El espacio del poder hacer

El espacio del poder hacer

Lider 

 

Ante todo me opongo rotundamente a que se me endilgue el mote de líder. Me siento mucho más a gusto si se me percibe como un articulador. Eso es lo que hago, articular conocimiento, personas, recursos, estrategias, ideas, intuiciones, sueños y pesadillas. Todo con el objetivo de aportar valor al bien público, al bienestar general y a la dignidad humana. Para ello intento interpelar y disputar poder. Pero por ahora estoy en la etapa de conocer las lógicas de los que operan el modelo que muchos anhelamos transformar. Si los partidos políticos fuesen menos partidos y más políticos, sin duda me contarían entre sus filas. Pero hay pocas cosas que sienta más alejadas de mi vida que la perversidad del dirigente político y la militancia ingenua o cínica.

 

En fin, la sociedad civil, con todas sus debilidades, todavía es un espacio que se desenvuelve en un marco de valores que nos permite alinear la impronta personal al interés común. Es el espacio del poder hacer. Veremos que resulta. Nos vemos en el próximo libro. El líder lúcido es aquel que se prepara toda su vida para ser liderado. Porque se es líder en esa pequeña porción de tiempo en la que se logra impregnar con la propia impronta a la sociedad o al grupo de pertenencia. El resto de las horas, días y años transcurren en asimilar las improntas ajenas. Se es hijo durante mucho tiempo antes de ser padre. Se es jefe o jefa de hogar y, a la vez, empleado o empleada. Se es líder en algún deporte y al mismo tiempo hincha de algún equipo. Se es escritora y lectora. Se es fabricante y consumidor. Se puede liderar un grupo de música y venerar al ídolo de rock al mismo tiempo.

 

Condiciones 

Porque ser líder y seguidor no son condiciones contradictorias sino absolutamente complementarias. Líder es aquel que ve. El que ve el horizonte cuando al resto lo tapa el bosque. El que ve con quién debe aliarse para conformar la masa crítica necesaria para alcanzar los objetivos. El que ve cómo aplicar sus ideas a la acción. El que ve cómo convertir los propios principios en convicción ajena. Y, sobre todo, líder es aquel que tiene la capacidad de verse a sí mismo. Pero simultáneamente, líder es aquel que ve cuándo correrse de sí mismo.

El espacio del poder hacer

El que ve a quién seguir con la claridad de saber que lidera también cuando es liderado. El que ve que su liderazgo no siempre debe ser proactivo, porque la calidad de líder es una cualidad que sólo se adquiere cuando el otro la otorga. No se puede liderar sin el consentimiento y legitimación del liderado. El liderazgo es interactivo y simultaneo: se lidera al otro y, al mismo tiempo, desde el otro. El liderazgo se construye sólo cuando, superada la fachada del carisma, se logra levantar los cimientos de la calidad del vínculo; de la articulación de agendas y espacios colectivos; de la construcción del campo de fuerza para que la necesidad se convierta en demanda; y de la creación de potencia para la disputa de poder.

 

El «espacio del poder hacer» se refiere a un concepto relacionado con la capacidad de una persona para tomar decisiones y acciones efectivas en una situación o contexto particular. Este concepto se relaciona con la autonomía, la capacidad de ejercer el control sobre una situación y la habilidad para influir en los resultados:

  1. Autonomía: El espacio del poder hacer implica tener un grado de autonomía en una situación. Significa que una persona tiene la capacidad de tomar decisiones y actuar de acuerdo con sus propios juicios y preferencias.
  2. Capacidad de elección: En el espacio del poder hacer, se tienen opciones y se puede elegir entre diferentes cursos de acción. Esto implica que no se está limitado a un único enfoque, sino que se pueden considerar varias alternativas.
  3. Control sobre recursos: Tener poder hacer a menudo implica tener acceso y control sobre los recursos necesarios para llevar a cabo las acciones deseadas. Esto puede incluir recursos financieros, tecnológicos, humanos, etc.
  4. Influencia sobre el entorno: En el espacio del poder hacer, se tiene la capacidad de influir en el entorno o en las personas que participan en la situación. Esto implica la capacidad de persuadir, motivar o dirigir acciones de otros de manera efectiva.
  5. Responsabilidad: Con el poder hacer también viene la responsabilidad de las acciones y decisiones tomadas. La persona que tiene poder hacer es responsable de los resultados y de cómo se gestionan las consecuencias de sus acciones.
  6. Habilidades y competencias: Para aprovechar el espacio del poder hacer de manera efectiva, es importante tener las habilidades y competencias necesarias para llevar a cabo las acciones deseadas. Esto puede implicar la adquisición de conocimientos y la mejora de habilidades específicas.
  7. Contexto y limitaciones: El espacio del poder hacer puede estar influenciado por el contexto y las limitaciones específicas de una situación. No siempre se tiene un control absoluto, y es importante reconocer las restricciones que pueden estar presentes.
  8. Toma de decisiones informada: La toma de decisiones informada es una parte integral del espacio del poder hacer. Significa que las decisiones se basan en información, análisis y consideración de las posibles consecuencias.
  9. Estrategia y planificación: Para maximizar el poder hacer, es importante desarrollar estrategias y planes efectivos. Esto implica establecer objetivos, identificar acciones necesarias y diseñar un camino para alcanzar esos objetivos.
  10. Adaptabilidad: El espacio del poder hacer a menudo requiere adaptabilidad, ya que las situaciones pueden cambiar. Ser capaz de ajustar las acciones y decisiones en función de nuevas circunstancias es una habilidad valiosa.

 

Editorial Luis Bonilla. Expertos en enseñanza, formación a distancia, tutores cualificados y con variedad de cursos online.

 

 

1. Autonomía y Confianza

Un líder que proporciona un espacio del poder hacer confía en las capacidades de su equipo y les da la autonomía para actuar. Esta confianza permite que los miembros del equipo asuman responsabilidades y tomen decisiones dentro de su ámbito de trabajo.

  • Delegación efectiva: El líder delega tareas de manera que los miembros del equipo tienen la libertad para actuar y tomar decisiones, siempre dentro de los límites de los objetivos organizacionales.

  • Espacios de decisión: El líder fomenta la autonomía, ofreciendo claridad en las metas, pero dejando que el equipo decida la mejor forma de alcanzarlas.

2. Facilitación de Recursos y Herramientas

El espacio del poder hacer también implica que el líder asegure que el equipo tenga acceso a los recursos, herramientas y conocimientos necesarios para realizar su trabajo de manera efectiva. Esto permite que el equipo no solo tenga la libertad de actuar, sino también la capacidad para hacerlo.

  • Capacitación continua: El líder proporciona oportunidades de formación y desarrollo para que el equipo pueda mejorar sus habilidades y afrontar nuevos desafíos con confianza.

  • Recursos adecuados: Además de la formación, es fundamental que el líder asegure que el equipo tenga acceso a las herramientas y tecnologías necesarias para su labor, eliminando obstáculos que puedan dificultar la ejecución.

3. Cultura de Confianza y Seguridad

El espacio del poder hacer también se construye dentro de una cultura de confianza, donde los miembros del equipo no tienen miedo a cometer errores y son alentados a experimentar y proponer nuevas ideas.

  • Fomentar la innovación: Un líder debe crear un ambiente donde el equipo se sienta cómodo proponiendo nuevas ideas, experimentando y tomando riesgos calculados, sabiendo que pueden aprender de los errores.

  • Feedback constructivo: Cuando se cometen errores, el líder proporciona retroalimentación constructiva que permite aprender y mejorar, en lugar de castigar o desalentar.

4. Claridad en la Visión y los Objetivos

Aunque el espacio del poder hacer es sobre autonomía y acción, es esencial que los miembros del equipo comprendan claramente hacia dónde se dirigen y por qué. El líder debe comunicar de forma clara la visión y los objetivos del grupo o la organización, de modo que el equipo tenga un marco común para sus decisiones.

  • Visión compartida: El líder establece una visión clara y la comunica efectivamente para que todos en el equipo estén alineados con los objetivos generales.

  • Objetivos claros y medibles: Además de la visión, los objetivos deben ser claros y alcanzables, lo que le da al equipo un sentido de propósito y dirección.

5. Motivación Intrínseca y Empoderamiento

El líder debe ser capaz de empoderar a su equipo, no solo dándoles la libertad para actuar, sino también inspirándolos para que se sientan motivados internamente a tomar la iniciativa.

  • Reconocimiento y aprecio: El líder valora las contribuciones de cada miembro del equipo, lo que refuerza su sentido de pertenencia y compromiso con los objetivos del grupo.

  • Desarrollo personal: Un líder también debe apoyar el crecimiento personal y profesional de los miembros del equipo, alentándolos a superar sus propios límites y a asumir nuevos retos.

6. Responsabilidad Compartida

El poder hacer no se trata solo de acción individual, sino de un sentido de responsabilidad colectiva. El líder asegura que todos los miembros del equipo comprendan cómo sus acciones contribuyen al bienestar y éxito general del equipo, creando una mentalidad de colaboración y cooperación.

  • Colaboración y trabajo en equipo: Un líder fomenta una cultura de trabajo colaborativo, en la que las personas se sienten responsables no solo de su propio trabajo, sino del éxito del equipo en su conjunto.

  • Responsabilidad por resultados: Aunque se otorga autonomía, cada miembro debe asumir responsabilidad por sus resultados y aprender a manejar las consecuencias de sus decisiones.

7. Transformación del Liderazgo en Facilitador

En lugar de ser un líder autoritario, el líder en el espacio del poder hacer actúa como facilitador, brindando soporte, recursos y dirección sin intervenir de manera excesiva en la toma de decisiones diarias.

  • Role de mentor: El líder se convierte en mentor y guía, brindando dirección cuando es necesario, pero permitiendo que el equipo se desarrolle por su cuenta.

  • Establecer límites claros: Aunque el espacio para actuar es amplio, el líder también establece límites claros para garantizar que las decisiones y acciones del equipo estén alineadas con los valores y objetivos organizacionales.

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