¿CON EL CONSUMO SE MEJORA LA IMAGEN QUE SE DA?

COMPORTAMIENTO
Los adolescentes recurren a la imagen, tanto física como de comportamiento, para ensayar nuevas formas de expresión de su personalidad. De suerte que la apariencia física, el peso, la talla, los tatuajes, piercings y vestir determinadas marcas constituyen materia de preocupación; ensayando con estas cosas intentan perfilar una imagen de sí mismos más acorde con lo que sienten o desean ser. Pero para entender estas motivaciones de los adolescentes, hay que hacer auténtica arqueología de sus convicciones más profundas, pudiendo llegar a identificar algunas creencias y estereotipos que determinan sus decisiones y comportamientos. Tienen el valor añadido de ser representaciones sociales, es decir, recogen lo que los adolescentes consideran que la sociedad espera de ellos.

Para tratar de clarificar algunas de esas creencias, se le pasó un cuestionario a una muestra de 5.000 alumnos de 11-14 años (1º-2º ESO) que participaban en un programa de prevención del consumo de drogas. Se les pedía que cubrieran un cuestionario en el que aparecían recogidas una serie de afirmaciones relacionadas con el consumo y sobre las cuales debían posicionarse en la medida que estaban de acuerdo. Las conclusiones del estudio fueron las siguientes (Sanabria y Villanueva, 2003):
• El interés y preocupación por la apariencia física e imagen social repercute claramente en el consumo de tabaco de los adolescentes. Los más descontentos con esa imagen o apariencia tienden a consumir más.
• El comenzar a fumar y beber es considerado como un «truco» que busca dar una imagen novedosa y mejorada de sí mismos frente a los demás.
• Las mujeres adolescentes muestran más preocupación por su aspecto físico o imagen que los varones. El fumar les aporta una imagen más acorde y cercana a lo que desean.
• El 80% de los adolescentes considera que fumar potencia la imagen de adulto.
• En el imaginario social de los jóvenes existe la convicción de que fumar ayuda a romper la imagen infantil que tienen y los preadolescentes están más convencidos de ello que los adolescentes, de manera que esa convicción es más acusada a los 12 que a los 15 años.
Es importante señalar que el consumo de drogas no mejora la imagen que una persona proyecta, a pesar de que algunas personas puedan tener la percepción de que lo hace. El uso de drogas puede dar lugar a una serie de efectos negativos en la apariencia, la salud y el comportamiento de una persona, que en última instancia pueden afectar negativamente la imagen que proyecta hacia los demás. Algunos de los efectos negativos relacionados con el consumo de drogas incluyen:
- Cambios en la apariencia: El consumo crónico de drogas, como el alcohol o las sustancias ilícitas, puede tener efectos perjudiciales en la piel, los dientes, el cabello y el peso corporal, lo que puede afectar la apariencia física de una persona.
- Problemas de higiene: El consumo de drogas puede llevar a una falta de cuidado personal y de higiene, lo que puede ser evidente para los demás.
- Comportamiento errático: Las drogas pueden afectar el comportamiento, lo que puede llevar a cambios en la personalidad, agresión, problemas de comunicación y actitudes impredecibles, lo que puede influir en la percepción de los demás sobre la persona.
- Problemas de salud: El consumo de drogas puede provocar problemas de salud física y mental, lo que puede afectar la imagen que se proyecta hacia los demás.
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Motivos por los que el consumo puede parecer mejorar la imagen:
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Aceptación social: En algunos entornos, consumir puede ser visto como algo “normal” o incluso deseable.
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Sensación de seguridad: Algunas sustancias desinhiben y pueden hacer que la persona se sienta más sociable o extrovertida.
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Asociación con estatus o poder: En ciertos círculos, el consumo puede vincularse con una imagen de éxito o audacia.
Peligros de esta percepción:
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Efecto contrario: En lugar de mejorar la imagen, el consumo excesivo puede hacer que alguien pierda credibilidad o se exponga a riesgos.
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Creación de dependencia: Si la autoconfianza depende de una sustancia, puede volverse difícil interactuar sin ella.
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Problemas de salud y legales: Lo que empieza como una forma de destacar puede derivar en consecuencias graves.