¿CONSUMEN PARA PASARLO BIEN?

¿CONSUMEN PARA PASARLO BIEN?

ESTUDIO

 

Un estudio realizado por Elzo (2004) a adolescentes españoles, señala que el conjunto de intereses que articulan la vida de los jóvenes entre los 14-18 años puede resumirse en el tópico de «pasarlo bien». La inmensa mayoría de los jóvenes vive con sus familias hasta edades muy tardías, las necesidades vitales están cubiertas y las exigencias son mínimas. Así, el horizonte vital de muchos está dominado por objetivos con un fuerte componente hedonista que se concreta en actitudes vitales de carácter consumista, escasos compromisos o exigencias que compliquen la vida y hacen del tiempo libre el «life motive» de su existencia.

¿CONSUMEN PARA PASARLO BIEN?

Si la actividad educativa no motiva, interesa y divierte a nuestros adolescentes después de dedicarle gran parte de su horario semanal, no es de extrañar que sus intereses vitales se desvíen hacia otros derroteros que les hagan olvidar las horas de tedio y aburrimiento cuando termina la actividad académica de los viernes. Así pues, «pasarlo bien» se impone como una necesidad imperiosa que les haga sentirse vivos, experimentar que son jóvenes, que están ahí y quieren vivir el momento en algo organizado por ellos mismos y lejos del control de los adultos. Las salidas nocturnas de los fines de semana, los botellones y el estar con los amigos se convierten en espacios vitales donde los adolescentes pueden experimentar el «pasarlo bien» desde la organización que ellos mismos hacen.

 

El deseo de pasar un buen rato o divertirse es una de las razones por las que algunas personas consumen drogas recreativas. Muchas sustancias psicoactivas tienen la capacidad de alterar la mente y el estado de ánimo, lo que puede llevar a sensaciones de euforia, relajación o excitación. Estas sensaciones pueden parecer atractivas para algunas personas en busca de entretenimiento o escape de la rutina.

Sin embargo, es fundamental comprender que el consumo de drogas para «pasarlo bien» conlleva riesgos significativos. Las drogas recreativas pueden ser adictivas, y el uso indebido o excesivo de estas sustancias puede tener consecuencias graves para la salud física y mental. Además, el consumo de drogas a menudo se asocia con efectos secundarios no deseados, como resacas, comportamientos arriesgados y deterioro cognitivo.

El consumo de drogas recreativas también puede tener consecuencias legales y sociales negativas, ya que en muchos lugares es ilegal y puede dar lugar a sanciones penales. Además, el uso de drogas en entornos sociales a veces puede presionar a otros a participar, lo que puede llevar a decisiones impulsivas que una persona lamenta más tarde.

Es importante que las personas tomen decisiones informadas sobre el consumo de drogas, comprendan los riesgos asociados y busquen formas saludables y seguras de divertirse y relajarse sin recurrir a sustancias adictivas. La educación sobre drogas y la promoción de un estilo de vida saludable son esenciales para reducir los riesgos relacionados con el consumo de drogas recreativas.

 

Editorial Luis Bonilla. Expertos en enseñanza, formación a distancia, tutores cualificados y con variedad de cursos online.

 

 

 

Estudio sobre el consumo por diversión:

Diversos estudios han encontrado que muchas personas asocian el consumo de sustancias, como alcohol, drogas recreativas o tabaco, con la diversión y el entretenimiento. Esto se debe a varios factores:

  1. Búsqueda de sensaciones: El deseo de experimentar algo nuevo o diferente, como una euforia temporal o una percepción alterada de la realidad, puede llevar a consumir sustancias.

  2. Presión de grupo: En muchos contextos sociales, especialmente entre adolescentes, el consumo de drogas o alcohol se presenta como algo que se «debe hacer» para ser parte de un grupo o sentirse aceptado.

  3. Desinhibición: Las sustancias, como el alcohol, pueden ayudar a las personas a sentirse más relajadas o desinhibidas, lo que puede hacer que se perciba el momento como más divertido o emocionante.

Consecuencias de asociar el consumo con la diversión:

  1. Riesgo de dependencia: El consumo puede convertirse en una forma de escape o una necesidad, lo que podría llevar a la dependencia física o psicológica.

  2. Efectos adversos en la salud: Aunque la experiencia de «diversión» es temporal, los efectos a largo plazo de las drogas pueden incluir daños en órganos vitales, trastornos mentales o problemas sociales.

  3. Comportamientos de riesgo: En muchos casos, el consumo de sustancias está vinculado con comportamientos impulsivos, como conducir bajo los efectos de drogas o alcohol, lo que aumenta el riesgo de accidentes.

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