El inicio
Formación
Un viaje de mil millas comienza por un solo paso.
En toda acción de formación hay dos momentos clave que hay que cuidar; casi diríamos que hay que mimar. Estos son el principio y el final. Algunos dicen que un curso debe ser como un sándwich de jamón, pero al revés. El sándwich se compone de pan, jamón y pan. Pues bien: el curso debe ser jamón, pan y jamón.
Una vez el formador en el uso de la palabra y después de los preliminares previos (presentación del formador o formadores y el de los participantes, y una vez comentados los objetivos, el programa y comentada la utilidad que la materia que se va a dar en el curso tiene para los participantes en su vida profesional e incluso personal), el formador tiene que conseguir varios objetivos en muy poco tiempo:
- Obtener la atención de los participantes2 y suscitar el rapport.
- Presentarse.
- Darles la bienvenida.
- Establecer los objetivos de la sesión o el curso.
Algunos ejemplos de frases para empezar con buen pie
Obtener la atención.
Presentarse. |
Establecer los objetivos de la sesión o el curso.
Establecer algunas normas de funcionamiento.
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Son varios los procedimientos que puede utilizar el orador para alcanzar estos objetivos:
- Anunciar los objetivos de la charla.
- Asegurar a los participantes que, al término del curso habrán adquirido o incrementado tal o cual habilidad.
- Empezar por una anécdota o chiste que haga sonreír a los participantes y enlazarlo con lo que va a decir a continuación.
- Contar un hecho de su vida profesional que ponga de relieve que el formador es una persona realmente preparada y no un aficionadillo.
- Citar una frase de algún personaje célebre, o especialmente grato a la audiencia.
- Mostrar los puntos de contacto entre la audiencia y el orador.
- Explicar el esquema del curso.
- Halagar al público con una anécdota relacionada con la vida local, sus particularidades como grupo, etc. (Tenga la precaución de preguntar antes a su persona de contacto si ese inicio caerá bien o no al auditorio. Puede haber temas tabú que usted desconozca).
- Arrancar por medio de una afirmación chocante, algo así como un titular periodístico sensacionalista.3
Hay algunos inicios que conviene evitar y se refieren especialmente a aquellos que pueden mermar la credibilidad del formador ante los participantes. Por ejemplo:
- Excusarse por el material, las transparencias, la organización…
- Indicar lo difícil que le ha resultado preparar el curso…
- Halagar en exceso al público, especialmente si este halago corre el peligro de ser interpretado como poco sincero.
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