr empatía y aceptar incondicionalmente a otros (Ovejero, 2007). Estas pueden explicar su punto de vista mostrando con claridad sus preferencias, comunicándose de forma eficaz. En la investigación fue notable que aunque la población se autodenomina asertiva, su condición difiere del análisis de los roles en el cyberbullying, porque el alto número de agresores, víctimas e inclusive observadores, no corresponde con un estilo interpersonal tan asertivo.
Factores
Los factores de riesgo, los aspectos emocionales involucrados en situaciones de riesgo y las estrategias de intervención para prevenir o superar situaciones complejas, sugieren tomar un camino alterno para la comprensión del problema. Lo anterior supone hacer un desplazamiento Serie Investigación idep 130 desde la conceptualización teórica del fenómeno hacia las experiencias de los directamente involucrados, para hacer aproximaciones a una conceptualización más pertinente (Echeburúa & Corral, 2010). Para terminar, las tic se transforman en instrumento prioritario de placer, en ansia por estar a la moda, pero pueden al mismo tiempo enmascarar necesidades más poderosas.
Las redes sociales atrapan a un adolescente porque el mundo virtual contribuye a crearle una falsa identidad y a distanciarle (pérdida de contacto personal) o a distorsionarle el mundo real. Participar en estas tecnologías un tiempo mayor de tres horas representa un riesgo tanto de dependencia como de vulnerabilidad. Más de seis horas es «adicción» (Oliva et al., 2012).
El modelo bidimensional de la asertividad es una forma de representar las diferentes respuestas de comunicación y comportamiento en situaciones sociales. Este modelo se basa en dos dimensiones: la asertividad y la cooperación. A menudo se representa gráficamente como un cuadrante con cuatro áreas diferentes, cada una representando un estilo de comunicación específico. Aquí están las dimensiones y los estilos de comunicación asociados:
- Asertividad: La asertividad se refiere a la capacidad de expresar tus propias necesidades, deseos, opiniones y sentimientos de manera honesta y directa, respetando al mismo tiempo las necesidades y derechos de los demás.
- Alto nivel de asertividad: En esta área, se encuentran las respuestas asertivas, donde una persona se comunica de manera efectiva expresando sus pensamientos y sentimientos sin ser agresiva ni pasiva.
- Bajo nivel de asertividad: En esta área, se encuentran las respuestas no asertivas, como la sumisión o la evitación, donde una persona no expresa sus necesidades o sentimientos de manera efectiva y puede permitir que otros dominen la situación.
- Cooperación: La cooperación se refiere a la disposición para trabajar con otros, llegar a acuerdos y considerar las necesidades y deseos de las demás personas.
- Alto nivel de cooperación: En esta área, se encuentran las respuestas cooperativas, donde una persona es capaz de escuchar a los demás, considerar sus puntos de vista y trabajar juntos para llegar a soluciones mutuamente beneficiosas.
- Bajo nivel de cooperación: En esta área, se encuentran las respuestas no cooperativas, donde una persona puede ser egoísta, competitiva o insensible a las necesidades y deseos de los demás.
Las cuatro áreas del cuadrante representan diferentes estilos de comunicación:
- Asertivo y cooperativo: Este estilo se encuentra en la esquina superior izquierda del cuadrante y representa respuestas de comunicación saludables y efectivas. Las personas asertivas y cooperativas expresan sus necesidades y escuchan a los demás, buscando soluciones mutuamente beneficiosas.
- Asertivo pero no cooperativo: En la esquina superior derecha, las personas son asertivas pero pueden ser menos colaborativas. Pueden expresar sus propias necesidades de manera efectiva pero no consideran mucho las necesidades de los demás.
- No asertivo y cooperativo: En la esquina inferior izquierda, las personas pueden ser cooperativas pero no asertivas. Pueden evitar expresar sus propias necesidades y deseos en aras de complacer a los demás.
- No asertivo y no cooperativo: En la esquina inferior derecha, las personas son tanto no asertivas como no cooperativas. Pueden evitar el conflicto y no expresar sus necesidades, lo que puede resultar en una comunicación ineficaz.
Este modelo ayuda a comprender los diferentes estilos de comunicación y cómo pueden afectar las interacciones sociales. Fomenta el desarrollo de la asertividad y la cooperación como habilidades de comunicación efectivas.
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