COACHING PARA DOCENTES (I y II) parte 29

COACHING PARA DOCENTES (I y II) parte 29

El desarrollo de habilidades en el aula

ESTILOS DE APRENDIZAJE: APRENDER A APRENDER.

El concepto “estilos de aprendizaje” hace referencia a las distintas estrategias que utilizamos cada uno de nosotros en los procesos de aprendizaje. Si bien es verdad que situaciones diferentes exigen estrategias diferenciadas de aprendizaje, la mayoría de nosotros con el tiempo suele desarrollar unas estrategias antes que otras y por lo tanto, mostramos preferencia por aquellas que nos hacen sentir más cómodos. Esas tendencias globales a utilizar unos determinados esquemas de aprendizaje antes que otros, conforman lo que llamamos nuestro estilo de aprendizaje.

Lo que hemos expresado anteriormente no supone ninguna novedad, ya que es bien sabido que no todas las personas tenemos la misma capacidad de aprendizaje ni lo hacemos de la misma manera. Cada persona utiliza un método de aprendizaje y además asimila la información a una velocidad diferente.

Se han realizado numerosos estudios donde se analizan las distintas capacidades de aprendizaje de las personas y que prueban suficientemente estas teorías. En un grupo formado por varios miembros que han recibido la misma documentación y las mismas explicaciones, nos encontramos, al cabo de poco tiempo, con grandes diferencias de conocimiento entre cada uno de ellos, a pesar de haber recibido las mismas indicaciones.

Esas diferencias en el aprendizaje pueden ser el resultado de muchos factores, como la motivación, la educación recibida, la edad, etc. Pero esos factores no explican por qué con frecuencia nos encontramos con alumnos con la misma motivación y de la misma edad y bagaje cultural que, sin embargo, aprenden de distinta manera, de tal forma que, mientras a uno se le dan muy bien los procesos creativos, al otro le resultan mucho más fáciles los ejercicios matemáticos. Esas diferencias nosotros las achacamos a sus distintas maneras de proceder a la hora de aprender una determinada materia.

Esto abre una nueva vía en los procesos de enseñanza, de gran ayuda tanto para el profesor como para el alumno, ya que nos ofrece grandes posibilidades de actuación para conseguir un aprendizaje más efectivo.

 

Concepto 

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Esto nos lleva a considerar el concepto de estilos de aprendizaje dentro de las tendencias que consideran el aprendizaje como un proceso activo. El alumno, en función de sus características de personalidad y su propio estilo de aprendizaje, elaborará la información recibida de una manera determinada, a diferencia de lo que expresan las teorías que consideran el aprendizaje como un proceso pasivo, donde el alumno no tendrá excesiva importancia a la hora de interpretar la información recibida.

Los distintos modelos y teorías existentes sobre el concepto de estilos de aprendizaje lo que pretenden es dotar a todos aquellos que nos dedicamos a la docencia de unas herramientas que nos permitan conocer cómo aprenden nuestros alumnos y qué podemos hacer para ayudarles en ese aprendizaje, lejos de establecer complejas líneas de trabajo que no nos beneficien en la práctica diaria.

Por lo tanto, lo que no debemos hacer jamás es utilizar estas teorías para clasificar a nuestros alumnos en categorías cerradas, sino entender que cada persona tiene un estilo de aprendizaje determinado que varía no sólo, en función de la información recibida sino también del contexto y que por supuesto, nuestra manera de aprender evoluciona y cambia constantemente en el tiempo.

Este enfoque entiende el proceso de aprendizaje en tres pasos:

SELECCIONAR LA INFORMACIÓN: el aprendizaje parte siempre de la recepción de algún tipo de información. De toda la información que recibimos seleccionamos una parte. Cuando analizamos cómo seleccionamos esa información, podemos distinguir entre alumnos visuales, auditivos y kinestésicos.

Utilizamos el sistema de representación visual siempre que recordamos imágenes abstractas (como letras y números) y concretas.

El sistema de representación auditivo es el que nos permite oír en nuestra mente: voces, sonidos, música,.. Cuando recordamos una canción o una conversación, o cuando reconocemos la voz de la persona que nos habla por teléfono estamos utilizando el sistema de representación auditivo.

Por último, cuando recordamos el sabor de nuestra comida favorita, o lo que sentimos al escuchar una poesía, estamos utilizando el sistema de representación kinestésico.

En todo momento y a través de nuestros sentidos recibimos una gran cantidad de información procedente no sólo del mundo exterior sino también de nosotros mismos, de nuestro propio cuerpo. Nuestro cerebro se encarga de seleccionar parte de esa información e ignorar el resto, con lo cual sólo recordamos aquello que ha sido seleccionado, el resto pasa a formar parte de un cajón llamado inconsciente que tiene su papel dentro de las teorías de aprendizaje.

El individuo selecciona la información en función del interés que le despierta y según su sistema de representación, pone más énfasis en la información que recibe visualmente, en la auditiva o en la que le viene a través de los demás sentidos. Evidentemente, esto parece estar directamente relacionado con la forma en que recordamos la información posteriormente.

El alumno visual se sentirá más cómodo y por lo tanto, recordará más fácilmente aquella información que se proyecte en forma de imágenes o dibujos, el auditivo todo aquello relacionado con la música y el sonido y el kinestésico, con el movimiento, el tacto y el gusto.

Esto nos lleva a pensar que el cerebro no es una despensa que almacena la información aleatoriamente sino que establece un sentido y una organización a todo lo que recibe. De esta manera, nuestra memoria cuando recupera una información lo hace en base a unos parámetros que previamente nosotros le hemos dado. Cuando recordamos algo, no recuperamos simplemente un dato almacenado en un archivo, sino que, partiendo de estímulos muy diversos creamos una representación de lo que queremos recordar.

Los alumnos que tienen un sistema de representación visual como es obvio, tienen más facilidad para recordar la información visual, pero además suelen reconstruir de una manera visual todo lo que almacenan, sea visual, auditivo o kinestésico.

Aunque la mayoría de nosotros, y por supuesto de nuestros alumnos se encuentra más cómodo utilizando un sistema de representación determinado es importante que el profesor sea capaz de potenciar el uso de los otros sistemas de representación. Esto es importante por dos motivos:

• Primero: porque los sistemas de representación se desarrollan más cuanto más los utilizamos.

• Segundo: porqué cada ítem requiere un sistema de representación específico, no es lo mismo recordar imágenes que sonidos, con lo cuál sería necesario que cada uno de nuestros alumnos utilizara el sistema de representación adecuado para cada información. Parece claro que para la asignatura de música deberíamos potenciar el canal auditivo, y para la de matemáticas, el visual, al igual que para practicar un deporte sería necesario que domináramos el sistema kinestésico.

En resumen, diremos que cada sistema tiene sus propias características y reglas de funcionamiento y por lo tanto, son más eficaces en unos terrenos que en otros. El comportamiento de mis alumnos en el aula cambiará según se favorezcan unos sistemas de representación u otros. Si establecemos clases eminentemente prácticas, saldrán beneficiados aquellos alumnos que dominen el sistema de representación kinestésico, mientras que si preparamos clases teóricas, beneficiaremos a aquellos que sean auditivos.

Como profesores y para potenciar el aprendizaje de los alumnos en el aula nos interesará organizar el trabajo teniendo en cuenta la manera de aprender de todos nuestros alumnos, adecuando nuestra asignatura al sistema de representación mayoritario de la clase.

Otro procedimiento, quizás más productivo que el anterior para el aprendizaje del alumno, sería preparar y explicar nuestra asignatura con elementos didácticos tanto auditivos, visuales como kinestésicos que favorecieran a todos los alumnos.

En general, lo más recomendable es que el profesor potencie en el alumno el uso de los tres sistemas de representación existentes.

 

Los estilos de aprendizaje se refieren a las preferencias y tendencias individuales que las personas tienen cuando se trata de cómo aprenden de manera más efectiva. Comprender y adaptarse a los estilos de aprendizaje puede ser beneficioso para mejorar el proceso de aprendizaje y ayudar a las personas a «aprender a aprender». Aquí hay una breve descripción de algunos estilos de aprendizaje comunes y cómo se pueden aplicar al proceso de aprender a aprender:

  1. Visual: Las personas con un estilo de aprendizaje visual tienden a aprender mejor a través de la información visual, como gráficos, diagramas, mapas mentales y presentaciones visuales. Para aprender a aprender de manera efectiva, pueden:
    • Utilizar esquemas visuales para organizar la información.
    • Tomar notas con resaltadores y diagramas.
    • Ver videos o tutoriales relacionados con el tema de estudio.
  2. Auditivo: Las personas con un estilo de aprendizaje auditivo aprenden mejor escuchando. Para aprender a aprender de manera efectiva, pueden:
    • Leer en voz alta para escuchar la información.
    • Grabar sus propias notas o explicaciones sobre un tema y escucharlas.
    • Participar en discusiones grupales para discutir y escuchar diferentes perspectivas.
  3. Kinestésico: Las personas con un estilo de aprendizaje kinestésico aprenden mejor a través de la experiencia práctica y la interacción física con el entorno. Para aprender a aprender de manera efectiva, pueden:
    • Realizar experimentos o actividades prácticas relacionadas con el tema.
    • Tomar descansos cortos durante el estudio para moverse y liberar energía.
    • Utilizar ejemplos concretos y aplicaciones prácticas para comprender conceptos abstractos.
  4. Lectura/Escritura: Algunas personas se sienten más cómodas aprendiendo a través de la lectura y la escritura. Para aprender a aprender de manera efectiva, pueden:
    • Leer y resumir material de lectura.
    • Escribir resúmenes, ensayos o notas detalladas sobre un tema.
    • Participar en la escritura creativa o la creación de historias relacionadas con el contenido de estudio.
  5. Social/Interactivo: Algunas personas aprenden mejor en un entorno social y a través de la interacción con otros. Para aprender a aprender de manera efectiva, pueden:
    • Establecer grupos de estudio o participar en discusiones en grupo.
    • Enseñar a otros lo que han aprendido, lo que refuerza su comprensión.
    • Colaborar en proyectos grupales y aprender de sus compañeros.

El «aprender a aprender» implica conocer y aprovechar los propios estilos de aprendizaje, pero también estar dispuesto a experimentar con diferentes enfoques y estrategias de estudio para adaptarse a diversas situaciones y desafíos de aprendizaje. A través de la reflexión, la autoevaluación y la experimentación, las personas pueden mejorar su habilidad para adquirir y retener conocimiento de manera más efectiva.

 

El desarrollo de habilidades en el aula es un componente fundamental de la educación. Las habilidades que se enseñan van más allá del conocimiento académico y abarcan aspectos como el pensamiento crítico, la comunicación efectiva, la colaboración y la resolución de problemas:

  1. Enseñanza Activa:
    • Fomenta la participación activa de los estudiantes en el proceso de aprendizaje.
    • Utiliza métodos como discusiones en grupo, estudios de caso y proyectos prácticos.
  2. Pensamiento Crítico:
    • Diseña actividades que desafíen a los estudiantes a analizar, evaluar y sintetizar información.
    • Promueve la toma de decisiones informada y el cuestionamiento reflexivo.
  3. Colaboración:
    • Fomenta proyectos y tareas que requieran trabajo en equipo.
    • Enseña habilidades de comunicación efectiva y resolución de conflictos.
  4. Resolución de Problemas:
    • Proporciona problemas del mundo real que requieran soluciones.
    • Anima a los estudiantes a desarrollar y probar enfoques diferentes para abordar un problema.
  5. Comunicación Efectiva:
    • Incorpora actividades que mejoren la expresión oral y escrita.
    • Enseña a los estudiantes a presentar sus ideas de manera clara y persuasiva.
  6. Autodirección:
    • Proporciona oportunidades para que los estudiantes establezcan metas personales y autodirijan su aprendizaje.
    • Fomenta la autorreflexión sobre el progreso y el rendimiento.
  7. Creatividad:
    • Incluye actividades que estimulen la creatividad, como proyectos artísticos, debates innovadores o resolución creativa de problemas.
    • Anima a los estudiantes a pensar fuera de lo convencional.
  8. Uso de Tecnología:
    • Integra la tecnología de manera significativa para mejorar el aprendizaje y desarrollar habilidades digitales.
    • Enseña a los estudiantes a utilizar herramientas tecnológicas de manera ética y eficaz.
  9. Feedback Constructivo:
    • Proporciona retroalimentación específica y constructiva para ayudar a los estudiantes a mejorar.
    • Anima a los estudiantes a utilizar el feedback como una herramienta para el crecimiento.
  10. Aprendizaje Basado en Proyectos:
    • Implementa proyectos que requieran la aplicación práctica de conocimientos y habilidades.
    • Fomenta la investigación, la planificación y la ejecución de proyectos.
  11. Inclusión y Diversidad:
    • Crea un entorno inclusivo que respete y celebre la diversidad.
    • Fomenta la empatía y la comprensión intercultural.
  12. Desarrollo de Habilidades Socioemocionales:
    • Incorpora actividades que desarrollen habilidades socioemocionales, como la empatía, la autorregulación emocional y la toma de conciencia social.

El enfoque en el desarrollo de habilidades en el aula no solo prepara a los estudiantes para el éxito académico, sino también para enfrentar desafíos del mundo real y contribuir de manera significativa a la sociedad.

 

Editorial Luis Bonilla. Expertos en enseñanza, formación a distancia, tutores cualificados y con variedad de cursos online.

 

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