La construcción democrática de las normas

La construcción democrática de las normas

Avance gradual 

 

Con posibilidad de avance gradual hacia tal logro, cuando así se constituye en objetivo de trabajo en el centro. Es decir, el alumnado puede ir construyendo normas necesarias para la convivencia en el aula y en el centro, por ejemplo, levantar la mano antes de hablar; exigir el derecho a ser respetado y respetar al otro para poder exigir ese derecho; escuchar; entrar y salir de clase al modo de personas que crecen: con tranquilidad; exigir el derecho al respeto del espacio común que le pertenece, respetar los espacios comunes; etc., y con ello, preparar los contenidos de participación en espacios de la estructura formal del sistema, como Juntas de evaluación que analizan la dinámica de aula, avances, logros…

 

Juntas de delegados y Jefes de estudio que analizasen los grados de participación y acuerdos tomados de la repercusión del diálogo establecido en las aulas, y en definitiva donde se manifestase la importancia y funcionalidad de la palabra del alumnado. Ello indudablemente contribuiría con un clima que ayudase en la construcción real de una comunidad democrática escolar, y que podría permitir la participación en la elaboración de las normas y acuerdos en los que también otros agentes. 

 

 

Comunidad educativa

Una norma no es más que un acuerdo o convección que regula la manifestación de cierta conducta. De ahí la importancia del procedimiento, de la asunción de acuerdos, y de los valores que la sustentan

La construcción democrática de las normas

siempre que el objetivo para el que se utilicen no sea exclusivamente el del tratamiento de un contenido, sino que gracias a la secuenciación intrínseca de la propia actividad, y gracias al orden en que se presenten, se constituyan en hilo conductor o método de abordaje que conduce al fin que nos proponemos. Es así, que en el caso de grupos de los que estamos hablando, estos nos demandan diferentes tipos de procedimientos, necesitando comenzar con los vivenciales, que inciden en su campo afectivo, para continuar con los más relacionales, e ir preparando el terreno para una participación del alumnado en las actividades que inciden en el razonamiento. Además, las actividades deberán plantear una reflexión crítica y autocrítica sobre conductas reales, sobre los propios conflictos, reflexión que tiene que potenciar la autonomía e incitar a un cambio o reforzamiento de conducta, lo cual es necesario para lograr coherencia entre pensamiento y acción. Y sin olvidar que deben posibilitar el autocontrol respecto a los compromisos adquiridos y así contribuir al proceso de acuerdos en torno a la construcción de las normas, lo que es necesario en el intento de aprender a vivir en democracia.

 

Actividades 

Como puede apreciarse, serían actividades que trabajasen sobre la autoestima del alumnado, sobre el tipo de percepciones que percibe, sobre presión de grupo, sobre Habilidades sociales, sobre distintos tipos de comunicación además del verbal, sobre situaciones que le ayudasen a situarse en el punto de vista de los compañeros, sobre como abordar la educación sexual, la existencia de personas con hándicaps, etc. Actividades que permitirán tratar sobre el contenido concreto de la misma, pero a su vez, con la doble finalidad de adquirir ciertas habilidades: de ser potenciadoras de climas, de reflexión empática, crítica, autocrítica, de la toma de compromisos conductuales, etc. .. Reglamento normativo ¿para qué?

La construcción democrática de las normas

La ya larga experiencia me dice, que cuando el alumno construye y se compromete, también cumple. Y no sólo eso, sino que se siente satisfe-cho, se siente agente activo, que crece, y al que se tiene en cuenta, y por Conflictos, tutoría y construcción democrática de las normas lo tanto que tiene un valor apreciable, al igual que los otros también. Y cuando no cumple, ahí está el grupo para hacer cumplir los compromisos democráticamente asumidos, pues como tal, el grupo también evoluciona desde la situación heterónoma hacia una autonomía gradual, que también incluye la exigencia a la tutora, al docente, para que sea así, pues ya estos se han ganado ese ascendente que les hace líderes y gestionado-res de la autoridad que el grupo les infiere.

 

Reglamento 

El Reglamento de Centro va siendo diferente a los actuales, teniendo que responder a nuevos retos y exigencias, pues serían entendidos como instrumentos para que los poderes formales contribuyeran facilitando la construcción de esa democrática Comunidad escolar, y sólo en contadísimas ocasiones, con carácter de apercibimiento o sancionador. El acólito dependiente tendería a desaparecer. La autoridad estaría en la comunidad: la escuela, y por ende, en el grupo social al que pertenece, pues se ha constituido en factor de cambio de una sociedad que se iría adueñan-do de esa libertad que genera la autonomía, y que exige, a su vez, a los poderes formales, ser gestores de la responsabilidad inferida.

 

La construcción democrática de normas es un proceso en el que se involucra a diferentes partes interesadas, ciudadanos y grupos de la sociedad en la creación y revisión de las leyes, regulaciones y políticas que rigen una sociedad. Este enfoque se basa en los principios de la democracia y la participación activa de la ciudadanía en la toma de decisiones:

  1. Participación ciudadana: En un proceso democrático de construcción de normas, se alienta a los ciudadanos a participar activamente en la formulación y revisión de leyes y regulaciones. Esto puede incluir la realización de consultas públicas, encuestas, debates y la presentación de propuestas.
  2. Transparencia: La transparencia es fundamental en la construcción democrática de normas. Todas las etapas del proceso, desde la discusión inicial hasta la implementación, deben ser abiertas y accesibles para que los ciudadanos puedan comprender y evaluar las decisiones tomadas.
  3. Debate y deliberación: Se fomenta el debate y la deliberación entre las partes interesadas y la sociedad en general. Esto permite que se presenten diferentes perspectivas y se tomen decisiones informadas.
  4. Acceso a la información: La información relevante debe estar disponible y ser comprensible para los ciudadanos. Esto incluye el acceso a estudios, datos, informes y argumentos relacionados con las normas propuestas.
  5. Representación diversa: Es importante garantizar que las voces de diferentes grupos y comunidades, incluyendo minorías y poblaciones marginadas, sean escuchadas en el proceso de construcción de normas. La diversidad y la inclusión son fundamentales.
  6. Evaluación de impacto: Antes de la implementación de nuevas normas, se debe llevar a cabo una evaluación de impacto para comprender cómo afectarán a la sociedad en su conjunto y a diferentes grupos. Esto ayuda a tomar decisiones más informadas.
  7. Legitimidad y aceptación: La construcción democrática de normas busca aumentar la legitimidad y la aceptación de las normas por parte de la sociedad. Cuando los ciudadanos se sienten involucrados en el proceso, es más probable que respeten y cumplan las normas.
  8. Revisión y adaptación: Las normas deben ser revisadas y adaptadas a lo largo del tiempo a medida que cambian las circunstancias y las necesidades de la sociedad. La construcción democrática de normas incluye mecanismos para la revisión y la adaptación continua.
  9. Educación cívica: La educación cívica desempeña un papel fundamental al empoderar a los ciudadanos para participar de manera efectiva en la construcción democrática de normas. Se deben promover la educación y la conciencia cívica.
  10. Respeto por los derechos individuales: A pesar de la participación democrática, se deben respetar los derechos y las libertades individuales. Las normas no deben vulnerar los derechos humanos y civiles.

 

Editorial Luis Bonilla. Expertos en enseñanza, formación a distancia, tutores cualificados y con variedad de cursos online.

 

 

🏛️ La Construcción Democrática de las Normas: Avances Graduales hacia la Convivencia y la Participación

📚 Introducción

La convivencia en cualquier ámbito –ya sea escolar, social o comunitario– necesita normas claras, compartidas y respetadas. Pero más allá de imponer reglas, es fundamental promover una construcción democrática de las normas, donde cada persona tenga voz, participación y responsabilidad. Este proceso, necesariamente gradual, permite interiorizar valores y principios que sostienen una verdadera ciudadanía activa y consciente.


⚖️ ¿Qué significa construir normas democráticamente?

Significa establecer acuerdos colectivos mediante el diálogo, la escucha y el consenso. Implica que los integrantes de un grupo –como una clase, una familia o un equipo– se involucren en la creación de las reglas que los regirán, entendiendo su sentido, utilidad y consecuencias.

Esta participación:

  • Empodera al grupo.

  • Favorece el respeto mutuo.

  • Estimula el pensamiento crítico.

  • Fomenta la autonomía y la responsabilidad.


🚶‍♂️ Avances Graduales: Un Camino de Aprendizaje Cívico

La formación de una cultura democrática no ocurre de un día para otro. Es un proceso evolutivo, en el que se avanza mediante experiencias compartidas, revisiones, ensayos y errores. Este proceso gradual permite:

  • 🌱 Comprender por qué existen las normas.

  • 🧠 Reflexionar sobre sus efectos en la vida colectiva.

  • 🤝 Aprender a negociar, ceder, argumentar y llegar a acuerdos.

  • 🛠️ Modificar las normas cuando ya no responden al contexto o a las necesidades del grupo.

Cada paso en este camino fortalece la conciencia ciudadana, construyendo sujetos activos, críticos y comprometidos con el bien común.


🏫 En el contexto escolar: Un espacio privilegiado para practicar la democracia

La escuela tiene una función esencial: formar ciudadanos democráticos. En ese sentido, construir normas con el alumnado no solo mejora la convivencia, sino que enseña a vivir en democracia.

Ejemplos de prácticas democráticas en la escuela:

  • Elaborar un reglamento de aula participativo.

  • Realizar asambleas periódicas para evaluar la convivencia.

  • Promover espacios de mediación y resolución de conflictos.

  • Fomentar consejos de estudiantes con voz y voto.

  • Revisar las normas con una perspectiva inclusiva y de derechos humanos.

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