¿A QUÉ NOS LLEVA HACER ALGO PORQUE LO HACE TODO EL MUNDO?

¿A QUÉ NOS LLEVA HACER ALGO PORQUE LO HACE TODO EL MUNDO?

CONTEXTO SOCIAL 

 

Existen ejemplos de conductas que pueden ser censuradas o criticadas en un contexto social sin que el individuo se entere del nivel de desaprobación social que tienen. Esta situación nos puede ayudar a comprender cómo funciona la ignorancia pluralista, que es el término para referirnos a aquello de «hacer una cosa porque todo el mundo la hace». La ignorancia pluralista hace referencia a aquellas conductas que pueden ser censuradas en un contexto social pero el individuo cree que no lo son tanto al no llegarle el «feedback» de censura del colectivo social. En algunos casos puede que no le llegue porque esas conductas cuentan con la aprobación de su grupo particular de referencia, que actuaría a modo de pantalla de insonorización social; así, por ejemplo, la presencia de menores en salas de fiestas nocturnas es muy censurable a nivel social, pero muy loable entre los grupos de menores que intentan colarse, si bien la cuestión también puede plantearse en sentido inverso, es decir, situaciones en las que el individuo cree que una conducta desaprobada a nivel particular (personal o pequeño grupo) es aceptada en el contexto social amplio.

¿A QUÉ NOS LLEVA HACER ALGO PORQUE LO HACE TODO EL MUNDO?

Así, por ejemplo, puede ocurrir con el racismo: cuando la gente con la que el individuo se relaciona es racista, la censura social tiende a ser filtrada o anulada, cometiendo un error en la estimación social del problema. El error es una especie de sobre-generalización desde el grupo particular a toda la sociedad, lo que estima normativo en su grupo lo es también a todo el contexto social. Este proceder funciona como una especie de esquema cognitivo, haciendo que las apreciaciones particulares tiendan a desviarse de la realidad o contexto social amplio (Prentice y Millar, 1993). Dado que a la hora de establecer la conducta particular la gente se fija en la conducta pública de los demás, en caso de discrepancias entre la norma social percibida y las actitudes privadas caben dos posibilidades para reducir la discrepancia. En primer lugar, el individuo puede cambiar sus actitudes particulares desplazándolas hacia la norma social; en segundo lugar, podría rechazar al grupo donde prevalece esa norma. Esta última posibilidad parece más costosa y arriesgada, de ahí que la alternativa más convincente sea la primera, cambiar las propias actitudes a favor de las del grupo, buscando mayor sintonía y ajuste. El individuo se muestra complaciente al cambio, podríamos decir que ante cuestiones discordantes uno se vuelve más abierto a la influencia de los demás (Bowen y Bourgeois, 2001). Esa inclinación a ceder frente a los demás es la clave de nuestra supervivencia en sociedad, pero debe ser justificada y es en ese intento cuando suelen producirse sesgos y errores.

 

General 

Uno de ellos es el error de la generalización, es decir, la ignorancia pluralista. Imaginemos a un profesor que acaba de explicar una lección y pregunta a los alumnos si han entendido, los alumnos sienten miedo de ser cuestionados y no levantan la mano, el profesor deduce que todos lo han entendido y los alumnos en conjunto piensan que también, excepto para los que a nivel particular no ha sido así. Pensemos en otra situación, un adolescente manifiesta en su grupo haber consumido una droga ilegal, la gente del grupo no manifiesta su opinión al respecto, simplemente pasan del tema, todos infieren que la mayoría aprueba esa conducta, deduciendo que el grupo comparte una actitud favorable hacia el consumo de esa sustancia ilegal. Este desconocimiento extendido y compartido, auspiciado por la ignorancia pluralista, funcionaría con diferentes matices. Uno de ellos hace referencia a que si bien hay conductas que al ser manifiestas y públicas resulta muy fácil percibir la norma social, no ocurre lo mismo con las de tipo privado e íntimo, sobre las que la norma se establece según lo que la gente dice.

¿A QUÉ NOS LLEVA HACER ALGO PORQUE LO HACE TODO EL MUNDO?

Esta visión puede tener como consecuencia que, mientras públicamente se censura la conducta en cuestión, a nivel privado se acepta y practica (Ubillos, Páez, Mayordomo y Sánchez, 2003). Sirven los ejemplos de fraude fiscal, prácticas de dopaje en deportistas famosos, actividades censurables de personajes públicos, etc. Establecer la norma teniendo en cuenta lo que la gente dice puede tener consecuencias, así por ejemplo se ha observado que los jóvenes pueden llegar a incrementar su conducta sexual cuando escuchan que los de su igual son más activos que ellos, pueden probar drogas cuando oyen comentarios de consumos frecuentes en los de su igual, etc. (Steinberg, 2008). El problema en estos casos está en que para el sujeto es inaccesible esa observación conductual y tiende a establecer su normativa tomando referencias, con los consiguientes problemas de «contaminación».

 

Medidas 

Por eso una medida preventiva interesante respecto al consumo de drogas es la confesión objetiva del consumo real de cada sujeto en un contexto grupal respetuoso y confidencial. El interés de los adolescentes por ajustar su comportamiento a la norma social percibida en su grupo, convierte a la ignorancia pluralista en un factor de riesgo, pues facilita entrar en una espiral de prácticas inadecuadas y a la vez lo justifica, con el argumento de que los demás también lo hacen. Desde el punto de vista preventivo, el manejo de este sesgo es de utilidad. Pretender que los adolescentes tengan un conocimiento real y objetivo de las conductas problemáticas ayuda a clarificar la norma social y a disminuir su influencia sobre el individuo cuando se dan cuenta de que lo que se dice no siempre se corresponde con la frecuencia que se practican. ¡Que cuatro compañeros de un curso fumen es muy diferente a que lo haga todo el mundo!

 

El contexto social se refiere al entorno en el que las personas viven, interactúan y se desarrollan. Incluye una variedad de elementos que influyen en la vida de las personas, como las normas sociales, los valores, las instituciones, las estructuras de poder, la cultura, la economía y las relaciones interpersonales:

  1. Cultura: La cultura abarca las creencias, valores, tradiciones, costumbres y expresiones artísticas de una sociedad. Diferentes culturas pueden tener normas sociales y expectativas distintas.
  2. Normas Sociales: Son reglas o pautas de comportamiento aceptadas por la sociedad. Estas normas dictan cómo debemos comportarnos en situaciones específicas y varían según la cultura y el entorno.
  3. Instituciones: Incluyen sistemas como la educación, la religión, la política y la justicia que organizan la sociedad y regulan la conducta de las personas.
  4. Economía: La estructura económica de una sociedad, que abarca la producción, distribución y consumo de bienes y servicios, tiene un impacto significativo en la vida de las personas.
  5. Relaciones Interpersonales: Las interacciones entre individuos, grupos y comunidades son esenciales en el contexto social. Las relaciones familiares, de amistad y laborales influyen en la calidad de vida de las personas.
  6. Poder y Estructuras Sociales: La distribución del poder y la organización de la sociedad en términos de clases sociales, género, raza, etnia y otros factores afecta la equidad y la justicia social.
  7. Cambios Sociales: Los cambios en la sociedad, como avances tecnológicos, movimientos sociales, crisis económicas o conflictos políticos, pueden tener un impacto significativo en el contexto social.
  8. Demografía: Los datos demográficos, como la población, la edad, el género y la distribución geográfica, también son parte del contexto social y se utilizan para comprender mejor las tendencias y los desafíos.

 

Editorial Luis Bonilla. Expertos en enseñanza, formación a distancia, tutores cualificados y con variedad de cursos online.

 

 

1. ¿Por qué seguimos a la mayoría?

📌 Necesidad de pertenencia

  • Los seres humanos somos sociales por naturaleza y buscamos ser aceptados dentro de un grupo.

  • No queremos sentirnos excluidos o rechazados.

📌 Influencia social y validación

  • Si muchas personas hacen algo, tendemos a pensar que es lo correcto o lo mejor.

  • Buscamos aprobación y evitamos la desaprobación del grupo.

📌 Evitar la incertidumbre

  • En situaciones nuevas, seguimos a la mayoría porque creemos que tienen más información o experiencia.

  • Nos sentimos más seguros al hacer lo mismo que los demás.

📌 Redes sociales y tendencias

  • En la era digital, las modas y retos virales refuerzan el comportamiento colectivo.

  • La difusión masiva de contenido influye en las decisiones individuales.


2. Consecuencias del conformismo social

🔹 Positivas
Fomentar la cooperación y el aprendizaje: Siguiendo normas sociales, se fortalecen la convivencia y el respeto.
Generar cambios positivos: Movimientos sociales, causas ambientales o campañas de concienciación se expanden gracias a la influencia colectiva.
Facilitar la adaptación: En nuevos entornos (escuela, trabajo), seguir normas grupales ayuda a integrarse.

🔹 Negativas
Pérdida de individualidad: Se puede renunciar a valores y pensamientos propios por encajar en un grupo.
Normalización de conductas perjudiciales: La presión social puede llevar a adoptar hábitos negativos como el consumo de drogas, el bullying o comportamientos de riesgo.
Falta de pensamiento crítico: Se aceptan ideas sin cuestionarlas solo porque la mayoría las sigue.


3. ¿Cómo equilibrar la influencia social y el pensamiento propio?

🔹 Desarrollar pensamiento crítico: Cuestionar las razones detrás de una tendencia antes de seguirla.
🔹 Tomar decisiones informadas: Evaluar los beneficios y riesgos de ciertas acciones.
🔹 Fomentar la autenticidad: Mantener principios y valores propios sin dejarse llevar solo por la mayoría.
🔹 Rodearse de personas con valores positivos: La influencia social también puede ser una fuerza para el crecimiento personal.

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