La evaluación es el control del proceso de aprendizaje. 

Enseñanza

Controlar el proceso de enseñanza-aprendizaje es comprobar en todo momento el nivel de logro de los objetivos propuestos y detectar constantemente los elementos externos o internos al/a la alumno/a que le ayudan o dificultan en su esfuerzo con el fin de facilitar el proceso de aprendizaje. No hay que esperar al término de cada etapa para comprobar los resultados. El/la formador, día a día, en cada clase y en cada momento va recibiendo la información necesaria para adecuar los métodos, los medios y las actividades, a las necesidades de aprendizaje de sus alumnos/as. 

No obstante, no basta estar atento a la información de retorno. Cuando el/la formador programa un curso, una unidad didáctica, o prepara una clase, y establecidos ya los objetivos de aprendizaje, debe prever también un sistema de retroinformación en el que consten los distintos instrumentos que van a ser puestos en práctica con el fin de verificar constantemente el grado de consecución de dichos objetivos. 

Como se afirma más arriba, el control de calidad es el desarrollo integral del proceso. No hay momento, lugar o situación que no pase por ese control. La empresa ha entendido el control de calidad de manera infinitamente mejor que el sistema educativo la evaluación continua. Una cadena de montaje de automóviles, no deja al azar ni uno solo de sus pasos o piezas. La revisión, no solamente de los trabajos, los materiales o el rendimiento es constante sino que se evalúa y controla el mismo sistema de control, con el fin de generar alternativas en cada momento para que la cadena no se pare, el producto sea inmejorable y en el futuro no existan fisuras en ninguna de las piezas. Estamos hablando de automóviles. 

Cuando nuestros puntos de referencia son las personas, todavía debemos ser más cuidadosos. Una deficiente administración de un mensaje, medio o recurso, puede desmotivar de por vida a un/a alumno/a. Una mala programación, preparación de la clase o transmisión de un dato, información o mensaje, puede equivaler a un deterioro, en el futuro, de la posibilidad de acceder a otros conocimientos, carreras, profesiones o empleos. 

La evaluación es el control del proceso de aprendizaje

La evaluación debe modificar las estructuras. 

Para ello el/la formador debe adquirir ciertas habilidades.  

 La evaluación es el control del proceso de aprendizaje

Habilidades y comportamientos del profesor. 

El/la formador, debe poseer una serie de habilidades y comportamientos que le permitan ejercer su función de controlar el aprendizaje. 

Capacidad para provocar en todo momento retroinformación del proceso. 

Sensibilidad para recoger en cada situación toda la información posible. La sensibilidad, al igual que toda habilidad humana, puede ser adquirida. Cuanto más recopilamos información, más facilidad tenemos para encontrarla. No hay mejor forma de «ver las cosas», como tener motivación, experiencias y hábitos adquiridos para verlas. 

Habilidad para analizar las consecuencias de dicha información. Otro aspecto de la sensibilidad es el análisis de situaciones. Pocos elementos existen en el aula que recaben la atención del/la formador más que un mal comportamiento: llegar tarde, cuchicheos, falta de atención, inconvenientes contestaciones, preguntas capciosas… Lo dificultoso, y escaso de encontrar en las aulas, es que el/la formador ponga su esfuerzo interpretativo en analizar las situaciones positivas: buena disposición a aprender, motivación, respeto entre los compañeros, relaciones interpersonales, capacidades ya aprendidas, etc. 

Creatividad para orientar el proceso de acuerdo con las necesidades. En cada momento el/la formador tomará la decisión, muchas veces improvisada que obtenga los resultados apetecidos. 

Recursos suficientes para utilizar la información recibida en el mejoramiento de las actividades, reajustando los planes, métodos y medios en el momento de la clase, si es necesario. 

 

La evaluación es búsqueda constante de información.

Los instrumentos que utiliza el/la formador para recibir la información. 

  • La comunicación didáctica 

La interacción formador-alumno/a, es la forma óptima de comprobar los logros del aprendizaje, ya que es causa de nuevas relaciones a través de las que se pueden transmitir ideas y sentimientos de una persona a otra y que conducen a un cambio de comportamiento en los comunicantes. 

El/la formador conoce la respuesta del/la alumno/a a la información transmitida a través de sus conductas, expresiones, gestos, palabras. Si dichas expresiones demuestran que el mensaje no ha sido interpretado, será necesario repetir, retroceder, modificar la información. De este modo se reduce el proceso de feedback, es decir, la regulación del proceso de comunicación, adecuándose los mensajes del/la formador en función de las respuestas obtenidas por el/la alumno/a. 

 

  • El diálogo didáctico, que requiere: 

Una actitud constante de observación y escucha. 

Un convencimiento de que todos los puntos de vista pueden ser enjuiciados. 

Una disposición para rectificar, reformar, y organizar la labor en función del mejor aprendizaje del/la alumno/a. 

La evaluación es el control del proceso de aprendizaje 

  • La pregunta 

pastedGraphic.png Individual 

Si lo que se pretende es recibir información sobre los conocimientos, atención, comprensión u opiniones de un/a alumno/a concreto, lo más conveniente es la relación personal con el/la alumno/a mediante la conversación individual o la pregunta concreta y directa al mismo.  

pastedGraphic.png Al grupo 

Cuando se quiere saber lo que el grupo conoce, opina o cómo actúa. 

Preguntas que se hacen a toda la clase para que contesten solamente aquellos que tienen los conocimientos, opinión acerca del tema o dudas sobre la información. 

Preguntas para contestar en grupos a través de técnicas como Brainstorming, Philips 6-6, cuchicheo, etc., con el fin de pulsar en breves momentos la situación de un grupo respecto a conocimientos, opiniones, metodología, intereses, etc. 

Preguntas que se hacen con el fin de iniciar un diálogo en el que intervendrá toda la clase, con el fin de recibir información sobre interacción de grupos, estrategias individuales, conocimientos, etc. 

 

La evaluación en el proceso de aprendizaje es más que un simple control; es una herramienta integral que abarca la comprensión, el monitoreo y la mejora del progreso educativo:

Comprensión del progreso:

  • La evaluación permite comprender el progreso de los estudiantes, identificar sus fortalezas y áreas de mejora en relación con los objetivos de aprendizaje.

Guía para la enseñanza:

  • Proporciona retroalimentación a los educadores sobre la efectividad de sus métodos de enseñanza. Les permite ajustar su enfoque para satisfacer mejor las necesidades de los estudiantes.

Motivación y compromiso:

  • La evaluación bien diseñada puede motivar a los estudiantes, ya que les proporciona una visión clara de su progreso y les ayuda a establecer metas para mejorar.

Identificación de necesidades individuales:

  • Permite detectar las necesidades específicas de cada estudiante, lo que facilita la personalización del proceso de enseñanza para satisfacer esas necesidades.

Mejora continua:

  • Proporciona datos que contribuyen a la mejora continua del proceso educativo, tanto a nivel individual como a nivel institucional.

 

Editorial Luis Bonilla. Expertos en enseñanza, formación a distancia, tutores cualificados y con variedad de cursos online.

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