Adquisición de habilidades cognitivas generales

Adquisición de habilidades cognitivas generales

Hipótesis

Una parte importante de la investigación sobre las habilidades cognitivas generales se ha centrado en las habilidades de razonamiento científico, sobre todo en la interacción entre las hipótesis y la evidencia y cómo esa evidencia produce el cambio conceptual.

El estudio del pensamiento científico en ámbitos no científicos se ha centrado en analizar en qué materias no científicas se piensa de modo científico y si la reestructuración cognitiva también ocurre como respuesta a hallazgos contrarios a las hipótesis propuestas. También se ha estudiado el papel de la analogía como vehículo que facilita el pensamiento científico. Kuhn (1989) encontró que los niños tenían dificultades considerables para separar la teoría de la evidencia, considerado esto como fundamental en el pensamiento científico: diferenciar la teoría de la evidencia y realizar una correcta evaluación de la teoría en función de la evidencia. Sin embargo, en otros estudios se encontró que los niños eran capaces de mostrar relaciones apropiadas entre hipótesis y pruebas en un contexto apropiado.

 

Representación 

Adquisición de habilidades cognitivas generales

Los niños eran capaces de dar ideas teóricas a los 4-5 años y realizar representaciones teóricas más extensas de los problemas a los 8 y 9 años (Karmiloff-Smith, 1988). Ante la resolución de un problema desconocido, Klahr y Dunbar (1988) encontraron que los individuos se podían clasificar en dos categorías: los teóricos, que buscaban hipótesis y los experimentalistas que intentaron extraer conclusiones de los principales resultados experimentales. Los teóricos resolvieron el problema en menos tiempo y probaron hipótesis de forma más específica. También encontraron que las hipótesis confirmadas fueron retenidas en un 75% (posiblemente no se dio una retención mayor debido a que la confirmación es siempre ambigua), y las hipótesis no confirmadas fueron cambiadas en el 45% de los casos (puede que no se diera un cambio mayor debido a perjuicios o a la imposibilidad de pensar otras hipótesis).

En cuanto al papel de la experiencia en la reestructuración de los conceptos de los niños, Vosniadou y Brewer (1992) afirman que los conceptos están basados en preconcepciones experienciales y que los cambios en sus presuposiciones se deben a la influencia de la cultura.

Brewer y Samarapungavan (1991) afirmaron que los niños usan procesos de pensamiento similares a los de los científicos en la construcción de sus modelos, pudiendo atribuir las diferencias en el resultado a la mayor cantidad de conocimiento institucionalizado de los científicos. Chinn y Brewer (1993) analizaron las respuestas de sujetos al verse expuestos a datos anómalos, contradictorios con la teoría, y la posibilidad de que se produjera un cambio en la teoría, encontrando que la posibilidad de cambio estaba influida por factores como el tipo de datos anómalos y las características de una teoría alternativa, mientras que la resistencia al cambio era resultado de factores como creencias arraigadas, consideraciones epistemológicas y el conocimiento base.

 

Por lo tanto, la probabilidad de reestructuración conceptual en función de evidencias específicas varía aparentemente en función de un número de factores incluyendo lo arraigadas que estén las creencias y la posibilidad de hipótesis alternativas.

 

La adquisición de habilidades cognitivas generales se refiere al desarrollo de habilidades mentales que son aplicables a una amplia variedad de tareas y situaciones. Estas habilidades cognitivas generales son esenciales para el pensamiento crítico, la solución de problemas, la toma de decisiones y el aprendizaje efectivo. A continuación, se describen algunas de las habilidades cognitivas generales y cómo se pueden adquirir y mejorar:

  1. Pensamiento Crítico: El pensamiento crítico implica analizar y evaluar información de manera objetiva y reflexiva. Para adquirir esta habilidad, es importante cuestionar suposiciones, buscar evidencia sólida, considerar múltiples perspectivas y tomar decisiones informadas. La práctica de la resolución de problemas y la discusión crítica pueden ayudar a desarrollar esta habilidad.
  2. Resolución de Problemas: La resolución de problemas implica identificar un problema, analizar sus componentes, generar soluciones y evaluar su efectividad. Puedes desarrollar esta habilidad al enfrentarte a problemas diversos y aplicar estrategias sistemáticas para encontrar soluciones.
  3. Toma de Decisiones: La toma de decisiones efectiva requiere considerar opciones, evaluar riesgos y beneficios, y elegir la mejor acción en función de tus objetivos. Practicar la toma de decisiones en situaciones cotidianas y aprender de las decisiones pasadas puede mejorar esta habilidad.
  4. Creatividad: La creatividad implica generar ideas originales y soluciones innovadoras. Puedes fomentar la creatividad mediante la exploración de nuevas experiencias, la exposición a diferentes perspectivas y la práctica de técnicas de pensamiento lateral.
  5. Aprendizaje Activo: El aprendizaje activo implica participar activamente en la adquisición de conocimiento, en lugar de simplemente recibir información pasivamente. Esto incluye tomar apuntes, hacer preguntas, discutir temas y aplicar lo que has aprendido.
  6. Habilidades de Comunicación: Las habilidades de comunicación son esenciales para expresar tus ideas de manera efectiva y comprender las de los demás. Practicar la escucha activa, la expresión clara y la argumentación coherente puede mejorar estas habilidades.
  7. Organización y Gestión del Tiempo: La capacidad de organizarse y administrar el tiempo de manera eficiente es fundamental para la productividad y la eficacia. Puedes desarrollar estas habilidades estableciendo metas, creando planes y priorizando tareas.
  8. Memoria y Retención: Mejorar la memoria y la retención implica el uso de técnicas de estudio efectivas, como la repetición espaciada, la elaboración y la recuperación activa.
  9. Pensamiento Analítico: El pensamiento analítico se centra en descomponer problemas o conceptos complejos en partes más pequeñas y manejables para comprenderlos mejor. La práctica de descomponer problemas puede fortalecer esta habilidad.
  10. Autoevaluación y Reflexión: Evaluar tus propias habilidades y aprender de tus experiencias es crucial para el crecimiento cognitivo. Realizar autoevaluaciones periódicas y reflexionar sobre tus éxitos y desafíos te ayudará a mejorar continuamente.
  11. Gestión del Estrés y la Ansiedad: El control del estrés y la ansiedad es esencial para un rendimiento cognitivo óptimo. Practicar técnicas de manejo del estrés, como la meditación y la relajación, puede mejorar esta habilidad.
  12. Adaptabilidad: La adaptabilidad implica la capacidad de ajustarse a nuevas situaciones y cambiar de enfoque cuando sea necesario. La exposición a diversos contextos y desafíos puede desarrollar esta habilidad.

La adquisición de habilidades cognitivas generales implica práctica y autoconciencia. Al ser consciente de tus puntos fuertes y áreas de mejora, y al comprometerte en la práctica deliberada, puedes fortalecer estas habilidades a lo largo del tiempo. La educación formal, la capacitación, la lectura y la resolución de problemas cotidianos son algunas de las formas en que puedes desarrollar y mejorar tus habilidades cognitivas generales.

 

Editorial Luis Bonilla. Expertos en enseñanza, formación a distancia, tutores cualificados y con variedad de cursos online.

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