Reproducimos, por su interés, las preguntas que nos realiza un cliente y las respuestas:

«Cuando cobramos en factura un porcentaje de la formación como costes de organización. ¿Debemos documentar esos costes con algún tipo de documento o con que figure el concepto en factura es suficiente?.

Ese 10% de costes indirectos los podríamos también meter en factura?. Nos exigirían también algún desglose?»

Respuesta:

En los costes de organización sólo es necesario que figure como concepto en factura, eso si respetando los límites del 20, 15, ó 10, dependiendo del tamaño de empresa, sin acreditarlos.

En el tema de los costes indirectos, pueden perfectamente ser susceptibles de bonificación, sin sobrepasar el 10% del total de costes de la actividad formativa (los costes indirectos no pueden sobrepasar el 10% de los costes directos + costes indirectos) y deben ponerse en factura, con el desglose en costes directos, costes indirectos y costes de organización. Ante una inspección de costes, al contrario de los costes de organización, que no deben ser acreditados, en los costes directos e indirectos si que deben ser acreditados con la documentación pertinente.

 

 

Los costes de organización y los costes indirectos son dos categorías diferentes de gastos que una empresa puede enfrentar:

  1. Costes de Organización:

    Los costes de organización, también conocidos como costes fijos o costes directos, son aquellos gastos que están directamente relacionados con la producción de bienes o la prestación de servicios. Estos costes no varían en proporción a la cantidad producida o vendida y generalmente son constantes a corto plazo. Algunos ejemplos de costes de organización incluyen:

    • Alquiler de instalaciones: Los costes asociados con el arrendamiento de espacios y edificios para operar el negocio.
    • Salarios y beneficios del personal fijo: Los salarios y beneficios de los empleados permanentes que están involucrados en funciones administrativas o de producción.
    • Seguros: Los costes de las pólizas de seguros que protegen contra riesgos específicos, como seguros de propiedad, responsabilidad civil, etc.
    • Gastos generales: Incluyen gastos administrativos, como servicios públicos, suministros de oficina, servicios de limpieza, etc.
    • Intereses de préstamos fijos: Los intereses asociados con préstamos que tienen tasas de interés fijas.

    Estos costes son esenciales para mantener la infraestructura y la operación continua del negocio, independientemente de la producción o ventas específicas en un período dado.

  2. Costes Indirectos:

    Los costes indirectos, también conocidos como costes variables o costes operativos, están asociados con la producción y venta de bienes y servicios, pero varían en proporción a la cantidad producida o vendida. Estos costes pueden fluctuar en función de la actividad comercial y, por lo general, se asocian directamente con la producción. Algunos ejemplos de costes indirectos incluyen:

    • Materiales directos: Los costes asociados con los materiales utilizados directamente en la producción.
    • Mano de obra directa: Los costes de la mano de obra directamente involucrada en la producción, como salarios y beneficios de los trabajadores de la línea de montaje.
    • Costes variables de producción: Incluyen costes como energía, mantenimiento de maquinaria, y otros costes operativos que varían con la producción.
    • Comisiones de ventas: Comisiones pagadas a los vendedores que están vinculadas directamente a las ventas realizadas.
    • Publicidad y marketing: Gastos asociados con la promoción y publicidad de productos o servicios.

    Estos costes varían con la producción y las ventas, y son esenciales para calcular el costo total de producir o vender un producto.

 

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