El líder y el Bien Común
El líder
Ha conseguido integrarse a sí mismo y vivir su identidad como una reunión de emociones, pensamientos y conductas, guiados por su pertenencia a un Alma mayor que está, a su vez, en íntima conexión con un Espíritu Superior, que es fuente y origen, tanto como fin y destino, está en sintonía con el mundo y con el Bien Común. Su mente no necesita distraerse todo el tiempo calificando y juzgando lo bueno y lo malo: puede guiarse por su corazón y su intuición en cada situación para favorecer siempre la vida y su desarrollo integral. Tan sencillo expediente le va a garantizar siempre el ser capaz de estar al servicio del movimiento del Espíritu, reconociendo todo lo que es, tal cual es, aunque duela. Gracias a que ha logrado incluir y reconocer partes “feas” o “victimarias” de sí mismo, que anteriormente tendía a negar o pretender excluir, proyectándolas en los demás, que se transformaban en enemigos, se puede sentir pleno y centrado en el presente, humildemente al servicio de ese Bien Común que le compete en su granito de arena aunque lo exceda por completo en su dimensión planetaria.
Sabe que él y todos los demás son instrumentos, medios únicos e irrepetibles, conectados para celebrar la vida en su misterio y su asombrosa diversidad. Está reconciliado consigo mismo, con sus orígenes y su destino, con sus ancestros y su necesidad de trascendencia, para cumplir con su misión más esencial: ser feliz, amando y siendo amado. Desde esa transformación, sabe que no es mejor que nadie y que todos somos criaturas igualmente valiosas ante el Espíritu, más allá de que a cada uno le corresponde hacerse responsable por las consecuencias de sus actos. Está conectado con todo y no es enemigo de nada. Se inspira en la Naturaleza para seguir el ejemplo del sol que brilla para todos y de la lluvia que cae sobre todos, sin distinción de buenos y malos: su amor está más allá del bien y del mal. Dejándose guiar por el Espíritu, puede experimentar cómo aquello que antes rechazaba por considerarlo errado o porque le temía, se reúne en algo que es recíprocamente imprescindible.
Comprensión
Esa comprensión lo vuelve más amplio, más compasivo y benevolente. La benevolencia está íntimamente ligada al Todo, porque él no se arroga la responsabilidad de saber qué es mejor o peor para quién. Habiendo adquirido conciencia de que la mente es un campo –como un campo electromagnético y morfo-genético que está presente en todas partes–, él ya no piensa solo sino que se deja pensar por la mente universal que sabe del Bien Común y en un sentido muy profundo no pretende cambiar o mejorar el mundo sino que se deja mejorar por el mundo. Se siente agradecido por todo lo que ha recibido y potente por todo lo que puede dar y brindar a otros. Y además, siente el profundo deseo de seguir aprendiendo de su interacción con los otros, estando al servicio. La transformación personal lo ha llevado a la comprensión de que uno es parte de una unidad indivisible: uno es el otro.
O sea que el nuevo líder es capaz de sentir “yo soy tú” y de saber que el desafío es reconocerse en todos los demás, incluso en aquellos que en una visión más simplista consideraba sus enemigos. Todos los demás forman parte de su ser, sabe que nadie es mejor que otro en su esencia, ha logrado que el amor lo abarque todo. Consecuentemente, será capaz de actuar siempre inspirado por el Bien Común más que por intereses personales o sectoriales. Y se habrá transformado en alguien que otros seguirán porque les permite sentirse en paz y en armonía: será un nuevo líder, tal como se lo define en este libro. En definitiva, el comprender el Bien Común y actuar en consonancia con él es condición necesaria para ser un nuevo líder. También me aventuro a decir que esta condición necesaria se transforma en suficiente porque el actuar en sintonía con el Bien Común le hará cumplir con todas las conductas que se describen en este libro. Si los nuevos líderes logran transformar la realidad en forma significativa es en gran parte porque gracias a su proceso de transformación personal han reformulado la forma vieja o tradicional de entender su inserción en la realidad y en el mundo.
Formas
Esa forma vieja de entender el Bien Común confundiéndolo con la idea de un sector o un grupo, parte de una mente disociada, capaz de separar al ser humano de los otros seres humanos y de la Tierra en la cual vivimos todos, de forma de servirse de los otros y de la Tierra para perseguir propósitos personales o grupales, sin importar si esa forma de “servirse de” causa daños irreparables en los otros y en el sistema que nos sustenta a todos, el planeta Tierra. En la práctica diaria, el Bien Común sólo se puede defender “con” otros y es por ello que hay una lista de ocho sustantivos y ocho adjetivos que comienzan con el prefijo “con” que forman parte del entrenamiento de la capacidad de un líder para comprender y defender el Bien Común. Así, necesita ejercitarse permanentemente en: la confianza, es decir, tener fe en los otros; en la concordia, poniendo el corazón junto al de los otros; en el consenso, sintiendo y pensando para acordar; en el contagio positivo, transmitiendo y adquiriendo por cercanía la misma esperanza y el mismo entusiasmo; en la convivencia, sabiendo compartir la vida; en la convergencia, dirigiéndose hacia las mismas metas desde distintas direcciones; en la contención, teniéndose unos a otros para resolver y solucionar ante las crisis; en la configuración, distribución de las partes que forman un conjunto para ajustar y convenir.
También le convendrá graduar su conducta buscando que ésta sea: confluyente, al fluir con los otros buscando un cauce común; concerniente, relativa a las posibilidades y talentos de cada uno; congruente, oportuna para las circunstancias; constructiva, aprovechando los recursos disponibles para lograr mejores resultados; consistente, creando duración, estabilidad, solidez, trabazón y coherencia; conveniente, evitando muchos problemas mayores que pueden devenir por oposiciones y reacciones; conducente, guiando hacia una salida segura y fecunda; conmovedora, sintiendo con los otros y moviéndose con los otros hacia las soluciones. El nuevo líder percibe que cuando actúa inspirado por el Bien Común está centrado y siente como si el cielo y la tierra se hubieran reunido en su interior para celebrar la vida y el hacer. A su vez, es consciente de que la palabra comunidad remite al concepto de común-unidad que nos abre hacia comprensiones muy profundas de integración y reconciliación con todo lo que es. En este sentido, se puede entender que la común unidad es un espíritu apacible, alegre y fecundo que todo lo abarca. Y de allí parte el reconocimiento de los trazos fundantes de un futuro deseable para todos, que marca un rumbo claro y navegable por medio de la participación.
Procedimiento
Así, puede tener la visión de un procedimiento pacífico que permite impulsar y organizar la creación comunitaria colaborativa para el Bien Común, relevando tres cuestiones principales en cada área: quién hace qué, qué más se puede hacer, quién ofrece qué. Y además, sabe ponerse al lado de los que necesitan porque tienen mucho para dar y ponerse al lado de los que tienen muchos recursos, porque necesitan ayuda para hacer mejor lo que está saliendo mal. El cambio principal es de índole espiritual y se manifiesta en la forma de concebir la realidad y de concebir a los seres en relación con el todo. Cuando alguien es capaz de acceder a una conciencia espiritual del mundo, es capaz de ponerse al servicio del mundo en su huerto, por decir aquello en lo que exprese su vocación.
Y cuando decimos mundo y totalidad no sirven tanto las definiciones como un sencillo ejercicio de cerrar los ojos y respirar profundamente, y sentir que soy una gota en un océano en el cual hay miles de millones de otras gotas y sentir cuán extensa y profundamente puedo nadar en ese océano. O mientras respiro y me conecto con ese aire que respira toda la humanidad y toda la naturaleza, me siento reunido con todos los seres que están y estuvieron o estarán vivos gracias a la generosidad del sistema Tierra y sus sabios mecanismos de equilibrio. Y entonces, cuando emerjo de ese mar de agua o enorme masa de aire que me conecta con todos y Todo, entiendo sin palabras qué es el Bien Común. Tiene que ver con una comunidad de vida cuya regla principal es la interdependencia que dice que todo lo que afecta a una parte tiene consecuencias necesarias en las otras partes.
La relación entre un líder y el bien común es fundamental en la teoría del liderazgo y en la filosofía política. El bien común se refiere al beneficio y el bienestar de la sociedad en su conjunto, en contraposición a los intereses individuales o de grupos. El líder desempeña un papel importante en la promoción y la protección del bien común:
- Responsabilidad hacia el bien común: Los líderes, ya sea en el ámbito político, empresarial, comunitario o cualquier otro, tienen una responsabilidad ética y moral hacia el bien común. Esto implica que deben tomar decisiones y acciones que beneficien a la sociedad en su conjunto, no solo a sí mismos o a un grupo selecto.
- Liderazgo orientado al bien común: Los líderes que adoptan un enfoque orientado al bien común se esfuerzan por equilibrar los intereses individuales y de grupo con el beneficio general de la sociedad. Esto puede incluir la promoción de políticas y acciones que aborden cuestiones de justicia, equidad, sostenibilidad y bienestar social.
- Toma de decisiones éticas: Un líder comprometido con el bien común toma decisiones éticas que tienen en cuenta las consecuencias a largo plazo y el impacto en la sociedad. Esto implica considerar no solo los beneficios económicos, sino también los aspectos sociales, ambientales y éticos de sus acciones.
- Transparencia y rendición de cuentas: Los líderes que trabajan en beneficio del bien común deben ser transparentes en sus acciones y decisiones. La rendición de cuentas es esencial para garantizar que las acciones del líder estén alineadas con el bienestar de la sociedad y para evitar prácticas corruptas o egoístas.
- Colaboración y escucha: Los líderes efectivos para el bien común colaboran con otros líderes, grupos y la sociedad en general. Escuchan a las personas y aportan una perspectiva inclusiva para abordar los desafíos y problemas que afectan a la comunidad.
- Liderazgo inspirador: Los líderes que trabajan en beneficio del bien común pueden inspirar a otros a unirse a su causa. Su liderazgo se basa en valores sólidos y en la capacidad de comunicar una visión que motive a las personas a contribuir al bienestar de la sociedad.
- Evaluación constante: Un líder comprometido con el bien común debe evaluar constantemente el impacto de sus acciones en la sociedad y ajustar su enfoque según sea necesario. Esto puede requerir adaptación a las cambiantes necesidades y desafíos de la comunidad.
- Desafíos y dilemas: Los líderes pueden enfrentar desafíos y dilemas éticos al tratar de equilibrar los intereses individuales y de grupo con el bien común. La toma de decisiones éticas puede ser compleja, y los líderes deben estar dispuestos a abordar estas cuestiones de manera reflexiva y responsable.
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🔹 ¿Quién es el líder?
El líder no es necesariamente quien ostenta un cargo o quien habla más fuerte. Es quien influye positivamente en su entorno, quien escucha, orienta, acompaña y moviliza a otros hacia un fin compartido. Su autoridad no se impone; se reconoce por la coherencia entre su palabra, su ejemplo y su acción.
🔸 Un líder es:
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Un agente de sentido: ayuda a los demás a comprender su lugar y su valor.
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Un facilitador de procesos: crea condiciones para el crecimiento colectivo.
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Un referente ético: actúa con justicia, transparencia y responsabilidad.
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Un tejed@r de comunidad: valora las diferencias y construye unidad.
🌍 ¿Qué es el Bien Común?
El bien común es aquello que beneficia a todas las personas, sin distinciones ni exclusiones, respetando su dignidad y favoreciendo el desarrollo integral de cada una. No es un interés particular disfrazado de colectivo, sino una visión compartida de bienestar, justicia y equidad.
El bien común implica:
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Garantizar el acceso equitativo a oportunidades y recursos.
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Promover la inclusión, la participación y la solidaridad.
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Defender los derechos humanos y la sostenibilidad del entorno.
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Fomentar una convivencia ética y respetuosa.
🧭 El Líder al Servicio del Bien Común
Un líder comprometido con el bien común sabe que liderar es servir, y que su autoridad tiene sentido solo cuando mejora las condiciones de vida de otros. Este tipo de liderazgo, más que carismático, es consciente y transformador.
🔹 Principios del líder orientado al bien común:
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Empatía: comprende las necesidades del otro sin juzgar.
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Responsabilidad social: actúa pensando en el impacto colectivo.
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Humildad: no busca brillar, sino encender luces en otros.
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Transparencia: sus acciones son coherentes con sus palabras.
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Colaboración: construye en red, integrando múltiples voces.
«Un líder auténtico no se pregunta: ‘¿Qué puedo obtener?’, sino ‘¿Qué puedo ofrecer para que todos vivamos mejor?'»
✨ Liderazgo transformador: más allá de lo individual
Los líderes centrados en el bien común entienden que el liderazgo no es una conquista individual, sino una vocación colectiva, una herramienta para generar procesos duraderos, inclusivos y significativos.
Este tipo de liderazgo:
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Integra lo emocional, lo ético y lo racional.
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Rechaza la dominación, el egoísmo y la manipulación.
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Activa procesos participativos en todos los niveles.
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Se adapta a los contextos, sin perder el foco en lo esencial: la dignidad humana.
🌍 ¿Qué es el Bien Común?
El Bien Común se refiere a aquello que beneficia a toda la comunidad, lo que promueve el florecimiento colectivo, sin excluir ni marginar a nadie. No se trata simplemente de la suma de intereses particulares, sino de una visión compartida de bienestar, justicia y sostenibilidad.
🧭 El liderazgo orientado al Bien Común
Un líder comprometido con el Bien Común:
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Prioriza el interés colectivo sobre beneficios personales o sectoriales.
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Escucha activamente a su comunidad, incluyendo las voces más silenciadas.
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Fomenta la participación, el diálogo y la corresponsabilidad.
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Toma decisiones con base ética, aún cuando eso implique renuncias o mayor esfuerzo.
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Cuida los recursos naturales, culturales y sociales, pensando en las generaciones futuras.
Este tipo de liderazgo no se impone, sino que acompaña, construye, impulsa.
✨ El poder al servicio, no al dominio
El liderazgo que busca el Bien Común no es autoritario, sino horizontal y cooperativo. Cambia la lógica del poder como control por el poder como servicio. El líder deja de ser figura de autoridad incuestionable y se convierte en un facilitador del crecimiento colectivo.
Este enfoque es especialmente transformador en ámbitos como la educación, la política, las organizaciones sociales o las empresas con propósito.
🌱 El legado del líder
Un líder que trabaja por el Bien Común no busca el reconocimiento individual, sino dejar una huella positiva y duradera. Su legado no se mide solo en logros visibles, sino en la calidad del tejido humano que ayudó a fortalecer.