Reacciones frente al estrés

Referencia
Existen infinidad de definiciones sobre el estrés. Como referencia tomaremos la propuesta por Lazarus y Folkman (1984), que goza de la aceptación de buena parte de la comunidad científica. Estos autores definen el estrés psicológico como un estado emocional negativo, producto de una interacción entre el individuo y su entorno. En dicha interacción el individuo evalúa las demandas del medio como amenazantes y siente que carece de habilidades o recursos para hacerles frente. Todo esto genera un estado en el que el individuo percibe un riesgo para su bienestar. El estrés, que forma parte de nuestras vidas, es un proceso adaptativo y de emergencia necesario para la supervivencia de la persona, que le permite responder a los acontecimientos ambientales y psicológicos que el individuo percibe como amenazadores o desafiantes, de tal manera que lo preparan para hacer frente a ellos de la manera más adecuada y eficaz posible. Por tanto podemos considerarlo un proceso indispensable para la adaptación, sin el cual no hubiéramos sobrevivido como especie.

De hecho, no es posible establecer una relación causa-efecto entre el estrés y la enfermedad. Será necesario tener presentes una serie de variables mediadoras que interfieren entre el suceso vital y el cambio patológico, afectando a la vulnerabilidad del sujeto, entre ellas: la búsqueda de sensaciones, el locus de control interno y el apoyo social, que contribuyen a la adaptación del sujeto al cambio necesario tras un suceso vital (Salvador, 1990). REACCIONES BIOLÓGICAS: la respuesta inicial a una situación de estrés es la activación fisiológica. Si se declara una situación de alerta frente a un supuesto agente estresor, las neuronas envían un mensaje al hipotálamo para que contacte con la glándula pituitaria. Esta glándula estimula la liberación de una hormona, la corticotropina. Un mensajero que viajará por el sistema nervioso simpático previniendo al cuerpo del inminente peligro. En cuestión de minutos la glándula suprarrenal recibe la señal de auxilio y rápidamente actúa, liberando en el torrente sanguíneo dos hormonas: la adrenalina (que aumenta la frecuencia cardíaca y respiratoria), y el cortisol (que aumenta el nivel de glucosa en la sangre y promueve la liberación de dopamina).
Sentidos
Además, con la ayuda de la noradrenalina, los sentidos se agudizan, las pupilas se dilatan, los músculos se tensan, adquiriendo el cuerpo un estado de alerta que lo prepara para luchar o huir del agente estresor. REACCIONES EMOCIONALES: las reacciones emocionales ante el estrés incluyen el miedo, la ansiedad (angustia), la excitación, la ira, la depresión y la resignación. REACCIONES CONDUCTUALES: el estrés provoca respuestas comportamentales, que dependen naturalmente del acontecimiento estresor y de su percepción por el sujeto. Todas ellas pueden organizarse en torno a tres que son básicas en cualquier organismo animal que se enfrenta con una amenaza: aproximación (lucha), evitación (huida) e inmovilización. El estrés produce, además, cambios en la conducta social de la persona. Así, cuando la repuesta emocional al estrés es la ira, entonces las conductas sociales negativas aumentan.

Por otra parte, en cuanto a lo que desencadena la respuesta de estrés, como veíamos no es necesario que esté presente el estímulo para que esto suceda. De hecho, puede aparecer cuando pensamos de manera consciente en alguna situación que anticipamos, imaginándonos lo que nos puede suceder, e incluso sin darnos cuenta de ello, como sucede en casos de estrés postraumático en los que, sin ser conscientes, algo hace surgir la respuesta de miedo. Es decir, no hace falta que «veamos el león». Sólo con imaginarnos que nos espera detrás de una puerta puede iniciarse el proceso. Como conclusión, pues, las adversidades son una parte inherente al propio proceso vital, y en su interpretación y afrontamiento interaccionan factores ambientales e individuales.
Las reacciones frente al estrés varían de una persona a otra y pueden manifestarse de diversas maneras, tanto a nivel físico como emocional. El estrés es una respuesta natural del cuerpo a situaciones desafiantes o amenazantes. Algunas de las reacciones comunes al estrés incluyen:
- Respuesta de lucha o huida: Cuando una persona se enfrenta a una situación estresante, el cuerpo puede liberar hormonas del estrés, como el cortisol y la adrenalina. Estas hormonas preparan al cuerpo para luchar o huir, aumentando la frecuencia cardíaca, la presión arterial y la energía disponible.
- Tensión muscular: El estrés a menudo se manifiesta como tensión muscular. Puedes experimentar rigidez en el cuello, hombros, espalda u otras partes del cuerpo.
- Problemas de sueño: El estrés puede dificultar conciliar el sueño o mantenerlo durante la noche. Las preocupaciones y pensamientos ansiosos pueden mantener a las personas despiertas.
- Cambios en el apetito: Algunas personas pueden experimentar una pérdida de apetito debido al estrés, mientras que otras pueden recurrir a la comida como una forma de afrontamiento, lo que lleva a un aumento en el apetito y el riesgo de comer emocionalmente.
- Problemas gastrointestinales: El estrés puede afectar el sistema gastrointestinal, lo que resulta en problemas como dolor de estómago, diarrea o estreñimiento.
- Cambios emocionales: Las emociones pueden fluctuar bajo estrés. Puedes sentir ansiedad, irritabilidad, tristeza, enojo o miedo. También es común experimentar una sensación de abrumamiento.
- Dificultades cognitivas: El estrés puede afectar la claridad mental y la capacidad de concentración. Puedes tener dificultades para tomar decisiones o recordar cosas.
- Cambios en el comportamiento: Algunas personas pueden recurrir a comportamientos de afrontamiento negativos, como fumar, beber en exceso o consumir sustancias, para lidiar con el estrés.
- Síntomas físicos: En casos extremos, el estrés crónico puede contribuir a problemas de salud más graves, como hipertensión, enfermedades cardíacas y trastornos autoinmunes.
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📌 Tipos de Reacciones Frente al Estrés
1️⃣ Respuestas Fisiológicas (Corporales)
🔹 Aumento de la frecuencia cardíaca y presión arterial.
🔹 Liberación de hormonas del estrés (cortisol y adrenalina).
🔹 Tensión muscular y sudoración.
🔹 Alteraciones en el sistema digestivo (gastritis, colitis).
🔹 Disminución de la respuesta inmune (mayor propensión a enfermedades).
2️⃣ Respuestas Cognitivas (Pensamientos)
🔹 Dificultad para concentrarse o tomar decisiones.
🔹 Pensamientos catastróficos o negativos.
🔹 Sensación de confusión o bloqueo mental.
🔹 Dificultad para recordar información.
3️⃣ Respuestas Emocionales (Estado Anímico)
🔹 Ansiedad, miedo o irritabilidad.
🔹 Cambios bruscos en el estado de ánimo.
🔹 Sentimientos de desesperanza o falta de control.
🔹 Tristeza o sensación de vacío.
4️⃣ Respuestas Conductuales (Acciones)
🔹 Aislamiento social o evitación de situaciones.
🔹 Cambios en los hábitos alimenticios (comer en exceso o perder el apetito).
🔹 Consumo de sustancias (alcohol, tabaco, drogas).
🔹 Dificultad para dormir (insomnio o hipersomnia).
🔹 Aumento en la impulsividad o agresividad.
⚖️ Estrés Positivo vs. Estrés Negativo
No todo el estrés es perjudicial. Existen dos tipos principales:
✔ Eustrés (estrés positivo): Motivador, ayuda a la productividad y la resolución de problemas.
✖ Distrés (estrés negativo): Prolongado e incapacitante, afecta la salud física y mental.
🔄 Estrategias para Manejar el Estrés
✅ Técnicas de respiración y relajación.
✅ Organización del tiempo y establecimiento de prioridades.
✅ Ejercicio físico y alimentación saludable.
✅ Apoyo social y emocional.
✅ Mindfulness y meditación.
✅ Terapia psicológica si el estrés es persistente.