La educación en la sociedad el conocimiento

LA EDUCACIÓN EN LA SOCIEDAD DEL CONOCIMIENTO

Aprendizaje 

En los primeros años de la Sociedad 1.0 los niños y las niñas aprendían y trabajaban en casa y la relación niño-adulto favorecía el aprendizaje mutuo y «aprender haciendo». Posteriormente, la educación se institucionaliza y aprenden de los adultos en las escuelas, donde se les forma hasta que son jóvenes preparados para trabajar en la economía industrial (Cobo y Moravec, 2011). Ya hemos visto cómo la sociedad en su conjunto y las actividades laborales están cambiando rápidamente en los últimos años por la globalización y las nuevas tecnologías.

 

En síntesis, el tratamiento de la información y la competencia digital implican ser una persona autónoma, eficaz, responsable, crítica y reflexiva al seleccionar, tratar y utilizar la información y sus fuentes, así como las distintas herramientas tecnológicas; también tener una actitud crítica y reflexiva en la valoración de la información disponible, contrastándola cuando es necesario, y respetar las normas de conducta acordadas socialmente para regular el uso de la información y sus fuentes en los distintos soportes». Las competencias básicas en las que se centra la Alfabetización Mediática son las siguientes (Unesco, 2005; Lara, 2008): • Conocimiento de los lenguajes y sus técnicas (saber): conocer los lenguajes, los medios y sus técnicas de producción: lenguaje textual, audiovisual, digital.

• Interpretación crítica y productiva (saber hacer): búsqueda y acceso a la información, análisis, comprensión, evaluación, pensamiento crítico, creatividad, autonomía personal, resolución de problemas, trabajo colaborativo.

• Participación y ciudadanía activa (saber ser): derecho a la información, libertad de expresión, participación en la esfera pública democrática (ciudadanía), diálogo intercultural. Los estudiantes de hoy en día (‘nativos digitales’, ‘hijos de la tecnología’) aprenden y participan de una manera muy diferente a los de hace unas décadas: son multitareas, críticos, se aburren con facilidad, tienen la información a un simple clic, están acostumbrados a crear, a solucionar problemas, criticar y debatir… son estudiantes que necesitan nuevas ‘alfabetizaciones’, pues el aprendizaje es (debe ser) personalizado y se aprende todo el tiempo y en todos los sitios:

 

Plataformas

• Participar en redes sociales y plataformas digitales

• Manejar su identidad

• Mantener su privacidad

• Crear, organizar, replantear contenidos

• Filtrar y seleccionar

• Difundir y transmitir. En suma, la educación del tercer milenio tiene el gran reto de ofrecer conocimientos válidos para el estudiante, y para la sociedad que cambia a ritmo vertiginoso: aprendizajes socialmente válidos, que lleguen a todos de un modo equitativo y que hagan posible el aprendizaje para toda la vida. 3.4. Brecha digital

El conocimiento se produce por la confluencia de dos procesos, información (búsqueda, procesamiento, almacenamiento…) y comunicación (distribución e intercambio de información), que se activan a través de la educación y el uso adecuado de recursos, herramientas, aplicaciones, entornos tecnológicos… presentes en la sociedad (García Aretio, 2012). Pero las oportunidades de acceso y la utilización de las tecnologías de información y comunicación no son universales.

 

Existe una desigualdad (brecha digital) entre individuos, hogares, empresas y áreas geográficas de diferentes niveles socioeconómicos. Además de esta brecha digital referida a las posibilidades de acceso a las tecnologías digitales, la Unesco (2005) reconoce, en las sociedades desarrolladas, otras brechas digitales multiformes influidas por diversos factores: recursos económicos, geografía, edad (brecha generacional), sexo, lengua, educación y procedencia sociocultural, empleo, discapacidad. Algunos datos interesantes son (INE, 2011):

• La brecha digital en España se ha reducido significativamente porque en el 70% de los hogares hay al menos un ordenador.

• El número de ciberanalfabetos españoles desciende sin parar: sólo un 29% no ha utilizado nunca Internet.

• Nueve de cada diez jóvenes de 16 a 24 años de la UE utiliza Internet al menos una vez a la semana. solo el 40% de las personas de 55 a 74 años lo utiliza.

• El porcentaje de personas con estudios superiores que se conecta a Internet supera en algo más del doble al de las personas con educación obligatoria.

• Tanto en Europa como en España se va reduciendo la brecha digital de género: utilizan Internet con regularidad el 70% de los hombres y el 65% de las mujeres.

• El 52% de los jóvenes españoles (53% de los europeos), entre 16-24 años, participan en redes sociales (Facebook, Twitter).

• El 90% envían correo. En una época de Nativos digitales/Inmigrantes digitales (Prensky, 2011), en algunos sectores educativos se discute aún sobre la utilidad de las tecnologías digitales en la escuela y en los procesos de enseñanzaaprendizaje. Pero en palabras de García Aretio (2012: 11) «mal nos irá si la educación se aísla, aun más, de lo que sucede en el exterior del aula. La realidad exterior está inundada de lo digital». La escuela no debe ignorar esta realidad si pretende preparar a los ciudadanos del futuro.

 

La educación desempeña un papel fundamental en la sociedad del conocimiento, donde la información y la tecnología están en constante evolución:

Acceso a la Información:

  • Democratización del Conocimiento: La educación permite a las personas acceder a información y conocimientos de manera más amplia y democratizada a través de recursos en línea y plataformas educativas.
  • Habilidades de Evaluación: La educación capacita a las personas para evaluar la información y discernir entre fuentes confiables y engañosas en un mundo inundado de datos.

Cambio en las Metodologías Educativas:

  • Aprendizaje Centrado en el Estudiante: Enfoques educativos que priorizan el aprendizaje autodirigido, la colaboración y la resolución de problemas sobre la memorización de hechos.
  • Herramientas Tecnológicas: La educación en la sociedad del conocimiento incorpora tecnologías avanzadas, como la realidad aumentada, la inteligencia artificial y el aprendizaje automático, para mejorar el proceso educativo.

Adaptación a la Economía del Conocimiento:

  • Desarrollo de Habilidades del Siglo XXI: La educación se enfoca en desarrollar habilidades como pensamiento crítico, creatividad, resolución de problemas y competencia digital para preparar a las personas para la economía moderna.
  • Aprendizaje a lo Largo de Toda la Vida: Se promueve la idea de que el aprendizaje no se limita a la etapa escolar, sino que es un proceso continuo a lo largo de la vida laboral.

Globalización del Conocimiento:

  • Conexión Global: La educación facilita la conexión global y la colaboración entre individuos y culturas, promoviendo la diversidad de perspectivas y la comprensión intercultural.
  • Nuevos Modelos Educativos: Surge un enfoque más abierto y colaborativo en la educación, con la aparición de cursos en línea masivos y abiertos (MOOCs) y plataformas de aprendizaje colaborativo.

 

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La sociedad del conocimiento se caracteriza por la centralidad del saber como motor del desarrollo social, económico y cultural. En este contexto, la educación adquiere un rol estratégico, ya que el aprendizaje continuo y flexible se vuelve esencial para participar activamente en un mundo cambiante, globalizado y digital.

Cambios en el aprendizaje

En esta nueva era, el aprendizaje deja de ser un proceso lineal y cerrado. Ahora es:

  • Permanente: Aprender ya no se limita a la escuela o la universidad; es una necesidad a lo largo de toda la vida.

  • Colaborativo: El conocimiento se construye en interacción con otros, tanto en entornos presenciales como virtuales.

  • Conectado: Las tecnologías permiten acceder a información de manera inmediata, ampliando las posibilidades de aprender en red.

  • Autónomo: Los estudiantes tienen un rol más activo en la gestión de su aprendizaje, desarrollando habilidades de autorregulación.

Nuevos desafíos educativos

  • Alfabetización digital y crítica: No solo se trata de acceder a la información, sino de saber interpretarla, evaluarla y usarla de forma ética.

  • Desigualdades de acceso: La brecha digital sigue siendo un obstáculo que debe abordarse para garantizar una educación equitativa.

  • Formación docente: Los educadores deben estar preparados para integrar tecnologías, metodologías activas y enfoques interdisciplinarios.

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